EDUCACIÓN
Así puede estudiar programación web sin pagar durante su carrera
Un grupo de emprendedores crearon a Henry, un emprendimiento que ofrece cursos virtuales de programación a estudiantes en toda la región. ¿Cómo funciona?
Según la Unesco, hoy solo el 14 % de la población en Latinoamérica tiene acceso a la educación superior.
De hecho, el nuevo coronavirus provocó un aumento en el desempleo que, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo (OIT), se incrementó entre 4 y 5 puntos porcentuales, con un récord histórico de 41 millones de desocupados, pasando del 8,1 % antes de la pandemia al 12,3 % en el segundo semestre del año.
La OIT también proyecta que hoy el sur del continente cuenta con más de un millón de puestos de trabajo para desarrolladores de software; sin embargo, hay menos de 100.000 profesionales con la capacidad suficiente para ocuparlos, a raíz de la falta de conocimientos y habilidades en este tipo de competencias.
Para responder a estas necesidades actuales, un grupo de emprendedores crearon a Henry (High Earners Not Rich Yet), un emprendimiento que ofrece cursos virtuales de programación a estudiantes de toda la región a cambio de un menor porcentaje de sus futuros salarios una vez se gradúen.
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Esta modalidad de financiación se conoce como “Acuerdo de Ingresos Compartidos” (AIC), en los que una vez la persona completa el curso, Henry le ayuda a comenzar una carrera en tecnología.
Según Martín Borchardt, CEO y fundador de la startup, el programa no tiene costo inicial y los alumnos empiezan a pagar una vez consiguen trabajo. El repago consiste en 24 cuotas que equivalen al 15 % del salario del graduado o hasta llegar a US$4.000, lo que suceda primero.
“Esto lo que logra es alinear los incentivos entre el alumno y la academia, de modo de ir contra la tendencia de capacitar profesionales que luego no tienen posibilidades de inserción en el mercado. Si el alumno no consigue trabajo, Henry no gana”, señala.
Los requisitos para aplicar al programa son ser mayor de 18 años, ser bachiller, contar con conexión a wifi a Internet y tener una computadora. Para destacar, el 50 % de las personas que ingresaron hasta el momento no tenían ningún conocimiento previo de programación.
Sin embargo, solo el 3 % de los más de 5.000 postulantes registrados cada mes logra entrar. Para eso, deben realizar un curso de 30 horas preparatorio para un examen de ingreso, a partir del cual se define quiénes entran.
Luego, el curso dura alrededor de cuatro meses con clases en vivo de 9 a 18 y exámenes periódicos. “Es muy intenso y los estudiantes tienen que hacer mucho esfuerzo, porque se ven todas las materias de una carrera de grado de ingeniería informática, pero comprimidas y haciendo foco en la práctica desde el día uno, que es lo que valora la industria”, explica Borchardt.
Actualmente la academia ofrece un programa de “full stack developer” de cuatro meses, que cuenta con herramientas de programación como Javascript, CSS, Node JS y React, junto con otras tecnologías que completan el desarrollo profesional del front y back-end. También les da a los estudiantes la oportunidad de resolver problemas de programación de empresas reales. Si bien el curso es 100 % online, las clases se transmiten en vivo.
Esta ‘startup’, en los próximos cinco años, proyecta formar a 100.000 programadores en todo el continente, para lo cual ha recaudado, hasta el momento, más de US$1,5 millones que ha invertido en los mejores talentos de Latinoamérica.
Recientemente, logró otra inversión de US$1,5 millones en una nueva ronda liderada por Accion Venture Lab y acompañado por Emles Venture Partners, que provee capital y asistencia a los emprendimientos fintech más innovadores del mundo y que ha destinado recursos para beneficiar a más de 40 startups que operan en 30 países.
Los interesados en participar en los programas de la startup pueden tener más información en www.soyhenry.com