INDUSTRIA

Arturo Calle: El Amancio colombiano y su fórmula de éxito

La marca Arturo Calle celebra sus bodas de oro y su fundador y dueño analiza hacia dónde va el negocio. Cuenta sus planes y sus claves de éxito. Esta es su historia.

1 de septiembre de 2016
Carlos Arturo Calle (Gerente de Arturo Calle), Arturo Calle (Fundador de la empresa). | Foto: Alejandro Acosta

En Colombia no es fácil sobrevivir en un mercado tan competido como el de las confecciones, donde marcas tradicionales como Valher, Hernando Trujillo, Luis M. Sarmiento y Mireya Fashion han desaparecido. Sin embargo, otras como Arturo Calle han logrado consolidarse y mantenerse por más de 50 años.

Este empresario es uno de los pocos que ha podido darse el lujo de celebrar bodas de oro y seguir creciendo. Don Arturo es para algunos el “Amancio Ortega” colombiano, aunque él solo se declare un admirador del magnate español de la industria textil, dueño de Zara y otras poderosas marcas y uno de los hombres más ricos del mundo, con una fortuna calculada por Forbes y Bloomberg en US$77.900 millones.

La fórmula del éxito de Arturo Calle está definida: “tener un horizonte claro, el don de la paciencia y ser honrado”. Dinero conversó con el empresario, quien tiene un plan de expansión centrado en un nuevo formato de tiendas que revolucionará no solo el mercado local, sino el centroamericano, en donde ya incursionó. Estos son sus planteamientos frente a su negocio, el futuro de la empresa y la reforma tributaria.

Dinero - Por la expansión de su negocio, la afinidad de su marca y la consolidación que ha tenido, algunos lo consideran el Amancio Ortega colombiano. ¿Usted qué piensa?

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Amancio es un genio y yo soy Arturo Calle, normalito. Soy gran admirador de ese señor. Pasarán muchos años para que vuelva a haber otro igual. En Colombia, Arturo Calle sin esa riqueza y nombre, lo digo con toda humildad, es un hombre estilo Amancio pero a lo colombiano.

D - En estos 50 años de construcción de empresa, ¿cuáles son las tres lecciones más importantes que ha recogido?

Lo primero es tener un horizonte, fijarse qué es lo que quiere hacer en la vida, qué le gusta. Dos, tener el don de la paciencia, el dinero nunca se acabará y el mundo tampoco, entonces no hay afán de hacer riqueza en corto tiempo y, tercero, la honradez. Yo creo que esta es la mayor riqueza.

D - Hablemos de su negocio. ¿Cuál es la composición de su negocio entre lo que importa y lo que produce en Colombia?

95% de la producción es local y el restante 5% está representado en productos que requieren de un alto valor agregado y que no se pueden fabricar en el país o no hay la materia prima. Por ejemplo: maletas, lentes de sport y mancornas. La mayoría de la materia prima toca importarla porque buena parte de las empresas textileras fueron importantes y, aunque todavía lo son, desafortunadamente los gobiernos no cuidaron esa riqueza tan grande. La mano de obra más importante que tuvo Colombia en algún momento estaba en el café, las confecciones y el sector textil. Los Estados no deben dejar que se acaben las cosas buenas, porque son el combustible de un país. El dólar no nos favorece.

D - ¿De sus ingresos cuánto corresponde a exportaciones?

Las exportaciones están representadas en los negocios que estamos abriendo en Centroamérica: Panamá, Costa Rica, El Salvador y el próximo año en Guatemala. En este momento tenemos cinco tiendas y en 2017 se abrirá otra. Los próximos almacenes serán con grandes formatos con las líneas kids, leather y la tradicional Arturo Calle. El modelo se desarrolla bajo un mismo concepto, pero cada línea funciona de forma independiente con fachadas y puertas separadas que se conectan internamente.

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D - ¿Cómo le ha ido con el negocio de niños?

Muy bien, pero es un negocio que se va desarrollando con el tiempo. Es una línea que tiene éxito por la calidad del producto y su precio, pero hay que hacerlo crecer más. Es un producto que no es fácil porque tenemos la línea entre 2 y 12 años y la mayoría del tiempo estos niños están en el colegio con uniformes, lo que hace menos frecuente la compra. Pero va muy bien y es un producto muy admirado. Hoy tenemos cuatro almacenes exclusivos de la línea kids y los demás en los puntos tradicionales.

