Si bien la tarea se ha venido haciendo, lo cierto es que falta mucho camino por recorrer para alcanzar la meta de ser el tercer país más competitivo de la región en 2032, meta propuesta desde 2006. Hoy es quinto.
Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad (CPC), considera que la competitividad es una carrera en la que también otros dan pasos hacia adelante y, en la medida en que no se avance rápido, los demás irán ganando posiciones.
El más reciente informe presentado por el CPC pone al descubierto las debilidades que aún tiene el país en cuatro aspectos puntuales: educación, infraestructura, ciencia, tecnología e innovación y el tema tributario.
Precisamente, uno de los puntos de partida para mejorar en el ranking es la educación. En este campo, los problemas van desde la cobertura, pasando por la calidad y la pertinencia. Esto lo que indica es que hay niños que deben ir al colegio que no lo están haciendo; en las mediciones internacionales al país no le va bien y, como si fuera poco, se está capacitando gente en áreas que muchas veces no se necesitan.
Son tan dicientes los datos, que la tasa de cobertura en educación primaria indica que de cada 100 niños, 16 no van a la escuela, constituyéndose en el indicador más preocupante.
En pertinencia se evidencia un déficit en la oferta de técnicos y tecnólogos con relación a la demanda. En 2014 había 708.000 personas desocupadas o inactivas con título de técnico o tecnólogo; sin embargo, se demandaron al menos 1,2 millones de técnicos o tecnólogos en 2014.
Los análisis indican que mientras hay un 11% de oferta para estas personas, la demanda alcanza 57%. En conclusión: solo hay un técnico o tecnólogo desocupado por cada cuatro vacantes que requieren ese nivel de formación.
Bien en vías
Otro es el tema de infraestructura, en el cual, aunque se ha avanzado, falta mucho por hacer. Con la puesta en marcha de los proyectos de construcción de las vías 4G, el país podría dar un gran salto en competitividad. Pero esto no es suficiente si no mejora en logística, señala Antonio Celia, presidente de Promigas. y del Consejo Directivo del CPC.
La implementación del Programa 4G permitirá ahorros en promedio de 30% en los recorridos. Aun así, en opinión de Rosario Córdoba, es necesario reducir los tiempos muertos en los puertos para que los ahorros se traduzcan en mejoras significativas.
Las cifras muestran que en este momento, por ejemplo, el tiempo de recorrido entre Bogotá y Buenaventura es de 20,5 horas, luego de las 4G podrá llegar a 14,9 horas; sin embargo, estas mejoras se verán empañadas si no se reduce el tiempo de espera, que en promedio es de 8,5 horas.
Frente a este panorama, para Córdoba es claro que se requiere implementar una agenda de competitividad logística que permita convertir el sector de transporte de carga en un sector de talla mundial.
Altos tributos
Pero si la educación y la infraestructura resultan temas clave, no menos importante es el tributario, que este año tomó el liderato en los inconvenientes que registran los empresarios para hacer negocios.
Rosario Córdoba señala que hay empresas que están pagando tasas de tributación altísimas, que en algunos casos alcanzan hasta 75%, pero a pesar de esto el recaudo es bajo.
Datos de la Dian indican que 3.441 empresas son responsables de 68% del recaudo, mientras 332.825 representan 18% del mismo y las personas naturales aportan 14%.
Por esta razón, los empresarios recomiendan que se amplíe la base, no solo con empresas que entren a tributar sino también de personas naturales.
Sin embargo, lo más complejo no pareciera ser eso. Hay un aspecto que resulta muy preocupante y es que Colombia tiene una tarifa del impuesto de renta muy superior a la de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), e incluso a los de la región.
Datos de la Ocde y la Cepal indican que mientras en esta organización este impuesto promedio es de 25,5%, en los países de la región alcanza 27,2% y en Colombia ya llega a 43%. Lo que más preocupa es la tendencia, porque mientras en la Ocde, como en Latinoamérica, ha mostrado inclinación a la baja, en el país la tasa se ha incrementando en los últimos años.
Falta innovación
Un último capítulo es el de ciencia, tecnología e innovación. Según datos del Dane, 73,6% de las empresas del sector manufacturero fueron clasificadas como no innovadoras en 2012. Preocupa que la tendencia va al alza, pues en 2010 era de 60%, mientras en 2008 no alcanzaba 57%.
La conclusión del informe del CPC es que se requiere de mayor inversión para este rubro. Cálculos del Consejo indican que los recursos privados, por ejemplo, deben incrementarse en más de 100%. En 2014 la cifra fue de $5,9 billones y de aquí a 2018 debería ubicarse en $11,8 billones
Uno de los más recientes avances en este sentido es que el Gobierno tiene listo el borrador de un Conpes para definir la estrategia en este frente. Al respecto, el viceministro de Desarrollo Empresarial, Daniel Arango, señala que en este documento se plantean estrategias dirigidas a generar capacidades en los empresarios para que entiendan cómo adelantar procesos de innovación.
Dice que entre septiembre de 2012 y 2015, el Ministerio de Comercio ha invertido más de $377.000 millones para fomentar la innovación a través de programas como Innpulsa.
En general, el funcionario destaca los avances del país en diferentes rankings como Doing Business y el Foro Económico Mundial. En este último estudio el país mejoró cinco posiciones ubicándose en el puesto 61 entre 140 economías. superando a Perú y Brasil. El debate está abierto y será necesario trabajar en varios frentes para mejorar los índices.