CONSTRUCCIÓN

¿Está el sector de la construcción en cuidados intensivos?

El sector de la construcción se sigue contrayendo pese a la progresiva recuperación económica del país. Este es el diagnóstico.

30 de agosto de 2018

El sector de la construcción sigue pasando un trago amargo. Las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) que se conocieron recientemente dan cuenta de una contracción de 7,6%, mientras que en el primer trimestre del año el dato fue peor: la industria cayó 8,2%, según los reportes del Dane. Todo esto terminó por entorpecer el crecimiento económico general del país, pues este sector representa 7,6% del PIB.

Sandra Forero, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), aseguró que el decrecimiento se le atribuye, por un lado, a un ajuste en la economía nacional que golpeó fuertemente el segmento medio y alto de vivienda y, por el otro, al mal comportamiento en los destinos no residenciales como locales comerciales, oficinas, hoteles, entre otros, que también pasaron un mal momento.

Las constructoras tienen varias explicaciones para las cifras negativas: de una parte, representantes de la constructora Amarilo explicaron que la caída del segundo trimestre sorprendió a todo el sector, pues se esperaba una estabilización del mercado frente a 2017. “Los factores que lo afectaron son de diversa índole. Para empezar, en ese periodo la incertidumbre política, traducida a lo económico, y el temor de los compradores por la polarización, le pasaron cuenta de cobro al mercado generando cierto miedo en la gente de invertir o endeudarse”, afirmaron fuentes de la compañía a través de entrevista escrita.

Amarilo también cree que en los segmentos medios y altos hay un importante inventario de inmuebles que le compiten al nuevo mercado.

Por su parte, la Constructora Bolívar explica que la actividad no es una isla en la economía del país, lo que quiere decir que una desaceleración generalizada afecta de manera inmediata el rubro constructor y edificador. “Hemos visto un retiro importante de inversionistas, quienes, ante la incertidumbre sobre el desempeño en el corto plazo de los indicadores macroeconómicos, prefieren liquidar sus inversiones antes que volver a reinvertir sus capitales en nuevos inmuebles”, señalalaron representantes de la firma en entrevista escrita con revista Dinero.

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Aunque el panorama sigue pintando mal, pues las ventas todavía no se recuperan, las constructoras resaltan que es un negocio cíclico y que el descenso se da en solo algunas ciudades del país. Por eso estiman que la baja en las tasas de interés ayudará a impulsar de nuevo el sector.

La salida que Camacol ve para la crisis es que el gobierno nacional tenga un buen presupuesto para cubrir el único rubro que, según Forero, sigue ‘jalando’ el sector y que ha mostrado que sirve para imprimirle dinámica: la Vivienda de Interés Social (VIS). “No solo necesitamos los recursos para el 2019, que son $1,6 billones para Mi Casa Ya y el subsidio a la tasa para la VIS, sino la continuidad en el largo plazo de los programas. Es decir, cerrar el cuatrienio que acaba de arrancar de este gobierno con mínimo 35.000 subsidios anuales para lograr que la VIS se mantenga”, detalla la presidente de Camacol nacional.

Las empresas dedicadas a la construcción de inmuebles han afrontado la parálisis del sector por medio de varias estrategias: alto enfoque a la VIS, sistema de planeación que permite adaptarse a diferentes situaciones del mercado, acompañamiento al inversionista y compradores en sus planes de amortización de cuotas iniciales, financiación, entre otros, que les ha permitido a estas empresas darles la pelea a los malos indicadores.

¿Qué se espera?

Vale mencionar que el sector tuvo un primer semestre de ajuste, lo que también hizo que las proyecciones del gremio de los constructores se modificaran; se espera que el PIB de edificaciones sea 1,3% este año, varios puntos menos que las proyecciones de comienzo de año.

Camacol espera que, en el segundo semestre, el sector venda 85.000 unidades (con mayor presencia de VIS), lo que está un poco por encima de las 83.000 viviendas vendidas en el primer semestre.

Al respecto, Carlos Molina, gerente comercial de la firma Hábitat de los Andes, cree que para el cierre del año la firma puede llegar a crecer cerca del 1%. Mientras que Luis Aurelio Díaz, gerente general de Oikos ve que las bajas tasas de interés, la posibilidad de una reducción en la carga tributaria para las empresas y un eventual aumento en el salario mínimo, podrían impulsar el consumo, generando mayores ventas para finales de 2018.

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Las constructoras esperan que la vivienda No VIS reaccione gracias a la mayor confianza sobre el futuro económico del país. El sector ha hecho la tarea para resistir la crisis, aunque el dinamismo económico no ha ayudado. La pregunta que queda es: ¿ganarán los constructores la batalla? Esa respuesta le interesa a toda Colombia.

¿Mejor panorama?

Durante el desarrollo de Expocamacol 2018, Juliana Villegas Restrepo, vicepresidente de Exportaciones de ProColombia, entidad dedicada a las exportaciones, turismo, inversión y marca país, informó que, en los próximos 2 años, Colombia va a ser uno de los líderes en la región en materia de construcción, ya que proyecta crecimientos promedio superiores a 5% entre 2019 y 2022.

“Por nuestra parte seguiremos haciendo lo que hemos venido gestionando, como promover la inversión extranjera directa y las exportaciones con valor agregado”, dijo la funcionaria, agregando que se espera un crecimiento global de la industria de la construcción de 3,7% hasta 2022. “Hay mucho para donde progresar desde la industria de materiales de construcción y es sobre todo hacia el exterior, ese es el incentivo desde ProColombia para las empresas”, explicó.