SALUD
Programa integral de salud en Guainía muestra un diagnóstico favorable
Tras un año de implementarse el nuevo programa de salud en Guainía, las consultas se han duplicado, el acceso a la prestación del servicio se ha incrementado y las tutelas han disminuido.
El Guainía ha sufrido desde siempre un considerable atraso en la prestación de servicios de salud integrales para sus habitantes y ello se debe, en gran medida, a que la geografía dificulta cualquier desplazamiento en la región.
Según la Secretaría de Gobierno y Administración Departamental, el territorio cuenta con 72.538 kilómetros cuadrados y 42.777 habitantes, de los cuales 85% es población indígena. Eso significa un promedio de 0,54 habitantes por kilómetro cuadrado, lo que refleja una dispersión de la población que obstaculiza el acceso a la comunidad.
Como respuesta a esta problemática, el Ministerio de Salud y Protección Social, en alianza con la Gobernación y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, diseñaron el Modelo Integral de Atención en Salud, MIAS, que permitirá mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud en lugares apartados de la geografía nacional, basado en el enfoque familiar y comunitario y en la gestión integral del riesgo.
Programa piloto
El 1º de mayo de 2016 comenzó a implementarse el primer proyecto MIAS en el Guainía. Se lleva a cabo con la EPS Coosalud como única aseguradora de la región y con la IPS Hospital San José, en alianza publico privada con la Gobernación y el Ministerio de Salud.
“Teníamos tres tipos de retos –señala Luis Fernando Correa, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios–. Uno de índole cultural: es comprender las diferencias, aprender a respetar las prácticas médicas de uno y otro lado y sacar lo mejor de los dos mundos. El segundo es de índole financiero, pues es necesario que el hospital de Inírida y los centros de salud del departamento funcionen adecuadamente y puedan implementar las nuevas tecnologías. Y el tercer desafío es de gobernanza: lograr que haya un adecuado relacionamiento entre las EPS, las IPS y la Gobernación, de modo que cada cual asuma sus competencias y saque el mayor provecho del talento humano”.
El modelo contempla por cada centro de salud un equipo de profesionales multidisciplinarios con médico familiar a cargo, enfermera jefe, médico general, odontólogo, bacteriólogo, auxiliares de enfermería, auxiliares de salud pública, sicólogo y nutricionista, quienes recorren las cuencas hidrográficas cuatro veces al año.
Los primeros resultados
El programa presenta resultados positivos en su primer año de ejecución. “El volumen de actividades de consulta se ha incrementado el 200%. Se han incorporado en cada puesto un auxiliar y un gestor de salud comunitario indígena, lo que nos ha permitido articular la medicina tradicional con la medicina ortodoxa”, afirma Jorge Gómez, presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá.
Según cifras del Ministerio de Salud, el porcentaje de acceso a prestación de servicios pasó del 17 al 65%, el número de rutas de la salud pasó de 0 a 5 y las acciones de tutelas se redujeron de 175, en 2016, a 10 en 2017. La población afiliada actual es de 45.391 habitantes.
Por su parte, Nonato Pereira, delegado de la institucionalidad indígena en materia de salud, afirma que la afiliación de la comunidad indígena está en el 95% en régimen subsidiado y que los tiempos en asignación de citas ha disminuido.
La atención primaria arrancó con la caracterización de la comunidad para analizar los peligros latentes. “Tenemos identificada una población con riesgos que era necesario intervenir de manera inmediata. Por ejemplo el 64% de las mujeres entre 18 y 35 años presenta riesgo de cáncer de cuello uterino, al tiempo que 787 personas están en riesgo cardiovascular. Se diseñó entonces una estrategia para evitar que haya desenlaces fatales, principal ganancia que ha tenido el Guainía gracias a la alianza”, explica Jaime González, gerente general de Coosalud EPS.
El aporte que esta EPS hace es parte de su responsabilidad con la comunidad, al asumir el reto de llevar salud y aseguramiento a una zona tan alejada bajo condiciones que dificultan la prestación del servicio.
El valor de la salud
El Ministerio de Salud y Protección Social, a través de un estudio realizado por la Universidad de los Andes y el Banco Interamericano de Desarrollo, calcula que llevar salud al departamento del Guainía costará 28.000 millones de pesos en el primer año, y 35.000 millones en cinco años, cuando la ejecución sea plena.
De acuerdo con cifras de Coosalud EPS, los costos de atención del MIAS Guainía –en donde se incluyen desde actividades paramédicas hasta traslados en ambulancias aéreas–, desde mayo de 2016 a febrero de 2017, fueron en total de $19.330 millones.
Coosalud y el Ministerio de Relaciones Exteriores, de otro lado, adelantan el Proyecto de Fronteras, que busca llevar la telemedicina al Guainía como solución para la asistencia en esta zona dispersa.
La inadecuada estructura física para prestar el servicio, la dispersión de la población, el difícil acceso a la población y la ausencia del componente tecnológico, han dificultado también los programas de telemedicina. Existe por ello la necesidad de contar con una UPC diferencial que cubra dichos gastos extras.