D - ¿Y el segmento femenino? ¿Ya tiene definido para cuándo?

Yo no sé si estaré en este mundo, porque los pasaportes se van venciendo, pero aspiro a que algún día la marca Arturo Calle también tenga una gran cadena de almacenes de ropa para dama. Es un proyecto que requiere muchos años de concepto, de confección, de determinar el tipo de producto, el tallaje, el tipo de almacenes y esto no es fácil y si usted va a montar algo la idea es que sea exitoso. No se puede afectar la marca masculina. Hay que tener paciencia y es un proyecto que se tiene que dar porque la mujer consume por lo menos cinco veces más que el hombre.

D - ¿Cómo va la línea de uniformes institucionales?

Es una línea importante. Hay compañías de aviación internacionales a las que les hacemos sus dotaciones, entre ellas Lan y Copa. Otro cliente importante es la cadena Decameron. La empresa tiene capacidad de responder no solo por la calidad, sino por los volúmenes y por el respaldo económico. Queremos incursionar con Avianca, con la que se trabajó en algún momento.

D - ¿Cuál es la mega de su negocio en 10 años y qué espera en materia internacional?

En 10 años me imagino una empresa mucho más grande por el nuevo concepto que estamos trabajando y con otros dos conceptos que creemos van a ser muy exitosos. No lo puedo contar ahora porque es un secreto. Lo otro es seguir creciendo, especialmente en la parte internacional. Ojalá llegáramos a México, pero muy fuertes porque no es una plaza fácil.

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D - ¿Cuántos puntos de venta tienen y cuánto proyectan en una década?

Tenemos 78 en el país y cinco afuera. Cuando uno habla de esta cifra pareciera muy poco, pero no lo es por una razón: son almacenes de grandes superficies, entre 500 y 1.000 m2 y no como los de hace unos años que eran de 70 o 100 m2. No tenemos fijada la cantidad de tiendas a 10 años, todo lo hacemos con el don de la paciencia. No pagamos arriendo y todos los almacenes se han hecho a base de reinvertir utilidades, honestidad, transparencia y cero endeudamiento.

D - Algunas empresas y grandes grupos familiares han buscado socios, no solo desde el punto de vista de sus negocios, sino incluso en materia de capital. ¿Ustedes han pensado en esa posibilidad?

Mientras yo viva, excepto que mis hijos sean muy desobedientes y no reconozcan lo que les entregó Arturo Calle y tengan esa gratitud, eso no existirá.

D - ¿Y una salida a bolsa?

Tampoco, porque usted no puede entregar la niña bonita para que se la compartan muchos. ¡No hay riesgo!

D - ¿Va a votar el plebiscito? ¿Cómo lo votará?

Sí. El voto es secreto.

D - ¿Qué opina de la tributaria?

En Colombia no existe una justicia tributaria. La culpa no es de este gobierno ni de los anteriores, es el sistema. Un país en donde muy poquitos pagan mucho es una injusticia total. Esto se debe corregir. Los que pagan lo hacen entre 65% y 70% y fuera de eso a ellos es a los que les mandan la Dian. Yo respeto a la Dian, pero si me anuncian una visita no tiemblo, porque pagamos los impuestos completos y yo por plata no voy a dejar que se me irrespete.

Dicho por el Estado, Arturo Calle es el contribuyente natural con dineros limpios que más impuestos paga en Colombia. Cuando a usted le dicen que es el mejor y por serlo lo castigan mandándole una revisión…y pagando miles de millones de pesos. Pero eso no me amarga la vida, no me trasnocha. Es una injusticia total. La evasión del IVA en Colombia dicen que es por lo menos de $20 billones y de renta también y el Estado necesita dinero, ahí está la plata, pero hay que sacar normas para que haya impuestos justos y que todos los colombianos tengan capacidad de poderlos pagar. Ojalá algún día eso sea así.

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D - ¿Cómo va el consumo?

El consumo en unidades de vestuario ha bajado para todo el mundo, debido a que por la devaluación la gente tiene menos capacidad de compra y consume menos. En mi concepto, la capacidad de compra de los colombianos en los últimos dos años se ha deteriorado en, por lo menos, 20%.