ENERGÍA

Cómo expandirá el Grupo de Energía de Bogotá su red eléctrica

El Grupo de Energía de Bogotá ejecuta uno de los más ambiciosos planes de expansión en la red eléctrica nacional. Se trata de 12 proyectos que requieren inversiones por US$1.200 millones.

21 de junio de 2018
Astrid Álvarez, presidente del GEB | Foto: Pilar Mejía

Los ojos del mercado bursátil están puestos por estos días en la esperada venta de acciones (enajenación) del Grupo de Energía de Bogotá (GEB). En el desarrollo de esta oferta pública, en marzo pasado la Bolsa de Valores de Colombia informó que en la primera etapa del Programa de Democratización de las acciones se enajenaron títulos por más de $38.000 millones. Dicha operación fue dirigida a personas que trabajan o trabajaron con la empresa y sus filiales.

Así mismo, hace unos días se publicó el reglamento para la segunda y definitiva etapa en donde se pondrán a disposición del público un total de 1,81 millones de acciones, que corresponden a 19,7% de las especies que no fueron vendidas en la primera etapa.

No hay que olvidar que el Distrito es el accionista mayoritario con 76,28% de los títulos del conglomerado de energía, y una vez enajenado 20% de estos, Bogotá mantendrá el control sobre el grupo con 56,28%.

También es necesario decir que el 20 de diciembre de 2017, el Distrito Capital aprobó el programa de democratización del 20% de las acciones del GEB.

Pero esta no es la única noticia que dará este año esta organización. A la par con el proceso de enajenación, que le puede dejar al Distrito unos $3,7 billones de recursos frescos, el conglomerado está inmerso en uno de los más ambiciosos planes de expansión de las redes de transmisión eléctrica del país.

Según fuentes de la misma compañía, se trata de 12 proyectos de expansión, de los cuales 11 son definidos por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), que buscan garantizar y mejorar la calidad de la prestación de este servicio público en el territorio nacional, así como la conexión de Ecopetrol para los campos de producción de Castilla y Chichimene en el Meta.

Adicionalmente, el conglomerado evalúa la participación en las próximas convocatorias públicas que adjudicará la Upme y la consecución de proyectos de conexión de nuevos generadores (especialmente los asociados a fuentes no convencionales renovables) y de usuarios industriales, al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

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Los 12 proyectos de expansión en desarrollo representan una inversión aproximada de US$1.200 millones.

La apuesta es tan grande como justificada, pues se trata de una unidad de negocio muy rentable que está dejando buenos números para la compañía.

Un dato para reforzar esta tesis: en el primer trimestre de 2018 la línea de negocio de transmisión de electricidad creció 42,2%, derivado de mayores ingresos de los Upme Sogamoso Norte (Betulia–Gachancipá– Soacha) y Upme Cartagena Bolívar (Cartagena – Santa Rosa).

En la actualidad, el GEB tiene una participación de 15,2% en los ingresos del negocio de transmisión de energía en Colombia. Con los nuevos proyectos en ejecución es posible fortalecer aun más esa posición estratégica.

Las fuentes de la empresa indicaron que los proyectos que desarrolla el grupo tienen por objeto garantizar y mejorar la calidad de la prestación del servicio de energía que reforzará el Sistema de Transmisión Nacional (STN) y del Sistema de Transmisión Regional (STR). El GEB explicó -además- que la compra de predios y servidumbres avanza de acuerdo con los cronogramas establecidos.

La ejecución de los proyectos contempla la construcción de 1.465 km de circuito en 500 kilovatios (kw), 855 km en 230 kw y 70 km en 110kw.

También está prevista la instalación de 2.360 megavatios de capacidad de transformación para el sistema, con lo cual el GEB pasará de tener 22 a 46 subestaciones y ampliará su radio de acción territorial de 50 a 172 municipios para el año 2023.

En resumen, las redes asociadas a los proyectos en ejecución ascienden aproximadamente a 2.390 km de circuitos en los niveles de tensión de 500 kw, 230 kwy 110 kw. Como resultado de la ejecución de los proyectos, el grupo incrementará la longitud de sus redes a cerca de 3.883 kilómetros.

En momentos en que se vive cierta incertidumbre por el lado de la generación de energía, asociado a los líos de Hidroituango, en el caso de la distribución, la construcción de los proyectos del GEB garantizan la prestación del servicio de energía, justo cuando la economía reporta mejores números y proyecciones positivas en 2019 y 2020.

Adicionalmente, con la ejecución de estas redes se disminuyen restricciones propias de la operación, permitiendo el acceso a fuentes de energía de menor costo.

En casos como el proyecto Colectora, en La Guajira, estas redes permiten la conexión de nuevos proyectos de generación, en este caso 1.050 mw de plantas eólicas.

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Con respecto a la emergencia que se vive por estos días en la represa de Hidroituango, el GEB explicó que el proyecto Suroccidente –que va desde la Subestación Medellín hacia el suroccidente colombiano– y que sirve para evacuar la energía de Hidroituango hacia esa región no se verá afectado y se está cumpliendo con los cronogramas previstos.

Así las cosas, el poderoso conglomerado bogotano no solo será noticia este año por dinamizar el mercado de capitales local, caracterizado por un pobre número de ofertas públicas, sino también por su rápido y eficiente crecimiento en el lucrativo negocio de la distribución de energía eléctrica del país.

Positivo 2018

Al cierre del primer trimestre de 2018 los ingresos consolidados del GEB alcanzaron los $830.938 millones, lo que significó un aumento de 7,7% frente al mismo periodo del año anterior.

El comportamiento del Ebitda cerró para los primeros tres meses del año en $1,1 billones, un crecimiento de 2,34%. Así mismo, la compañía reportó una utilidad neta de $342.336 millones en este lapso.

De igual forma, se anunció que TGI alcanzó US$109,9 millones de ingresos operacionales, con un crecimiento del 6,3% respecto al mismo periodo de 2017, derivados de la entrada en operación del proyecto Cusiana – Apiay y del tramo Apiay – Villavicencio – Ocoa.