AGRO

Las frutas exóticas, potencial exportador de Colombia

La diversificación resulta clave para llegar a más mercados con mejores precios.

2 de septiembre de 2015
El país debe enfocarse en nuevos productos y mercados de exportación.

El país podría obtener un mayor provecho del campo mediante la diversificación de cultivos y el procesamiento de los productos para que ganen valor agregado. Por ejemplo, como noveno productor mundial de frutas exóticas, Colombia tiene un enorme potencial.

La última semana de julio, por ejemplo, salieron de Colombia los primeros cargamentos de uchuva sin tratamiento en frío hacia Estados Unidos. Esto quiere decir que la fruta no tendrá que estar 14 días en cuarentena en un refrigerador en el puerto de llegada. Además, evita que pierda frescura y reduce en 40% los costos de exportación. Esa es una oportunidad que no se puede desperdiciar y que se podría replicar en otros productos.

De los principales cereales (maíz, sorgo, cebada y trigo), en 2014 Colombia importó 6’177.517 de toneladas frente a 1’814.389 de toneladas que produjo. Si bien el país aumentó su producción en 1,22% entre 2013 y 2014, la cifra frente a las importaciones sigue siendo modesta. El último año en el que Colombia tuvo una balanza comercial positiva en este rubro fue 1993.

Ejemplos como los anteriores muestran que el país debe enfocarse en nuevos productos y mercados. Competir internacionalmente con el maíz de Estados Unidos es una carrera cuesta arriba, pero Colombia puede crecer en otros sectores. Según un estudio llevado a cabo por la Cámara Procultivos de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) y la ONG Technoserve, el principal potencial agrícola de Colombia está en la palma africana, el cacao y el mango. De estos tres, la palma africana se encuentra actualmente entre los ocho productos que componen 70% de la producción agrícola nacional, junto con las flores, banano, café, azúcar, arroz, papa y maíz.

María Helena Latorre, directora ejecutiva de Procultivos, dice que “lo que queremos con esta priorización es apostarle a algo en concreto, así como Costa Rica le apostó a la piña. La palma africana, el cacao y el mango producen US$1.458 millones. En 2025 deberían producir US$3.150 millones. Este cálculo se hizo según lo que el mundo está dispuesto a pagar”.

Para buscar ejemplos de diversificación y de valor agregado en los productos, no hay que ir muy lejos. En Costa Rica, la piña destronó desde 2012 al café y al banano como el principal producto agrícola de exportación. En Ecuador, según lo informa Latorre, algunos compradores europeos han llegado a pagar hasta US$60.000 por tonelada de cacao de alta calidad. El cacao colombiano es uno de los más finos del mundo y así lo reconoce la industria global que depende de ese producto. El año pasado, el cacao de Tumaco que produce la Asociación Cortepaz de ese municipio obtuvo el premio Excelencia Extranjera en el Salón del Chocolate en París.

Esto demuestra que las asociaciones campesinas, bien organizadas, pueden llegar muy lejos. Nariño, Santander y Bolívar son los otros departamentos donde se puede obtener cacao de gran calidad. África –el principal productor– no da abasto para satisfacer la demanda y la oportunidad está sobre la mesa.

Pero el desarrollo del campo no es solo un asunto de uso de la tierra y subsidios. Como lo señala Rafael Mejía, presidente de la SAC, el enfoque debe ser transversal, porque requiere de atención por parte del Estado en temas que le competen a varios ministerios y organismos, como seguridad, transporte, educación, crédito e infraestructura de carreteras, distritos de riego, silos, plantas de secamiento, puertos y aduanas.