IMPUESTOS

Colombianos vienen renunciando a su nacionalidad, ¿a qué se debe el fenómeno?

Muchas personas vienen renunciando a la nacionalidad colombiana. ¿Tienen algo que ver los impuestos con esta tendencia?

2 de febrero de 2017
Santiago Rojas, Director de la Dian. | Foto: Alejandro Acosta

Existen muchas razones para que una persona decida naturalizarse en un país: las condiciones de vida que ofrece, el nivel de desarrollo y de servicios, el clima o la infraestructura. Dentro del portafolio de posibilidades hay que incluir otro factor: el nivel de tributación.

El fenómeno es universal. Son muchos los multimillonarios y hombres de negocios que buscan paraísos fiscales con el objetivo de reducir el nivel de impuestos que tienen que pagar. Otros pueden buscar un país cuando pasan a la edad de jubilación y quieren disfrutar descansando.

Sin embargo, ¿cuáles son las razones para renunciar a la nacionalidad? Algunos lo pueden hacer por razones morales como, por ejemplo, renunciar al pasaporte de un país gobernado por una dictadura. Otros pueden hacerlo cuando las reglas de los tributos cambian y les afectan duramente el bolsillo. En Francia, un grupo de famosos y millonarios, como el actor Gérard Depardieu, renunció en 2012 a ese pasaporte por cuenta de las nuevas cargas fiscales que había impuesto el gobierno a sus ciudadanos.

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¿Está pasando lo mismo en Colombia? Recientemente se ha señalado que muchos colombianos vienen renunciando a su nacionalidad. Según las cifras de la Cancillería, entre los años 2000 y 2016, 10.362 personas renunciaron al pasaporte colombiano. Si bien la tendencia en este fenómeno estuvo al alza entre 2007 y 2013, año en el que se registró el máximo histórico, con 1.463 ciudadanos que abandonaron la nacionalidad, a partir de ese año la línea empezó a caer, y el año pasado 532 colombianos hicieron el trámite (ver tabla).

¿En esta tendencia tienen algo que ver las modificaciones al estatuto tributario y el reciente incremento de impuestos? Para Santiago Rojas, director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), no hay ninguna razón para que renunciar a la nacionalidad colombiana represente un alivio en los impuestos.

“Los impuestos a las personas naturales en Colombia están dentro del promedio internacional, inclusive más bajos que los de países desarrollados. Además, no tiene ningún sentido renunciar a la nacionalidad, porque uno no paga impuestos en Colombia por la nacionalidad, paga por unas reglas específicas de residencia: si estuvo más de 183 días en el país o si tiene más de la mitad del patrimonio en Colombia”, explicó Rojas.

De acuerdo con la cancillería, las implicaciones de renunciar a la nacionalidad colombiana son varias. En respuesta a una consulta de Revista Dinero, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que el primer hecho es que la persona empieza a ser considerada como extranjero, por lo que pierde automáticamente los derechos y obligaciones como nacional colombiano, lo que implica algunas restricciones establecidas por la Constitución, por ejemplo, no votar en las elecciones nacionales.

“En relación con las obligaciones, deberán someterse a la normatividad correspondiente a su nuevo estatus migratorio. Así, en caso de permanecer en territorio colombiano, deberán solicitar una visa y adelantar el trámite de expedición de una cédula de extranjería para su identificación en el país”, explicó la Cancillería.

Otra implicación es que, al renunciar a la nacionalidad, las personas tendrán que actualizar la situación catastral de sus bienes muebles, inmuebles, cuentas bancarias y afiliaciones, con los documentos que los identifican como extranjeros.

Un hecho confirma que no es el volumen de impuestos que paga una persona natural en Colombia lo determinante para seguir en el país: hay una ola de solicitudes para acceder a la nacionalidad colombiana. Según la Cancillería, el año pasado se registró la vigencia de mayor número de nacionalizaciones de extranjeros en el país, con 544. En total, durante este siglo 2.469 extranjeros han recibido la nacionalidad colombiana.

