BANCA
¿El futuro de la banca es “open banking”?
La banca tradicional no solo enfrenta el desafío de modernizar sus canales para atender a los clientes en contexto digitales. También deben abrirse para articularse con nuevos actores con los que ofrecer servicios y experiencias adicionales. ¿Están preparados?
La digitalización es un fenómeno hacia adentro de las instituciones. Aunque no exclusivamente: también se necesita una enorme capacidad para articularse con otros actores digitalizados. Y ese en sí es un desafío central para el sistema financiero.
Esa es la premisa del desafío del open banking, una tendencia que busca facilitar la articulación de la banca tradicional con nuevos actores como las fintech que ofrecen servicios disruptivos y muy alejados del modelo tradicional de captación y colocación de recursos.
“Hay algo que viene pasando. Se trata del open banking, que son nuevos negocios con esquemas digitales, usando las APIS como tecnología habilitadora. En el modelo tradicional hay canales de atención y de servicios hacia sus propios clientes. En el ‘open banking’ se trata de llevar a los clientes no solo a través de los canales propios, sino a canales de terceros que ofrecen servicios para el consumidor final”, explicó el experto.
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Lo más evidente que ha pasado en este frente es el boom de las fintech que cuentan con una propuesta de servicio simple, ofreciendo experiencia a través de aplicativos a segmentos donde los grandes bancos no conseguían llegar.
Un caso también claro que impulso la noción de open banking es el del comercio minorista, porque empezó a ser evidente que los usuarios a menudo necesitaban hacer otra clase de transacciones en el punto de venta como seguros o financiación. Eso implicaba tener una oferta de tasas de interés, medios de pagos y facilidades financieras para completar la compra de sus producto. “Ese es un tema que genera open banking”, comentó el directivo de Sensedia.
Aquí se abren oportunidades para industrias como la de seguros, turismo o viajes.
En Colombia, la regulación está avanzando y tanto la Superintendencia Financiera como la Unidad de Regulación Financiera (URF) han abierto espacios de discusión en los que se busca llegar a un lenguaje común sobre el open banking.
“Hoy los clientes quieren onmicanalidad, tiempo real, portabilidad, transparencia. Ese es el talante de las nuevas generaciones”, dijo Gomes al destacar que esas exigencias pueden ser resueltas con tecnología de integración.
Destacó que hasta las grandes tecnológicas como Google, Apple, Facebook y Amazon pasaron a competir con el sistema financiero, porque además de ofrecer servicios tecnológicos ya están considerando entrar en servicios financieros.
Las bases del ‘open banking’
Según Gomes, esta nueva tecnología impone desafíos. El primero de ellos es el control porque hay un tema relacionado al sistema financiero que es el flujo de capitales, el cual exige de mucha regulación en el frente de compliance (cumplimiento normativo).
De otra parte, hay un desafío en el manejo de datos personales. “No es solo en el sistema financiero. Hoy la inteligencia artificial permite que se extraigan datos de redes sociales para hacer ofertas. Ahí también se necesita de regulación clara y efectiva”, comentó.
Igualmente, hay una tema central que es lograr simplificar las normas para lograr enrolamientos de clientes de manera segura pero eficiente.
“En general, la regulación para la integración entre entidades con responsabilidades compartidas es clave. Esto se refiere al compliance del sistema financiero y los demás actores, porque hay más de un tipo de entidades participando en un flujo comercial y financiero”, comentó.
“El principal beneficio del open banking es que genera un ecosistema con condiciones de seguridad e integración que resulte en nuevas ofertas financieras para los usuarios. Hoy la banca tradicional no consigue llegar en todas las experiencias ni a todos los nichos. El open banking permite diseñar ofertas mejores, cuadradas para cada tipo de persona, para cada perfil de usuarios y con menores costos transaccionales”, comentó el experto.
“Están empezando a mirar el detalle de cómo va a operar en Colombia”, explicó al advertir que el proceso de implementación de ‘open banking’ tiene cuatro etapas.
Primero, hay que preparar a los bancos para permitir acceso a otros actores desde sus canales de atención como los cajeros. Segundo, es necesario permitir que se compartan los datos de los clientes entre instituciones. En la tercera etapa se inicia la implementación de medios de pago por entidades que no sean los bancos para llegar finalmente a una etapa final de relación integrada entre entidades del sistema o de fuera del sistema para que puedan transar productos financieros.