EDUCACIÓN

300 estudiantes 'varados' en Bucaramanga piden poder viajar a sus departamentos

Los universitarios necesitan viajar a sus casas, su situación económica en Bucaramanga es insostenible. Piden un corredor humanitario.

15 de mayo de 2020
La UIS aseguró que los estudiantes que accedieron sin ningún costo a las rutas de transporte. | Foto: UIS

La situación de cientos de estudiantes universitarios en Bucaramanga es preocupante. El aislamiento preventivo que se unió con la cuarentena los dejó lejos de sus casas. Sus familias están en otros departamentos como Boyacá, Atlántico, Valle del Cauca, Cundinamarca y Nariño, y por el cierre de fronteras y el aislamiento obligatorio, no han podido volver.

El concejal Danovis Lozano, elegido por el Partido Verde y estudiante de la Universidad Industrial de Santander, asegura que en la ciudad hay 300 estudiantes que están ‘varados’ en una difícil situación económica. “No solo son de la UIS, también de las universidades privadas, se necesita que se habilite un corredor humanitario para que puedan volver a sus casas”, dijo a SEMANA.

Los recursos de muchos, que antes de la pandemia ya eran limitados, se están agotando, necesitan dinero para alimentarse y hospedarse, pero sobre todo para volver a sus casas con su familia. “Muchos me han escrito que se están quedando sin comida, que no tienen cómo pagar el arriendo y se están endeudando”, cuenta Lozano.

Kelly Cala, estudiante de noveno semestre de Ingeniería Química de la UIS, asegura que en junio se le vence el contrato de arrendamiento. Antes de la pandemia vivía con dos estudiantes más, también de otras ciudades, pero ellos ya lograron viajar a sus casas, así que toda la carga económica le quedó a ella. “Necesito irme, porque se acaba el arriendo y para dónde voy a coger, dónde voy a vivir. Soy de Santa Marta, mis papás ya no pueden seguir enviando dinero”, dice.

Su hermano menor logró viajar de El Socorro hasta Bucaramanga, cursa primer semestre de ingeniería Industrial en la UIS. Así que los dos necesitan viajar a Santa Marta, sin embargo no tienen permiso para, el pasado miércoles llenaron un formulario solicitando el aval para trasladarse, pero todavía no han obtenido respuesta. “Los pasajes están muy caros, normalmente valían 60.000, pero ahora valen 160.000 para cada uno. En estas circunstancias tocará hacer el esfuerzo de pagarlos”, dijo Kelly.

Una situación similar vive Laura Soler, estudiante de Ingienería Industrial de la UIS de noveno semestre, necesita trasladarse a Tunja, Boyacá, junto a 20 compañeros más. “La situación ha sido difícil para el arriendo y la alimentación para muchos. La mayoría de nuestros papás no están trabajando y no nos ha podido enviar dinero. Estamos tratando de tramitar el permiso, lo pasamos a la Gobernación de Boyacá, nos dieron el aval a algunos, pero faltaron varias personas”, cuenta Laura, quien espera este fin de semana poder viajar a su casa. “Como nos dijeron que ya podíamos viajar, varios entregaron sus habitaciones”, agrega.

160 estudiantes ya pudieron viajar

Por esta situación también atravesaban 160 estudiantes más que tienen familia en distintos municipios de Santander. La Gobernación de Santander les dio permiso para poder hacer viajes intermunicipales. Algunos lo hicieron por sus propios medios y otros con ayuda de la UIS.

“En vista de las necesidades exteriorizadas por los estudiantes y la voluntad de brindarles una solución real, la universidad con el apoyo de la sociedad civil, habilitó tres rutas de transporte para garantizar el regreso a sus lugares de origen: Bucaramanga-Málaga, Bucaramanga-Barbosa y Bucaramanga-Barrancabermeja”, aseguró la UIS.

Foto: Universidad Industrial de Santander

Los buses fueron desinfectados y antes de que los estudiantes ingresaran les hicieron un control de su temperatura corporal y desinfección de sus maletas y las suelas de sus zapatos. “Es demasiado positivo para nosotros los estudiantes que pertenecemos a otros municipios, debido a que esta cuarentena impidió a que nos dirigiéramos hacia nuestras ciudades de residencia para estar con nuestras familia. Llevaba aproximadamente mes y medio de estar solo en mi casa, la alimentación corría por mi cuenta, estaba totalmente solo, no tenía a nadie que me acompañara y eso genera bastante ansiedad”, dijo Jesús Becerra, estudiante de la Escuela de Química.