Universidades ahora tienen menos estudiantes matriculados

En los últimos años Colombia ha mantenido una tendencia creciente en materia de cobertura en educación superior, al pasar de 27% a 51% entre 2013 y 2017, según datos del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES). Sin embargo en el país decrece el número de estudiantes matriculados en instituciones de educación superior privada. Esa tendencia, de acuerdo con los expertos, se puede acentuar este año.

Y es que las estadísticas del SNIES evidencian que el número de inscritos ha aumentado, pero el de matriculados ha disminuido en el mismo período. Tan solo en 2017, por ejemplo, en el primer semestre se inscribieron 1‘276.557, pero solo se matricularon 487.511.

Pero, ¿qué causa este fenómeno? Para la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) hay múltiples razones. Sin embargo, a manera exploratoria, el gremio sugirió algunas como que el Plan Nacional de Desarrollo anterior contempló que, a partir del primero de enero del año pasado, el Icetex solo financiaría a los estudiantes de primer ingreso que estudiaran en universidades acreditadas. Eso dejó por fuera de la posibilidad de financiamiento a varias universidades.

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Otras explicaciones estarían en que menos estudiantes pasan de la educación media a la superior; les motiva poco entrar a la universidad porque hacerlo no garantiza conseguir un empleo; porque prefieren las microcertificaciones –certificaciones virtuales– como alternativa a la educación superior; porque los costos de la matrícula superan las capacidades de endeudamiento de las familias; y por las crecientes oportunidades de estudiar en instituciones extranjeras de alta calidad a bajo costo.

Para la Ministra de Educación, María Victoria Angulo, hay que esperar el resultado del Dane, pero parece que la pirámide poblacional ha cambiado y esto ha incidido en una menor demanda. Sostiene que el comportamiento de la matrícula en lo privado está muy ligado a los ciclos económicos. “Si se miran distintas épocas en las que la economía no ha tenido la mayor dinámica, se ve que inmediatamente afecta la demanda por la universidad privada”. Según la funcionaria, esto hace que las instituciones piensen cada vez más en llegar con ofertas distintas, ya que los jóvenes de hoy no son los de hace 10 o 20 años.

“Si seguimos trabajando en ofertas más flexibles, podríamos hacer más competitivo el sistema y más acorde con la realidad de los jóvenes. Pero depende de si estamos hablando de grandes ciudades o del sector rural”, explica.

La variable demográfica

El padre Harold de Jesús Castilla Devoz, rector de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Uniminuto, expresa que la matrícula de educación superior se ha contraído en los últimos semestres desde 2016. Asegura, al igual que Ascun, que el tema tiene muchas variables entre las cuales sobresale la demográfica, que indica que el grupo etario en condiciones de ingresar a la universidad (jóvenes entre 17 y 21 años) es cada vez más pequeño. “La demografía ha cambiado. Hay menos jóvenes”, reitera.

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Con esto coincide la rectora de la Universidad Cooperativa de Colombia, Maritza Rondón, quien dice que en 2014 el país tenía 4´356.000 personas entre los 17 y los 21 años y en 2017 esa cifra solo llegó a 4´317.000. Así mismo afirma que, en efecto, la cobertura ha crecido, pero si se mira la matrícula de primer ingreso (jóvenes que entran a primer semestre) se ve una disminución.

María Victoria Angulo, ministra de Educación. 

Agrega, al igual que Ascun, que en las cifras de 2018 aparecerá el impacto de la mencionada norma del Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno anterior. "Un gran número de estudiantes que no está en instituciones acreditadas y se quedaron sin acceso al crédito de Icetex", enfatiza Rondón.

De otro lado, Lina María Echeverri, directora de la Dirección de Marketing & Comunicaciones de la Universidad del Rosario, sostiene que el mercado ha cambiado y los jóvenes tienen ahora una perspectiva distinta, lo que también ha afectado la matrícula en las universidades. "Hoy en día los jóvenes quieren programas novedosos que se ajusten a su crecimiento personal", dice. De igual forma, indica que los estudiantes demandan rasgos distintivos de los programas y en este sentido analizan qué beneficios socioemocionales y funcionales hay que darles. Aquí entran a jugar un papel fundamental la formación en habilidades blandas y en humanística.

A reinventarse

Todo este cambio en el mercado ha llevado a que las universidades se reinventen para mantener sus ingresos en medio de esta problemática.

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Así las cosas, de acuerdo con Ascun, el sector ha presentado una gama de respuestas diversa. Esta pasa por gestiones desde las universidades privadas relacionadas con publicidad más agresiva, diversificación de ingresos a través de diferentes modalidades de extensión universitaria y una fuerte racionalización de los costos. También mecanismos de créditos, subsidios y becas amplias y variadas, alianzas con el sector privado que garantizan patrocinios de estudiantes y garantías de empleabilidad a los egresados. Convenios de movilidad y doble titulación, uso de programas gubernamentales y estabilidad en el costo o en el incremento de la matrícula.

En el caso de las universidades públicas, los acuerdos con el Gobierno logrados en 2018 buscan avanzar en la matrícula cero para los estratos 1, 2 y 3, reestructuración del Icetex, y mayor participación presupuestaria para lograr mayor cobertura.