EDUCACIÓN

Alejandro Cheyne, la elección con la que el Rosario quedó en manos de un rosarista

Después de un hermético proceso y un enorme debate interno, el decano de la Escuela de Administración fue elegido como rector de la institución. Finalmente el economista se impuso frente al abogado Andrés López.

1 de octubre de 2018
Alejandro Cheyne es el nuevo rector de la Universidad del Rosario.

En las últimas semanas casi que no había ningún egresado o estudiante de la Universidad del Rosario que no preguntara por el proceso con el que se eligiría a quien ocupará la rectoría de la institución. El tema se convirtió en la conversación obligada entre los altos funcionarios del Estado y del sector privado graduados de ese claustro, y había generado un movimiento de presión en los pasillos de ese centro académico. Desde hace un par de semanas, había un rumor que inquietaba a esa comunidad: que el rector que llegaba no era del Rosario. 

La idea de que una persona externa aterrizaría en la rectoría más antigua del país tenía con los pelos de punta a un sector y despertaba cierta esperanza en otro. Al final, la elección de Alejandro Cheyne García despejó los temores de ese primer grupo. En internet, durante las últimas semanas se sentía ese movimiento. Una carta en la plataforma Change se volvió masiva y recogió más de mil firmas en las que se pedía que quien llegara al menos tuviera un vínculo con esa institución. 

"Puedo decir que soy un hombre afortunado porque entendí cuál era mi vocación..Debemos privilegiar el aprendizaje por encima de la enseñanza porque nuestros estudiantes nos lo demandan", Alejandro Cheyne

Al final la puja terminó entre dos candidatos del Rosario: Alejandro Cheyne y Andrés López. Ambos egresados eran bastante cercanos a la comunidad académica. Cheyne era hasta hoy decano de la Escuela de Administración de la institución y López se desempeña como consiliario, una especie de miembro de Junta Directiva de esa universidad. El nombre de López cogió mucha fuerza entre los abogados del Rosario, la facultad de más tradición de ese claustro, que veían con esperanza la llegada de uno de sus alumnos a la rectoría. Finalmente Cheyne se impuso 13 votos contra 6 frente a López. Entre los votos del ganador, 9 fueron de colegiales y 4 de consiliarios. El sistema de elección de la Universidad es atipico pues los 15 colegiales (todos estudiantes) y los 5 consiliarios deciden en un proceso privado quien dirige ese centro académico. 

Chayne lleva tres años en esa decanatura. A su llegada, asumió los retos propios de las facultades de esta área: la articulación de los programas académicos con el sector empresarial, la movilidad de estudiantes y profesores, la producción investigativa y la ampliación de una oferta atractiva que respondiera a las necesidades del gremio.

En la ceremonia, el nuevo rector aseguró que este año cumple 30 años como rosarista, 5 como estudiante y 25 como funcionario de ese colegio mayor. "Puedo decir que soy un hombre afortunado porque entendí cuál era mi vocación..Debemos privilegiar el aprendizaje por encima de la enseñanza porque nuestros estudiantes nos lo demandan", dijo. 

Cheyne es economista del Rosario. Además, tiene un doctorado en educación universitaria y fue nombrado hace un año Chair Mundial del Consejo de Acreditación para Escuelas de Negocios y Programas y se convirtió en el primer latinoamericano en obtener esta posición, en el organismo mundial que acredita programas de negocios en los niveles de maestría y doctorado. Además, fue colegial de la Universidad del Rosario, una distinción que reciben por un periodo de dos años para hacer parte del gobierno de la institución 15 estudiantes activos destacados por sus cualidades académicas, valores, compromiso y liderazgo. 

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Por su trayectoria, el economista asumirá uno de los retos sobre los que la comunidad educativa tiene más expectativas: el Plan Integral de Desarrollo 2015-2020, que hizo parte de un proceso de redefinición de la institución, elaborado durante la rectoría de José Manuel Restrepo.

Con la renuncia de Restrepo, quien ahora es el responsable de la cartera de Comercio, Industria y Turismo del gobierno de Iván Duque, los rosaristas esperaban, entre otras cosas, que la persona que llegara a ocupar el cargo conociera la universidad y pudiera darle continuidad a un número considerable de proyectos que Restrepo había puesto en marcha y de los que se empezaban a ver los primeros resultados. En el claustro se anticipa que Cheyne seguirá la línea de su antecesor. 

El nuevo rector llega con una agenda académica bastante clara. Entre los propósitos del PID el Rosario se propone ser la primera opción para los estudiantes que buscan aprender a aprender. Para eso, el nuevo rector deberá continuar con la creación de una oferta amplia y variada de programas académicos que le permitan a la institución establecer una comunidad de saberes diversos e interdisciplinarios, tal como se propone en el PID.

Cheyne también asumirá los retos de la internacionalización y el reconocimiento nacional de la institución. En 2017, según la séptima edición del ranking QS de universidades de América Latina, el Rosario hacía parte del top 5 de las universidades del país y estaba dentro del top 50 de las instituciones de la región. Aunque para Restrepo la excelencia académica de las facultades del Rosario no se basaba exclusivamente en la medición otorgada a través de rankings nacionales e internacionales, este sí ha sido un factor determinante en la evaluación de componentes como la reputación institucional que alcanza la universidad por medio de sus programas.

