ENTRETENIMIENTO
Los millones que mueve el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá
El Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá este año tendrá un costo de unos $22.000 millones. ¿Quién lo realizará, cuál es el nuevo modelo de negocio y cómo evoluciona? Radiografía.
El tradicional Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB) ha dado todo un giro, con el fin de retomar su cauce en medio de los problemas económicos que lo agobian. En la celebración de sus 30 años, se reinventa con el objetivo de volver a ser un evento económicamente viable y autosostenible.
Tuboleta asumió este reto y para lograrlo se alió con la firma organizadora de eventos Páramo. Las dos empresas echan mano de estrategias que permitan que el FITB recupere la confianza que se perdió en las anteriores versiones y que llevó a que muchos de sus patrocinadores, fieles en vida de su fundadora Fanny Mickey, decidieran abandonar el barco, debido a los cuestionados manejos administrativos y financieros de los últimos años.
Hernando Sánchez, gerente de Tuboleta, manifiesta que siempre existió una relación con el Festival, ya que durante muchos años lo comercializaron y hasta realizaron coproducciones; una de ellas Fuerza Bruta.
Ahora, cuando el festival entró en crisis, Tuboleta fue invitada por la banca de inversión Konfigura Capital, la cual fue contratada por la Corporación Festival Iberoamericano de Teatro –dueña del festival– para que manejara un encargo fiduciario, con la idea de reestructurar pasivos; pero además para que buscara un operador que desarrolle el evento.
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A mediados de 2017, Konfigura les hizo la propuesta. En ese momento inició un proceso de negociación en el que los pasivos quedaron fuera de la misma. De esta forma, Konfigura Capital con su encargo fiduciario tiene la misión de reestructurar los pasivos, que se sitúan alrededor de $13.000 millones, y Tuboleta –mediante una fiducia completamente independiente– se encarga de la operación del Festival, evento que no quieren dejar perder.
En ese momento se inició una reingeniería tendiente a que el evento cultural se vuelva autosuficiente, porque uno de los grandes problemas es que, si bien el Festival se realiza cada dos años, en ese lapso se generan gastos administrativos que afectan sus finanzas.
La alianza
La alianza de Tuboleta con Páramo obedece a la amplia experiencia de esta última en la realización de eventos con música en vivo, como el Stereo Picnic. Además, conoce bien la contratación de artistas, la producción y el mercadeo.
Sánchez precisa que Tuboleta adquirió con la banca de inversión el compromiso de fondear el festival con $2.000 millones iniciales y, además, se encargó de cancelar unas deudas que el Festival tenía con agencias internacionales de eventos anteriores, las cuales alcanzaban un monto aproximado de $570 millones; pero aclara que no tiene nada que ver con el manejo de los demás pasivos.
El Festival tiene un costo aproximado de unos $22.000 millones, de los cuales una parte se financia con la venta de la boletería, concepto por el cual esperan recaudar alrededor de $12.000 millones; la Alcaldía de Bogotá se vinculó con $2.500 millones, además de los patrocinios, que en este momento suman cerca de $1.200 millones. La empresa abrió una etapa de abonos de la cual se obtuvieron cerca de $2.000 millones, además de un aporte financiero inicial de Páramo de unos $500 millones.
Sánchez reconoce que el proceso no ha sido fácil, pues sumado a los problemas financieros que registraba el Festival y que influían en la confianza de los patrocinadores está la situación económica del país, además del tema de elecciones y el Mundial de Fútbol, al cual muchas empresas le han destinado recursos en materia de publicidad y mercadeo. Según Sánchez, hay algunas empresas que ya están haciendo sus aportes y otras están en proceso de estudio.
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“Tuboleta le está apostando al futuro para que el evento sea rentable, a pesar de que hay aspectos que han jugado en contra y es que, por ejemplo, la empresa asumió la realización del Festival a mediados del año pasado, un tiempo muy corto para montar toda la logística”, señala.
Foto: Hernando Sánchez, gerente de Tuboleta / Juan Camilo Silva, gerente de proyectos de Páramo.
Y aunque por ahora el convenio se centra en la realización solo de la presente versión del Festival, la apuesta de Tuboleta es de largo plazo y por ello la alianza con Páramo tiene varios propósitos. Las dos compañías apuntan a capturar al público joven, especialmente los universitarios, por eso una parte importante de la campaña de mercadeo se dirigió hacia los canales digitales con los cuales este público tiene un mayor contacto.
Juan Camilo Silva, gerente de Proyectos de Páramo, explica que esta empresa brinda apoyo tanto en producción como en mercadeo y manejo artístico; pero además en el logro de eficiencias y en la búsqueda de apoyo tanto público como privado.
Una de las decisiones es que este año el Festival contará con menos escenarios y funciones, tratando de concentrarse en los sitios que mayor potencial han mostrado en las versiones anteriores.
Por ejemplo, mientras en 2016 se presentaron 193 obras con más de 680 funciones, en esta oportunidad serán 43 obras y un poco más de 160 funciones. La estrategia fue recortar salas que tenían aforos muy pequeños.
De esta forma, los organizadores quieren recuperar un evento tradicional de los colombianos, con el fin de que en un futuro cercano alcance las magnitudes de cuando era dirigido por su gran gestora, la fallecida Fanny Mickey.
Momento de austeridad
Este año el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá no tendrá las mismas magnitudes de otros años. La presente edición tiene un aforo aproximado de 210.000 asistentes (sin contar teatro callejero) versus el aforo de 349.000 en 2016. Dicha reducción corresponde a un esfuerzo de los organizadores por volver más eficiente y rentable el Festival, concentrando la programación en los escenarios que históricamente han tenido un mejor comportamiento. Juan Camilo Silva, gerente de proyectos de Páramo, explica que, en cuanto a la taquilla, si bien el aforo se está reduciendo casi 40%, la baja en la taquilla potencial es menor, porque, al concentrar la programación, el precio promedio de las boletas aumenta y esto compensa. En teatro callejero este año se presentarán 41 obras en 20 localidades.
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