Opinión
¿Si eres líder coach?
Siempre he pensado que un buen líder tiene la capacidad de escuchar, de entender y de hacer buenas conversaciones para su equipo.
Tantas escuelas de liderazgo juntas a veces terminan por confundir. Para la vieja escuela, el tema es más de hacer caso y cumplir objetivos, lo que pase en la mitad no importa mucho, “si se mantiene a la gente presionada”, el asunto funciona.
Hay escuelas más liberales que piensan que la exigencia y el compromiso son importantes y por supuesto existe la del líder afiliativo, que solo busca que la gente lo quiera. Un buen coach hace muchos años me dijo que un buen líder era capaz de tomar decisiones impopulares si era necesario. El líder afiliativo solo busca popularidad, así que dudo mucho que sea capaz de asumir este consejo de mi coach de hace 20 años.
A veces me preocupa que la exigencia hoy se vuelva un problema. La exigencia y la disciplina hacen que los equipos ganen, que los atletas madruguen a entrenar y que a veces duela el proceso, pero se celebre más el resultado final. Sería injusto además que en un equipo de alto desempeño se les exija solo a los que más trabajan, porque los otros “no dan”. En un sistema perfecto, todas las piezas deben funcionar.
Siempre he pensado que un buen líder tiene la capacidad de escuchar, de entender y de hacer buenas conversaciones para su equipo. No es el papá ni la mamá, no les debe solucionar, pero debe hacer la función de coach con su equipo. Eso sí, el líder quiere ser inspirador porque también puede ser jefe y simplemente esperar que le hagan caso.
Tendencias
Mi experiencia me dice que no todos los jefes son coaches. De hecho, en el pasado aprendí que cuando estamos empezando carrera se aprende mucho de los malos jefes y líderes. Se aprende lo que nunca debe hacerse.
Un buen líder coach es alguien que tiene la habilidad de guiar, apoyar y motivar a una persona o grupo de personas para que puedan alcanzar sus objetivos. Algunas (todas pueden customizarse de acuerdo con el ser humano del que hablemos) de las características que lo definen podrían ser:
1. Escucha activa: un buen coach debe ser capaz de escuchar con atención y empatía a su equipo, para entender sus necesidades y desafíos. Aprende a leer entre líneas y a observar los comportamientos de la gente con la que trabaja. Escucha más y habla menos.
2. Comunicación clara y efectiva: un buen líder que no quiera ser solo jefe, debe ser capaz de comunicarse de manera clara y efectiva, utilizando un lenguaje adecuado y fácil de entender. No deja espacios para zonas grises o mensajes encontrados. Nada de ejemplos imaginarios con terceras personas inexistentes para que cada uno interprete. Claro, concreto y conciso.
3. Empatía: un buen coach debe ser capaz de entender las emociones y sentimientos de su gente, para poder brindar el apoyo necesario en cada situación. Mucho cuidado con la sobreempatía, no se trata de solucionarles la vida a los demás, sino de estar ahí para lo que necesiten y soltar el control para que todos crezcan.
4. Conocimientos y habilidades técnicas: debe tener los conocimientos y habilidades técnicas necesarias para guiar a su equipo hacia el logro de sus objetivos. Esto no implica que tenga que ser experto en cada cosa, sino, más bien, que sepa unir las habilidades de cada uno de los miembros de su equipo de manera equitativa e inteligente.
5. Flexibilidad: un buen coach debe ser capaz de adaptarse a diferentes situaciones y necesidades, para poder brindar el mejor apoyo en cada momento. Nada de prejuicios. El líder que siempre quiere tener la razón de manera individual puede caer en una arrogancia que jamás va a permitir que alguien se inspire.
6. Motivación: debe ser capaz de motivar a su equipo para que se sienta seguro y confiado en el proceso de trabajo como equipo.
En resumen, un buen líder coach debe ser un personaje inspirador que pueda guiar a su equipo hacia resultados que todos compartan y que van mucho más allá de la facturación mensual. ¿Qué tan jefe vieja escuela eres?, ¿qué tanto inspiras y comprometes a tu equipo? Reflexión.