Opinión
¿Qué pasó con el optimismo de noviembre?
He decidido iniciar este año dedicando mi primera columna a analizar el fuerte impacto que tuvo en el mercado accionario local el optimismo del pasado noviembre y las fuerzas que entran en juego al inicio de este año.
Con las noticias derivadas de la vacuna del coronavirus, las acciones locales se beneficiaron en noviembre con un aumento en las compras impulsado por el mayor apetito de riesgo de los inversionistas internacionales.
En medio del optimismo generalizado, buscaron opciones con un mayor riesgo y más ganancias potenciales, lo cual es crucial para sus portafolios, en especial en un año en el que gran parte del tiempo han tenido que jugar de forma defensiva.
Es más, la parte izquierda del gráfico 1 muestra precisamente cómo la posición de los extranjeros en noviembre, por primera vez en 2020, evidencia un volumen significativamente mayor de compras que de ventas.
Para entender la escala de lo que estamos hablando, las compras de extranjeros en acciones locales aumentaron un 62% entre octubre y noviembre, ubicándose en alrededor de 772.000 millones de pesos. Ello, sin lugar a dudas, fue una fuerza determinante en el aumento del índice Colcap y en la reducción de la tasa de cambio peso/dólar, cuyas series se pueden observar en el gráfico de la derecha. Sus fluctuaciones en ese periodo fueron del -6,9% y del 10,6%, respectivamente.
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La lógica detrás de este comportamiento se puede ver pensando todo el ejercicio en términos de interacción de las fuerzas de oferta y demanda. En el caso de las acciones, el mercado presenta un aumento en la demanda y, al querer comprar más, lo que hace es que el precio suba, hecho que se refleja en el aumento del índice Colcap.
Mientras tanto, en el mercado del dólar se presenta un aumento en la oferta de esta divisa, lo que lleva a que la tasa de cambio caiga ya que se necesitan menos pesos por dólar o, dicho de otra forma, la divisa estadunidense se hace menos escaza. Ahora bien, el canal que explica este comportamiento combinado es el de los inversionistas extranjeros, que inicialmente traen dólares y los ofrecen en el mercado cambiario por pesos que luego usan para comprar o demandar acciones locales.
Sin embargo, ese impulso en estos dos mercados se ha visto frenado al inicio del año a medida que la incertidumbre alrededor de los nuevos picos de la covid-19 en diferentes países los ha obligado a volver a implementar medidas de aislamiento. Aunque el caso más sonado ha sido Inglaterra, otras naciones europeas también han tenido que revertir sus aperturas de sectores. Por supuesto, esta situación se ha sentido con fuerza de forma local después de diciembre con el aumento de casos, así como con la implementación de medidas en Bogotá, Cundinamarca y otras áreas del país.
Vale la pena mantener la mente abierta y reconocer que no todo está relacionado con la pandemia; también, los escenarios políticos son una fuente de incertidumbre que hay que incluir en los análisis.
En especial con hechos ocurridos recientemente, como las manifestaciones de partidarios de Donald Trump que se tomaron el Congreso en Estados Unidos, lo que deja una sensación de inestabilidad política y social al interior del país, ad portas de la posesión de Joe Biden, y que podría tener repercusiones importantes en sus primeros 100 días de gobierno.
Ello, además de las protestas sociales en Chile, que llevaron a un plebiscito con el 78% de los votos a favor de modificar la constitución redactada durante el régimen de Augusto Pinochet, a través de la elección de una convención constituyente.
Tampoco se puede olvidar el drama presidencial en Perú, que vio en noviembre la destitución del presidente Martín Vizcarra por cargos de corrupción y la posterior renuncia del presidente interino Manuel Merino tan solo cinco días después de posesionarse.
Mientras estos hechos se desenvuelven, enmarcados en un contexto de mayor incertidumbre por la velocidad de aplicación de las vacunas, la pregunta que queda en el ambiente es sí el avance de nuevos casos en la pandemia y las medidas de aislamiento que puedan aplicarse afectarán aún más las economías y profundizarán estos eventos de descontento en la región y el mundo, o si se cumplirán las fuertes expectativas de recuperación que se le han asignado a este año. Porque si bien es un nuevo año, todavía se ve muy parecido al anterior.