CLAUDIA ANGELICA VARELA

OPINIÓN

Un café para escuchar

23 de mayo de 2021

¿Hace cuánto que no te tomas un real café para escuchar lo que piensan otros? ¿Hace cuánto que no te tomas el tiempo para entender que la gente puede ser diferente a ti?

Y es que se habla mucho de intolerancia en estos días. Podríamos sumarle un concepto a eso de la intolerancia y es la intransigencia. No ceder ni un poco frente a las razones del otro se traduce en que no escuchas.

Escuchar de manera real y activa tiene diferentes niveles, el primero está cuando solo tienes un ruido lejano, pero en realidad no sabes que está pasando. El ejemplo del televisor encendido cuando estás haciendo otra cosa. Hay otro nivel donde escuchas al otro, pero cuando termines esa conversación se va a olvidar el tema, el tercero es cuando conectas, es decir prestas atención y entiendes lo que te dicen y el cuarto cuando conectas y eres realmente empático, en otras palabras, entiendes de verdad lo que el otro siente por que te invade un sentimiento de solidaridad.

¿En qué nivel estás la mayoría de las veces? Realmente buscas entender la diferencia de los demás o más bien buscas grupos donde tendrás un sesgo de afinidad y representación (en palabras sencillas todos piensan igual que tu) y así obviamente es más fácil que tu propio ego diga que tienes razón. No solo razón sino TODA la razón.

El tema entonces no está solo en ser tolerante. No es “aguantar” las cosas que dicen los demás, sino entender los contextos. Veo como hoy se validan rápidamente realidades percibidas sin mucha investigación por que suena parecido a lo que pienso, se publican y replican noticias porque esto me valida en mis propios pensamientos. Es más cómodo encontrar conceptos que me reafirmen, no que me incomoden.

Veo como se aplaude el castigo y se juzga a los demás por querer escuchar a grupos que piensan diferente. ¿permites que todos hablen y opinen en tu ambiente de trabajo? O mejor ¿te permiten opinar diferente o prefieres callar para no generar problemas innecesarios?

Suena tan sencillo que a nadie se le ocurre. Pero en realidad es muy recurrente ver que no se respeta lo que los demás piensen. Es como si hubiera un acuerdo tácito en tener claro que si no estás conmigo, estás contra mí.

La realidad que estamos afrontando como país es definitivamente compleja. Ya no es solo la pandemia, sino el desabastecimiento incluso de alimentos y medicamentos, la imposibilidad de entender quiénes están detrás de una situación que perjudica a todos.

Entendiendo algo que se ve a simple vista desde lo organizacional, qué podemos hacer para apalancar la comunicación en los equipos y generar un ambiente más positivo para todos. Un café, tomarse un café así sea virtual en una conversación que busque en realidad compartir, entender, debatir con respeto.

No hablo necesariamente de política. Cada vez que alguien pone un punto de vista en la mesa hay que escucharlo. Permitamos el dialogo abierto, permitamos que se pueda pensar diferente. Como líderes o parte de un equipo debemos invitar a que cada quien argumente poniendo unas reglas de juego claras para la comunicación abierta y respetuosa.

Hoy más que nunca la comunicación está fluyendo mal. No nos entendemos. Creemos que solo tienen la verdad revelada unos cuantos (y por supuesto los primeros somos nosotros).

No hay verdad absoluta. No tienes la razón. Hoy todos y nadie la tiene. Invita a la discusión y no te enganches en ser tu el dueño de la última palabra.

Busca un café con tu equipo. Busca lo caliente de un café en una conversación donde escuches y te sientas escuchado. Tal vez te sorprenda lo que puedas encontrar. Pero por favor escucha más y habla menos.

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