Si no es el monto de los impuestos, ¿cuál es el problema que están enfrentando algunos contribuyentes que están renunciando a la nacionalidad por razones de impuestos?

Tecnicismo jurídico

Lo que ha ocurrido está relacionado con una reforma al artículo 10 del Estatuto Tributario, incluida en la ley 1607 de 2012. En esa modificación se cambiaron las reglas del juego que afectan a algunas personas que cuentan con doble pasaporte. Según un experto tributarista que pidió no ser citado, el artículo 10 del Estatuto tributario se refiere a las reglas para aplicar a la residencia fiscal; es decir, las normas que definen quién debe pagar impuestos en el país.

“Antes de la reforma, los que pagaban impuestos en Colombia sobre sus rentas globales eran los que hubieran pasado más de seis meses en el país; era una norma bastante simple. Pero la reforma de 2012 sofisticó bastante la regla, a tal punto que para los colombianos que ya tenían otra nacionalidad o que tenían otra residencia fiscal lo más eficaz tributariamente hablando era la renuncia a la ciudadanía colombiana. Si no lo hubieran hecho así, les tocaba demostrar un montón de cosas y tendrían que tributar en Colombia sobre renta globales”, señaló el experto.

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Así, por ejemplo, hay colombianos que viven o tienen residencia fiscal en Panamá o en Estados Unidos, pero no viven allí; a ellos les quedaba difícil demostrar que pagaban impuestos en esas jurisdicciones. Con la norma quedó establecido que, si estas personas no certifican que son residentes fiscales en otros países, quedan gravadas en Colombia.

“Eso obligó a muchos colombianos a renunciar a la nacionalidad y a quedarse con nacionalidad panameña, estadounidense o de un país europeo para no pagar impuestos en Colombia; la norma les exigía que para no tributar en Colombia tenían que demostrar que estaban pagando impuestos en otra jurisdicción y eso muchos colombianos no lo pueden hacer”, dijo el tributarista consultado.

El efecto de esa medida es que muchos colombianos corrían el riesgo de pagar impuestos sobre sus rentas y activos en otros países, lo que implica doble tribuación. Es posible atribuir a este hecho que en 2013 se hubiera registrado el mayor número de renuncias a la nacionalidad en la historia; en esa vigencia, un total de 1.463 ciudadanos renunciaron a su pasaporte colombiano.

“Es decir, si yo soy colombiano y no puedo demostrar que estoy pagando impuestos en otro país que no sea paraíso fiscal, el gobierno colombiano lo considera residente fiscal aquí y así tiene que pagar impuestos sobre todo lo que tiene. Por eso se efectúa la renuncia a la nacionalidad, para salir de ese segundo grupo: cuando renuncio a la nacionalidad solo me quedo con el criterio de los 183 días”, explicó el experto.

La norma de 2012 se justifica como parte de un paquete de medidas que buscaba normalizar los activos que muchos colombianos tenían en el exterior y sobre los cuales no pagaban impuestos.

Aun así, el efecto no parece ser generalizado, pues desde la aparición de la norma, los que han renunciado al pasaporte criollo han sido algo más de 3.300 personas, y en las últimas dos vigencias el número de solicitudes volvió a los niveles normales de antes de 2012.

Así que la renuncia a la nacionalidad colombiana está relacionada con una medida específica que afectaba a un grupo de contribuyentes con doble nacionalidad y que no podían certificar su residencia fiscal en otro país, por lo que terminaban pagando impuestos sobre todo su patrimonio.

Aunque son muchos los que se quejan por el nivel de impuestos en Colombia, es claro que la carga tributaria en el país sigue estando por debajo del promedio internacional y que no hay riesgo, por ahora, de que muchos abandonen el barco por razón de las elevadas cargas. Habrá que ver los efectos de la nueva reforma.

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