FIDUCIARIAS
La actividad fiduciaria continua con buenos resultados
Aunque la economía no pasa por su mejor momento, la actividad fiduciaria muestra indicadores positivos en infraestructura, asociaciones público-privadas e, incluso, administración de recursos para el posconflicto.
La actividad de administración de recursos en el país está más viva que nunca. Una prueba contundente de ello es que se abrirá una nueva gran ventana de negocio cuando se reglamente el anuncio del Gobierno de ofrecer descuento en el impuesto de renta a empresas que se instalen en cerca de 300 zonas de conflicto.
A la espera de la ‘luz verde’ sobre la iniciativa hay una veintena de sociedades fiduciarias que saben que, detrás de estos beneficios, deberá haber una administración de los recursos. Esta es solo una de las múltiples posibilidades que ofrece el instrumento fiduciario como herramienta para garantizar que los dineros se utilicen para fines específicos.
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A marzo de 2017, los activos administrados por el sector crecieron a un ritmo anual de 19,2%, tras alcanzar los $445 billones, cuyo porcentaje comparado con el Producto Interno Bruto (PIB) equivale a 51%, según la Asociación de Fiduciarias de Colombia, Asofiduciarias.
De acuerdo con el gremio, la mayor participación la obtuvo la fiducia de inversión, con $97,4 billones administrados en 1.332 negocios, con un crecimiento de 45%. Le siguió la fiducia inmobiliaria con $54,9 billones (+19%) y la fiducia en garantía, con $43,7 billones (+15,1%). Los recursos de la seguridad social administrados bajo esta figura alcanzaron los $77,8 billones.
El portafolio administrado de las fiduciarias, que se convierten en las principales inversionistas institucionales del sistema financiero, llegó a $248 billones; es decir, 35,4% del total de las inversiones en el sector.
Si bien la economía registró un tímido crecimiento de 1,1% en el primer trimestre del año, según las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el sector está marchando.
Retos a la vista
Ernesto Villamizar, presidente de Credicorp, cree que justamente cuando la economía crece menos es cuando hay que hacer negocios más certeros, a través de un tercero que se encarga de salvaguardar los recursos y garantizar la confianza en las transacciones. “Queremos tener reglas claras en momentos más difíciles”, comenta el directivo de esta compañía, que divide su actividad entre fiducia empresarial, inmobiliaria e inversión.
Aunque el ciclo económico registra una menor velocidad, negocios como la construcción de obras de infraestructura por concesión, la administración de activos para Pymes en industria, comercio y servicios, así como los Fondos de Inversión Colectiva (Fics), constituyen algunas de las apuestas claves del sector. También hay nuevos retos, como los que tienen que ver con la regulación de la fiducia inmobiliaria.
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¿Por qué? La regulación refuerza asuntos relevantes como la publicidad y la imposibilidad de garantizar rentabilidades precisas a los inversionistas de proyectos inmobiliarios y establece el contenido básico de los contratos fiduciarios, con claridad sobre las obligaciones de las partes. En ese sentido, las fiduciarias deben evaluar la razonabilidad de los aspectos jurídicos, técnicos y financieros presentados por los constructores o promotores de proyectos inmobiliarios, y también la información que deben entregar las propias fiduciarias a los constructores y compradores de las unidades.
“La nueva regulación viene a robustecer la normativa pertinente, especificando aspectos del negocio que antes no eran claros, exigiendo tanto a los constructores/promotores y a las fiduciarias unas mejores prácticas y dando a los compradores más tranquilidad a la hora de adquirir un activo tan relevante como la vivienda”, afirma Fernando García, gerente de Producto y Fondos de Inversión en BBVA Fiduciaria.
En ese sentido, la presidente de Asofiduciarias, Stella Villegas, complementa que la nueva regulación permite una mayor protección al consumidor financiero y en los mecanismos de revelación de información que necesitan para tomar decisiones. “Esta normativa exige una mayor y más completa información, pero al mismo tiempo se deja un espacio para la iniciativa privada en cuanto a la estructuración de productos inmobiliarios de diferentes tipologías”, afirma.
¿Y qué está pasando con el negocio en el estreno de la regulación? Para el presidente de Fiduciaria Bancolombia, Julián Mora Gómez, “el negocio ha tenido menor velocidad, pero creemos que es mayormente atribuible al menor dinamismo de la economía, más que a la nueva regulación”.
A innovar se dijo
Además de atender las diferentes categorías del negocio fiduciario, las firmas están empeñadas en ofrecer experiencias de valor a sus clientes, en un negocio que tiene como pilar la confianza.
Por ejemplo, Fiduciaria de Occidente estandarizó los productos fiduciarios de mayor demanda para facilitar a sus clientes el proceso de estructuración e inicio del negocio, a través de un producto de anticipos, a la vez que rediseñó el inmobiliario y actualmente trabaja en la cuarta cosecha de su laboratorio de innovación. Por su parte, Fiduciaria Colpatria le apuesta a una consolidación de la fiducia inmobiliaria, segmento en el que crece 47% en activos administrados, gracias a su fuerte participación en los programas de vivienda del Gobierno, mientras que Fidubogotá destaca el crecimiento de sus Fondos de Inversión Colectiva.
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Como elemento diferenciador, la fiduciaria del BBVA, con la conciencia de generar una transformación digital apoyada en un marco regulatorio que permita la distribución de fondos en los canales no tradicionales, planea lanzar en el segundo semestre del año una plataforma tecnológica que permitirá mejorar la eficiencia en los procesos.
Proyectos inmobiliarios, con regulación
La presidente de Asofiduciarias, Stella Villegas, asegura que se avanzó en la regulación del negocio de comercialización de participaciones fiduciarias a partir de proyectos inmobiliarios orientados a la construcción de hoteles y proyectos con destinos comerciales.
El objetivo es proteger al consumidor y, de esta manera, generar mayor confianza entre los inversionistas de este tipo de proyectos.La ejecutiva deja claro, además, que “la referencia a utilización de esquemas fiduciarios debe ser real y no entrar en confusión para los inversionistas”.