CAPTACIÓN ILEGAL
¿Por qué las mandalas de la prosperidad son ilegales?
El delito de captación ilegal tiene mil caras y se reinventa constantemente. Chat de WhatsApp, nuevo canal de promoción.
Andrea es una estudiante de último semestre, de clase media, tiene carro, vive en un buen sector de la ciudad y cuenta con unos ahorros que le dejó su práctica empresarial para sus gastos personales, del resto se encargan sus padres. Se podría decir que no le falta nada. Un día, navegando en sus redes sociales, se encontró un post de una de sus amigas (ver imagen) que ofrecía multiplicar su dinero en cuatro días bajo el concepto de la ‘economía solidaria’.
La idea despertó su interés por ganar dinero fácil y decidió arriesgar un porcentaje de sus ahorros, “no era mucho que perder”, aseguró. A parte de entregar el capital, tenía que conseguir dos personas más para que ingresaran a la mandala de la prosperidad. Su amiga le prometió ayudarla a convencer a más personas. Nunca las consiguieron y Andrea perdió su dinero.
Hace unas semanas la Superfinanciera intervino una red de captación ilegal conocida como ‘El Telar de los Sueños’. Detectaron a dos particulares que se encargaban de la organización, promoción y recepción del dinero. Esta pirámide prometía una ganancia de hasta $96 millones. Se les ordenó la suspensión de actividades ilegales y la devolución del dinero a las personas que participaron.
En vÍdeo: Así ofrecen participar en esquema telar
De pirámide a mandala
El concepto de la pirámide ha evolucionado hasta convertirse en una estructura hexagonal, con apariencia de mandala. De esta manera, los nuevos impulsores intentan hacer creer que no se trata de una pirámide como la de DMG, sino que es una expresión de la ‘economía solidaria’ que busca el bien para la comunidad participante.
El modelo más actual tiene diferentes vertientes y manifestaciones. Algunos son exclusivos para mujeres, otros les apuntan a los neoempresarios y otros a los universitarios. Pero la esencia se mantiene. Se trata de grupos cerrados de WhatsApp donde el creador está en el centro de la mandala.
Para ingresar es necesario una llave doble: por un lado un aporte de un monto específico, con la promesa esotérica de recibir casi 10 veces lo invertido. Por el otro, conseguir a dos personas más que aporten la misma cifra inicial y a su vez consigan dos personas que repitan la misma acción.
Una vez se completa un grupo de 15 personas, la persona que está en el centro sale del grupo para crear otro y los demás suben un escalafón.
Dinero pudo hablar con varias víctimas de una pirámide que se movía a través de un grupo de chat. Todos concuerdan en lo mismo. Antes de entrar el trato es amistoso y lleno de ‘buena energía’. En una de las cadenas a las que este medio tuvo acceso se puede leer: “Gracias a tod@s por confiar y creer en este movimiento de circulación de esa energía divina que es el dinero, declaro que a todos se nos multiplique”. Acto seguido aparece el número de cuenta al que se debe consignar y la lista de las personas que ya pagaron.
Le sugerimos: Así opera la pirámide para mujeres que se promueve por Whatsapp
Sin embargo, pasado uno o dos días, la presión comienza a llegar. “Hey muchachos pilas pues, esto es de todos, para que subamos tenemos que trabajar todos para conseguir esas dos personas, heyyy, @Andres hágale pues que le falta uno, necesitamos más movimiento que sino la gente se nos va para otra mandala”, con este tipo de mensajes los administradores presionan a los que están abajo para que vinculen a las demás personas.
¿Por qué es ilegal?
“La pirámide es una forma de captación ilegal, pues recibe dinero y promete devolverlo sin dar ningún bien o servicio a cambio y sin la autorización de una autoridad competente”, ha explicado la Superfinanciera en diferentes ocasiones.
Recoger dinero de terceros y prometer doblar la inversión, sin prestar ningún servicio a cambio, no es más que vivir del bolsillo del prójimo. Si encima se promete rentabilidades de más de 100%, vale recordar que eso solo pasa en los sueños, en el telar de los sueños.
Caer en esta actividad tiene dos tipos de consecuencias que se suman a la posible pérdida del dinero. Por un lado, puede ser sancionado administrativamente por la Superfinanciera y, por otro, puede ser condenado penalmente por un juez de la República.
La Superfinanciera es la encargada de identificar la captación ilegal. A través de resoluciones puede sancionar a los directos responsables, por ejemplo, congelando sus bienes o las sociedades donde los implicados tengan inversiones. Además, pueden ordenar la suspensión inmediata de esa actividad y retener los bienes hasta que los señalados no devuelvan el dinero a todas las personas que cayeron en la pirámide. Luego, esta autoridad puede enviar la investigación a la Fiscalía y demás Superintendencias.
Lea también: La pirámide para mujeres que acaba de intervenir la Superfinanciera
En el caso de llegar al ámbito judicial, el tipo penal incluye diversos verbos. “El que desarrolle, promueva, patrocine, induzca, financie, colabore o realice cualquier otro acto para captar dinero del público en forma masiva y habitual, sin contar con la previa autorización de la autoridad competente, incurrirá en prisión de 120 a 240 meses y multa hasta de 50.000 salarios mínimos”, se lee en el artículo 316 del código penal.
En esta lógica todas las personas que participen podrían ser sujeto de investigación. Aquel que se deje convencer e invierta, tiene que “promover, patrocinar, colaborar” para que otras personas entren y así recibir el dinero.
Para las autoridades es complicado entrar a investigar este tipo de pirámides, pues se trata de redes cerradas, en grupos de WhatsApp en su mayoría, donde solo tienen acceso los miembros del telar.
Por eso es tan importante denunciar este tipo de irregularidades, lo cual se puede hacer anónimamente a través de la página web de la Superintendencia o al correo electrónico super@superfinanciera.gov.co.
Como Andrea, muchas personas piensan que se trata de un juego, como ir al casino. En realidad, el riesgo es muy alto. ¿Realmente vale la pena?.