Empresa
Marval, traspasó las fronteras edificando sueños
Con casi 40 años de existencia, la constructora llegó a Centroamérica y ya mira a Perú.
En 2010 Marval traspasó las fronteras de Colombia. Inicialmente participó en licitaciones públicas para construir en Panamá y Honduras. El negocio más importante que ganó fue la construcción de La Gran Joya, en Panamá, que es el centro penitenciario más moderno de Latinoamérica, y un complejo de cinco cárceles para 5.500 internos, que funcionan independientes aunque con una sola administración. Dicho contrato tuvo un valor de US$160 millones. El grupo está hoy concentrado en los sectores de construcción e infraestructura.
Rafael Marín, presidente de la constructora, tiene claro que para entrar a otros países se requiere sortear dificultades de diferente índole, pero la única forma de lograrlo es entendiendo la cultura local. Por eso, Marín afirma que es clave trabajar en cada país “con estrategia, persistencia y constancia, y con el tiempo se comienzan a generar oportunidades”.