MIPYMES
Los retos que enfrentan las mipymes en Colombia
Mejorar la productividad, innovar y ampliar los mercados son tres de los desafíos de este segmento empresarial en un panorama con complicaciones para el país.
En Colombia, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) desarrollan su actividad productiva en medio de una paradoja. De un lado, su aporte a la economía es incuestionable pero, por el otro, existen condiciones y entornos que disminuyen su competitividad y no les permiten ser el motor que podrían ser, sobre todo en épocas de desaceleración como la actual.
Mientras este segmento de empresas, que representa más de 90% del sector productivo nacional es responsable de 35% del PIB y genera 80% del empleo, según el Dane, por el otro, su capacidad de producción está restringida por factores internos y externos, así lo ven diferentes actores de la vida económica nacional.
Sergio Clavijo, presidente de Anif, asegura que el primero cobija a los dueños. “Las 22 mediciones realizadas hasta la fecha de la Gran Encuesta Pyme (GEP) de Anif revelan varias falencias de las Pymes del país. En primer lugar aparece la visión de muy corto plazo que tienen este tipo de empresarios. El empresario Pyme hace muy poca planificación de su negocio a más de seis meses-un año, lo que reduce sus posibilidades de crecer”, explica.
En la práctica, según agrega, en este tipo de empresas la prioridad es atender los asuntos del día a día, dejando de lado temas que pueden marcar diferencia en los mercados como la generación de valor agregado.
Lea también: ¿Por qué es urgente combatir la informalidad en Colombia?
“Esto se refleja en indicadores como los financieros donde, según la GEP 2006-2016, cerca de 60% de las Pymes del país de todos los sectores solo pide prestado para cubrir su flujo de caja de corto plazo, pero no para ninguna actividad innovadora o de expansión (como remodelación o adecuaciones)”, asegura.
Un tercer factor que las afecta es el bajo nivel de diversificación de los mercados. “Por ejemplo, cuando se les pregunta a las Pymes colombianas por la importancia para su negocio de mercados diferentes a los de la ciudad de origen de la empresa, menos de 45% responde que estos son importantes, según la GEP del segundo semestre de 2016. Y en el caso internacional es peor: menos de 7% responde que estos mercados son importantes”, advierte Clavijo.
Rosmery Quintero, presidente de Acopi, considera que en las Mipymes predomina la escasa sofisticación de su aparato productivo, la falta de una cultura exportadora y la informalidad laboral.
Los retos
Frente a este panorama, en un año que plantea dificultades de todo tipo, los retos para estas empresas son diversos. “Sobrevivir y crecer en un mercado que es cada vez más exigente en términos de productividad y competitividad, soportando unas altas cargas tributarias, altos costos laborales y falta de flexibilización laboral”, asegura Quintero.
La directiva gremial considera que “es muy importante la participación de las Mipymes” en el reto que se ha impuesto el país de alcanzar en 2018 exportaciones de bienes y servicios no minero-energéticos por US$30.000 millones. “Frente a esto, las Pymes deben seguir apostándole al mejoramiento de los procesos de gestión y al desarrollo de la innovación en sus productos y servicios”, agrega Quintero.
De acuerdo con Julián Domínguez, presidente de Confecámaras, el mejoramiento de la productividad debe ser la apuesta sectorial. Para ello, recomienda avanzar en la generación de valor agregado e innovador y en un aporte de las autoridades en todos los niveles.
“De allí la necesidad de que las políticas regionales de desarrollo empresarial impulsen la formación de capital humano calificado y la innovación. Además, el país debe seguir avanzando en el fortalecimiento de la institucionalidad para el desarrollo productivo y propender por la consolidación de los procesos de asociatividad empresarial, principalmente aquellos relacionados con las iniciativas clúster priorizadas por los departamentos”, aseguró.
Foto: Rosmery Quintero, Presidente de Acopi; Julián Domínguez, presidente de Confecámaras; María Claudia Lacouture, ministra de Comercio
En un año en el que el crecimiento de la economía del país tiende a la baja, las Mipymes aparecen como una ficha vital para darles vuelta a las previsiones, pero hay que posibilitarles el juego.
Formalizarse, la clave
Frente a los retos de las Mipymes en el país, María Claudia Lacouture, ministra de Comercio, Industria y Turismo, asegura que el gobierno nacional se trazó el objetivo de “lograr una Colombia moderna”. Para lograrlo, según explica, el aparato productivo del país deberá “diversificar y sofisticar nuestra oferta de productos y servicios, dependiendo cada vez menos de las exportaciones minero-energéticas y de variables como la tasa de cambio”.
De acuerdo con la funcionaria, la meta del cuatrienio 2014-2018 es que cerca de 2.000 Mipymes en el territorio nacional mejoren su productividad en 15%. Este plan requerirá de una mejoría “significativa” de su capacidad de innovación, de su capital humano y de que estas se inserten en las cadenas de valor locales, regionales y/o globales.
Entre las acciones adelantadas por el Ministerio para alcanzar este objetivo figura la formalización de las empresas en un contexto en el que un “74,6% de los micronegocios no tienen ningún registro ante cámara de comercio”, explica. De acuerdo con Lacouture “desde la entrada en vigencia de la Ley 1429 de 2010 y la implementación de la estrategia para la formalización, más de 976.075 empresas en Colombia han podido acceder a los beneficios de la formalización empresarial”.
Además, para fortalecer esta cultura y crear competencias entre los proveedores que mejoren su productividad y los haga más competitivos, se desarrolla el programa “Encadenamientos Productivos Formales”.
“En 2016, este programa logró que 40 empresas del sector textil y confecciones en Antioquia y Bogotá incrementaran su productividad en un promedio de 48%, aumento en número de clientes y en el número de productos manufacturados. Adicionalmente, estas empresas lograron disminuir en promedio 31% el tiempo de entrega de sus pedidos, 83% inició la aplicación de normas Niif en sus procesos de contabilidad, 65% estructuró o mejoró su modelo de negocio y 63% inició la implementación del sistema de seguridad y salud laboral. Las 40 empresas emplean actualmente a 1.034 personas”, agregó.
Para continuar con la modernización de las Mipymes, la funcionaria explica que este año se ejecutará un plan que incluye acciones como la lucha anticontrabando, el aumento de la formalización en las cadenas productivas y la reducción y simplificación de trámites.
Lea también: Pequeños y medianos empresarios, tomen internet por los cachos