Así serán los aeropuertos de Colombia en el 2030

Tras varios años de análisis y conversaciones con protagonistas de la industria aérea del país, la Aeronáutica Civil tiene listo el plan de obras y proyectos que emprenderá el sector de acá al año 2030. La idea es poner al país a la altura del crecimiento del tráfico y de las necesidades y tendencias del siglo XXI.

Dinero conoció buena parte de las obras que se emprenderán y que tienen como propósito principal atender los cerca de 100 millones de pasajeros que se proyecta circularán por los aeropuertos de Colombia en 2030; es decir, en apenas 12 años.

Está claro que Colombia no es un buen centro de conexiones terrestres en el Continente debido a la complejidad geográfica. Sin embargo, su ubicación en América le brinda grandes oportunidades en conexión aérea. Ese potencial es el que se quiere aprovechar.

“En Bogotá visualizamos una ciudad región en donde operarán de manera coordinada Guaymaral, El Dorado 1 y 2 y helipuertos públicos a lo largo y ancho de la ciudad”, anticipó a Dinero el director de la Aerocivil, Juan Carlos Salazar.

En cuanto al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, que atiende a Cali, se planea al año 2030 construir una segunda pista e infraestructura física adicional. La idea es que este terminal aéreo se convierta en punto de conexión ideal con Asia y Oceanía.

La otra infraestructura que recibirá una nueva pista y ampliación de las terminales es Rionegro, que sirve a Medellín. En este caso, la Aerocivil proyecta a este aeropuerto como un centro de conexión de todo el Continente.

Pero no son los únicos terminales sujetos a inversión. Para las ciudades de Barranquilla y Cartagena se prevén desarrollos complementarios a los actuales, debido a su potencial turístico y económico. En el caso de la capital del Atlántico, ya se adelantan algunas obras de mejoramiento y ampliación, mientras en Cartagena se planea construir un nuevo aeropuerto; hay una APP de Odinsa marchando en ese frente.

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Santa Marta no se queda atrás, la idea del Gobierno es ampliar ese aeropuerto e incluso la pista en donde solo pueden aterrizar en la actualidad aviones tipo A320. “Buscamos que existan vuelos intercontinentales en el Simón Bolívar de Santa Marta, pero para eso es necesario sacar adelante un proyecto ambicioso que implicaría modificar la bahía para ampliar la pista”, dijo Salazar.

  El director de la Aerocivil, Juan Carlos Salazar. Foto: Dinero. 

Para sacar adelante este plan serán necesarios recursos millonarios tanto en aeropuertos a cargo de la Aerocivil como en los 15 concesionados. En ese sentido, el presupuesto de la Aerocivil para los próximos 4 años es de $3,8 billones que se materializarán en 60 proyectos de inversión para la compra e instalación de equipos de aeronavegación y nueva infraestructura. Estos 60 proyectos saldrían a contratación este mismo año y se está a la espera de unas vigencias futuras. Sin embargo, acá no se incluyen los planes del sector privado. La constructora Odinsa tiene previsto someter a estudio de la ANI un ambicioso plan que incluye una tercera pista en el aeropuerto de Bogotá, un nuevo terminal (El Dorado 2) y nuevas ampliaciones en el actual terminal aéreo que recibe unos 35 millones de pasajeros por año. Esta compañía también quiere construir una vía perimetral en el occidente de la Sabana de Bogotá y así descongestionar parte del tráfico. La ANI y Aerocivil ya tienen mesas de trabajo para este tipo de iniciativas y se busca que más empresas entren en la puja por estas obras.

Las nuevas tendencias

Las nuevas tecnologías en navegación exigen estar a la vanguardia. Dentro del plan estratégico del Gobierno a 2030 se incluye todo un desarrollo de la industria de los drones. En los últimos dos o tres años la política ha sido la de restringir la circulación de este tipo de aparatos, pero el uso masivo de estas tecnologías está poniendo los cimientos de toda una actividad económica. “Será tan grande en el futuro como la propia Aeronáutica Civil”, dijo Salazar, refiriéndose no solo a la entidad sino al sector como tal.

El director explicó que se desarrollará un esquema regulatorio que permita potencializar servicios, fabricación y tránsito de estos aparatos. Ya el Ministerio de Defensa trabaja con multinacionales para fabricar estos drones con aplicaciones militares y civiles, pero otros países ya tomaron vuelo.

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En el tema de drones se trabajará en varios frentes: directrices y regulación, operación a baja altura y poco peso y protección de ciertas áreas. “Apuntamos a un espacio aéreo donde puedan operar de manera integrada los drones con la aviación comercial (distintas alturas) y con los mejores estándares de seguridad”, dijo el director. Incluso, se viene pensando en implementar tecnologías como el control aéreo remoto.

Ahora, solo queda ‘aterrizar‘ este gran plan a los contratos.

Por las nubes

El tráfico aéreo seguirá creciendo en Colombia. Según el Consejo Mundial de Aeropuertos, Colombia es el cuarto país con la más alta proyección de crecimiento de tráfico aéreo en los próximos 22 años. No hay otro país en América Latina que tenga esta proyección y está por encima de países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Indonesia, China, Malasia y Filipinas. En promedio, se prevé que cada año aumente el tráfico 7,1%, muy por encima de la mayoría de países. Solo hay un antecedente y es que entre 2005 y 2016 se pasó de 12 a 35,7 millones de pasajeros.

En carga también está la proyección de duplicar el volumen al año 2030. Se pasaría de unas 660.000 toneladas a 1,2 millones de toneladas.

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