En el Valle del Cauca la economía creativa mueve cerca de $5 billones anuales

Debido a la crisis económica que vivió el país en 1999, Diego Ramírez, un ingeniero industrial que desde la época escolar soñaba con hacer cine, aprovechó la difícil coyuntura que vivía el país, empacó sus maletas y tomó una decisión que, en su momento, resultaba una idea descabellada: estudiar producción en Nueva York.

“Desde pequeño me quedaba como zombi, atrapado en la película que acababa de ver, y pensaba que quería producir la sensación de capturar las mentes de las personas para contarles un relato”, cuenta este caleño de 46 años de edad, que hoy es un reconocido productor de películas, como Perro come perro, Todos tus muertos y Ciudad delirio. La empresa de la que es socio fundador, 64-A Films, es hoy una de las compañías creativas más relevantes del Valle del Cauca: en 2016 facturó $8.214 millones, le apuesta a contenidos web y además está próxima a producir televisión.

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Este es uno de los ejemplos de lo que hoy hace el Valle del Cauca en materia de economía creativa: un negocio que mueve cerca de $5 billones anuales y que agrupa a 8.847 empresas, de acuerdo con cifras de Cali Creativa, una plataforma que impulsa este tipo de negocios en la región. “Nos concentramos en la fortaleza creativa de la ciudad, especialmente, y vemos hasta dónde la podemos llevar”, afirma Jacobo Álvarez, director de la plataforma.

Y la creatividad no tiene límites. Tanto así que uno de los escenarios de este tipo de compañías será Zonamerica, la primera zona franca de servicios globales desde Colombia hacia la región, en la que se invertirán US$350 millones, en un espacio de 173.000 metros cuadrados distribuidos en 18 edificios. El primer edificio se inaugurará en mayo de 2018.Las empresas que se instalarán allí corresponden a sectores como software, BPO, centros de servicios compartidos (unidades de multinacionales que concentran en un solo lugar las funciones administrativas), empresas de e-commerce y servicios profesionales en general.

“La decisión de apostarle al Valle es el resultado de analizar dónde encontrábamos un volumen de graduados que pudiera suministrar la mano de obra necesaria para nuestros clientes. Luego de ver varias ciudades de Colombia, costos y posibilidades de terreno, decidimos que Cali era la mejor opción, porque en el sur de la ciudad se concentra un número importante de universidades y más de 11.000 graduados por año”, afirma Jaime Miller, CEO de Zonamerica Colombia, empresa con capital uruguayo y con participación accionaria de Carvajal, su socio colombiano.

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Y cómo hablar de economía creativa sin mencionar la salsa. Según Andrea Buenaventura, directora de la Fundación Delirio, uno de los proyectos más reconocidos en al menos 19 países, que ha logrado más de 500.000 espectadores y cuyos ingresos subieron 38% entre 2015 y 2016, de acuerdo con cifras de la Cámara de Comercio de Cali. “Cali tiene una tradición del baile de cerca de 50 años: 60 escuelas de baile que están ubicadas en 16 de las 22 comunas y eso te puede estar dando cerca de 2.500 bailarines profesionales. Uno como empresario ve que hay ese insumo para construir su producto cultural, ahí está todo para hacer”, afirma la creadora de este proyecto que combina el baile, la música y el circo para darle una connotación universal.

Así, la economía creativa nació en la región para internacionalizarse.