Guillermo Valencia Columna Semana

Economía

NVIDIA está cerca de un punto de ruptura: el futuro pertenece al uranio, 5G, bitcoin y tesla

Aquí está la verdad: NVIDIA ha llegado a un punto en el que ya no es la oportunidad que alguna vez fue.

Guillermo Valencia
29 de octubre de 2024

Seamos honestos: el mundo ha cambiado, y sigue cambiando más rápido que nunca. Hemos sido testigos del ascenso de NVIDIA, pero aclaremos algo: no todos vieron esto venir. En 2020, pocas personas realmente entendieron la magnitud del auge de la IA, y aún menos vieron a NVIDIA como la clave para desbloquear ese futuro. En ese entonces, NVIDIA no estaba en el radar de todos los inversionistas. ¿Pero en 2024? Ahora todos quieren un pedazo de él. Y cuando todos están dentro, ya está abarrotado.

Aquí está la verdad: NVIDIA ha llegado a un punto en el que ya no es la oportunidad que alguna vez fue. De hecho, podríamos estar viendo una burbuja que está peligrosamente cerca de estallar. Sí, NVIDIA fue la apuesta correcta hace unos años. ¿Pero ahora? Está saturado. Las personas que se suben a bordo hoy llegan tarde. Lo que una vez fue un movimiento visionario ahora está lleno de especulación. Y ahí no es donde está el futuro.

Pero eso no significa que nos hayamos quedado sin oportunidades. Lejos de eso.

La IA exige energía, y más energía de la que cualquiera podría haber predicho. El poder de cómputo que requieren los modelos de IA como ChatGPT es asombroso, equivalente a alimentar ciudades enteras. Esa sed insaciable de electricidad está creando una demanda por algo a lo que el mundo está despertando lentamente: la energía nuclear. Y en el centro de ese cambio está el uranio.

Cameco es la empresa a la que deberías prestar atención. ¿Por qué? Porque Cameco tiene el monopolio del uranio en el mundo libre. Sí, existen oportunidades en Kazajistán y Francia, pero no son tan fácilmente invertibles. Cameco es la base de esta próxima ola. Google y Microsoft lo saben, y ya están asegurando contratos de energía nuclear a largo plazo. Porque aquí está el tema: el futuro no se trata solo de quién controla la IA, sino de quién controla la energía que la impulsa.

Y recién estamos comenzando.

El 5G va a redefinir la infraestructura de internet. No se trata solo de velocidades más rápidas; se trata de habilitar un modelo de producción completamente nuevo para el mundo. Todo, desde los vehículos autónomos hasta el Internet de las cosas, dependerá del 5G. Y en el núcleo de esto está Broadcom. Broadcom se está posicionando discretamente como el jugador central en esta nueva infraestructura digital. Esta es la empresa que conectará todo, convirtiéndose en el nuevo NVIDIA de la revolución 5G.

Pero hay más.

Tesla no es solo una compañía de autos eléctricos. Dejemos de pensar en pequeño. Tesla trata sobre el transporte como servicio, y la visión es nada menos que revolucionaria. Imagina un mundo donde la conducción autónoma no solo es posible, sino el estándar. Un mundo donde los satélites de SpaceX optimizan el transporte global, donde las soluciones de almacenamiento de energía respaldan una red de transporte descentralizada y eficiente. Tesla está construyendo esta infraestructura. No se trata solo de vender autos; se trata de construir la plataforma para el futuro del movimiento.

Y luego está Bitcoin.

Bitcoin no es solo una criptomoneda. Es el futuro de la banca descentralizada. Es la cuenta bancaria suiza de la era digital, una forma sin fronteras y sin fricción de almacenar y transferir riqueza. En un mundo que se está volviendo cada vez más descentralizado, Bitcoin es la clave para la libertad financiera. Esto ya no es una idea marginal. Bitcoin es el sistema financiero que sustentará este nuevo mundo, e ignorarlo sería como ignorar el auge de internet en los 90.

Pero hablemos de lo que une todo esto.

Para que NVIDIA funcione, para que Google funcione, para que Microsoft, Broadcom, Tesla e incluso Bitcoin funcionen, todos dependen de una cosa: los chips. ¿Y quién está en el centro de la producción de chips? Taiwan Semiconductor (TSMC). TSMC es la reina en el tablero de ajedrez. La única pieza sin la cual ninguna de las demás puede moverse.

Sin TSMC, no hay revolución de la IA. No hay infraestructura 5G. No hay futuro para los vehículos autónomos ni finanzas descentralizadas. TSMC es la empresa que dominará silenciosamente la próxima década, impulsando cada innovación en la que hemos llegado a confiar.

Ahora, aquí está la parte más importante: el mayor riesgo hoy no es perderse NVIDIA. El mayor riesgo es volverse obsoleto. El mundo está cambiando rápido, y si no estás en el juego, te quedarás atrás. No se trata solo de perder oportunidades, se trata de mantener la relevancia en un mundo que evoluciona a la velocidad de la luz.

Uranio, 5G, Bitcoin, Tesla: estos son los Game Changers. Estas son las oportunidades que definirán la próxima década. Perderlas no es solo una oportunidad perdida; es una garantía de que te quedarás atrapado en el pasado mientras el mundo avanza sin ti.

El futuro ya está aquí. Y es hora de ser parte de él.