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Pero esos no serán sus únicos desafíos. Quizás el tema más crítico que le espera es la decisión sobre la sede en la que el Rosario va a desarrollar su vida académica. En los últimos años, otras universidades como Los Andes, La Javeriana, el Externado y la Santo Tomás han construido campus enormes con todo tipo de facilidades. Desde hace años, la sede del claustro en el centro de Bogotá le quedó al Rosario pequeña. La adaptación de las instalaciones en la Quinta de Mutis en el barrio 7 de Agosto y la terminación de la construcción en el norte de la ciudad, será quizás una de las tareas más díficil que recibe Chayne. En los pasillos del Rosario, se decía -como comentario jocoso- que el colegio elector además de un buen rector debía buscar un buen constructor. Por años, la edificacion del norte ha estado paralizada por cuenta de que el Plan Zonal de ese sector no avalaba nuevas estructuras. 

La otra tarea de Cheyne será lograr representar a todas las facultades, en especial a las más tradicionales. Él es el tercer rector que viene de las facultades de ciencias económicas. Hans Peter Knudsen era de Administración de Empresas y José Manuel Restrepo de Economía. Durante ese tiempo, un sector representativo de los médicos y los abogados sienten que la universidad le ha quitado peso a esas carreras que son las más buscadas por los estudiantes y las que mayores ingresos le representan al claustro. En ese escenario, Cheyne aún no juega de local.

En especial el sector de los abogados espera que el Rosario tenga un papel relevante en las grandes decisiones del país como ha sido su tradición desde hace siglos. La memoria de el paso de José Celestino Mutis, Jorge Tadeo Lozano, Camilo Torres y Francisco José de Caldas y más recientemente de movimientos como la Séptima Papeleta aún enorgullecen a muchos egresados de ese claustro.  

La elección

La elección del rector de la Universidad del Rosario es particularmente hermética. Durante más de 360 años, el Rosario ha sido concebida como una institución construida, especialmente, por sus estudiantes. Por ejemplo, son estos los que, entre otras funciones, eligen al rector a través de un proceso muy discreto pero nunca exento de polémica. Lo único cierto, es que no hay convocatorias públicas y que de los candidatos que son entrevistados y evaluados se conoce poco.

Esta es la transmisión en vivo de la elección del rector

Sin embargo, durante este proceso, los nombres de varios candidatos se filtraron en la opinión pública desde el 30 de mayo cuando el colegio elector, conformado por la Consiliatura y 15 estudiantes que hacen parte de la colegiatura de Número, inició las reuniones para elegir al reemplazo de Restrepo. La filtración, causó inconformidad entre un grupo de estudiantes que consideraron que la elección debería mantener la esencia del proceso.

En los pasillos del Rosario, se decía -como comentario jocoso- que el colegio elector además de un buen rector debía buscar un buen constructor.

A través la carta en Change, algunos miembros de la universidad le pidieron al colegio elector realizar “una elección rectoral en consciencia, pensando en lo mejor tanto para nuestros estudiantes, actuales y futuros, como para nuestros profesores; sobre todo considerando el papel que la universidad ha de jugar como actor y no como mero espectador del devenir político, social, económico y cultural del país en las décadas por venir".

En el fondo lo que había era un malestar de que el Rosario perdiera su esencia y buscara adaptarse a modelos de otras universidades. "Renovarse no significa acomodarse a las tendencias generalizadas sino poder ver por encima de estas. Y el Rosario, a lo largo de su historia, ha tenido la capacidad de mirar más allá de modelos que, a pesar de ser prevalentes, no por ello necesariamente son los mejores en el largo plazo. Tal es el caso actual", decia el escrito. Los cambios que en los últimos años se han dado en algunas de las facultades más tradicionales y la llegada de personas de otras universidades a dirigirlas han despertado reservas en muchos estudiantes y profesores.  

Si quiere leer la carta completa 

Aunque la iniciativa fue respaldada por más de mil personas, los promotores no recibieron respuesta del colegio elector y en un último esfuerzo llevaron esta semana el texto a la rectoría, esperando que esta fuera entregada directamente a los 15 estudiantes que se posesionaron este año en un ceremonia presidida por el expresidente Juan Manuel Santos. El documento no pudo ser entregado personalmente pues el grupo elector prefirió estar al margen de presiones externas. 

Hubo otro elemento que hizo que el proceso generara mucha tensión dentro y fuera de la universidad. Normalmente, el colegio elector llama a un número muy pequeño de aspirantes, pero en esta oportunidad se entrevistaron cerca de 30 personas, lo cual generó mayor presión y expectativa. Como muchos de ellos trabajaban dentro del mismo claustro, los rumores al interior de este crecieron. 

La llegada de Chayne puede disipar algunos de los malestares que se vivierone en el Rosario los últimos meses. Su perfil de estudiante, colegial y decano, haría pensar que la rectoría de la institución queda en manos de un rosarista de cuna. Lo que viene para el Rosario, sin embargo, son enormes desafíos. Una de las universidades más tradicionales del país transita en su camino por adaptarse a otros tiempos. En ese claustro se suele decir como lema Nova et Vetera, que significa esa capacidad de la universidad de adaptarse a lo nuevo sin perder lo viejo. Y ese es precisamente el díficil balance que deberá manejar el rector.