CANDIDATER
Los cambios que los jóvenes votantes esperan en el Icetex
El cambio de modelo crediticio de esta entidad es uno de los temas que la aplicación Candidater identificó como de mayor interés para la juventud colombiana. SEMANA consultó las posiciones tanto de los jóvenes como de la entidad.
Miles de colombianos sacan adelante su carrera profesional mediante un crédito con el Icetex. Graduarse tiene un sabor agridulce para ellos porque deben empezar a pagar. Este tema genera tal preocupación entre los jóvenes que Candidater -la herramienta que ayuda a descubrir afinidad política- identificó en su etapa de diseño la aspiración de que se optara por la vocación social y no bancaria de los créditos de Icetex. Los cinco candidatos presidenciales compartieron sus propuestas al respecto y con estas se elaboró el test.
La cantidad de usuarios que en los últimos cuatro años se ha sentido lesionada por el actual esquema de créditos de Icetex, se ha materializado en un espacio de denuncia llamado ‘Icetex te arruina’.
Con el hashtag #UnidosHacemosMás los jóvenes afectados se han constituido en red para coincidir en su problemática y mostrar la dimensión del problema. Actualmente son 25.000 los reportes de clientes de Icetex en situación de cobro jurídico y embargo.
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Daniel Torres es uno de ellos. En 2014 decidió llevar su caso a los medios y su difusión terminó por mostrarle que no era el único que soportaba ese drama. “Los deudores estaban atomizados por todo el país, convencidos de ser los únicos morosos, lo que hacía que nos trataran como criminales los encargados del cobro coactivo. Uniéndonos derribamos el disfraz social de Icetex”, aseguró a esta revista.
Torres explica que existe una gran diferencia entre el aspirante que solicita un crédito en un banco comercial y el que llega al Icetex, pues con el primero “sabe a cuáles condiciones se atiene, mientras que un joven de 17 años que busca al Icetex, lo hace convencido que recibirá un crédito de carácter social, cuando debe empezar a pagar descubre que cometió el peor error enfrentándose al pago de cuotas más difíciles y onerosas”.
Esta situación la refleja el último caso recibido por ‘Icetex te arruina’. Juliana, madre cabeza de familia, fue embargada con su codeudor por 62 millones de pesos, su crédito fue de 42 millones, de los cuales ya había abonado 41. Juliana tuvo que recurrir a abogados para resolver su situación de embargo.
Son 1.500 casos de jóvenes judicializados y más de 60.000 morosos con deudas superiores a 5 años los que reporta ‘Icetex te arruina’, lo que significa para Marcos Fabián Herrera -otro profesional que vive en esta situación- que el sistema de créditos del Icetex es “ineficiente”.
Para Herrera, “el Icetex no debería cobrar intereses por los créditos educativos que otorga, por ser la educación un derecho constitucional que compromete al Estado a financiarla con recursos del presupuesto general de la Nación (…) Tampoco se capitaliza el talento. El Estado debería vincular al servicio civil a los beneficiarios de los créditos para brindarle la oportunidad a los usuarios de cumplir con el crédito y aportar las competencias adquiridas a su patrocinador”, concluye Herrera.
“Gabriel Betancourt concibió los créditos para facilitar el acceso a la educación superior y capitalizar el talento adquirido por los beneficiarios. El Estado pervirtió la función esencial de Icetex en el intento de ampliar su cobertura, al obtener de créditos del Banco Mundial los recursos para ofrecer las líneas de crédito educativo a los jóvenes colombianos”, dice Herrera recordando a Betancourt, el fundador del Icetex y a quien se homenajea los 27 de abril, en el día del crédito educativo.
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En el otro lado de la moneda están quienes piensan que Icetex los ha ayudado. Jorge Riveros, actual docente universitario con especialización, pudo llevar a cabo su formación de pregrado gracias a un crédito de Icetex. Aunque coincide con los críticos en que es un linea costosa, afirma que "es Icetex no es el malo, lo malo es que no haya educación financiera" Destaca que el principal beneficio del Icetex es que le permiten al estudiante obtener un préstamo que no va a pagar durante cinco años. "Sin Icetex me hubiera tocado ir a un banco ¿quién va a restar por cinco años sin cobrar intereses de ese periodo? Somos 4 millones de colombianos los que nos hemos beneficiado del Icetex".
El Icetex no es indiferente a la inquietud de sus usuarios. Para Alejandro Venegas, presidente de la entidad, los criterios que separan al Icetex de la percepción de sus usuarios se concentran fundamentalmente en la fuente pública de recursos.
Venegas ve el crédito como un mecanismo de acceso a la educación superior que permite que más personas puedan estudiar con los recursos que reembolsa cada beneficiario. Para él, el reto está en adaptar las líneas de crédito a las necesidades y aspiraciones de los que ven en el instituto la oportunidad de ingreso a la universidad.
Por eso Venegas ve con buenos ojos la implementación del modelo de financiación contingente del ingreso (FCI) que funciona en Australia y Corea. Este mecanismo no expone a los beneficiarios a reportes en centrales de riesgo ni a adquirir la condición de morosos, sino que le permite pagar el crédito de acuerdo a sus ingresos.
Este tipo de beneficio debe estar acompañado, según Venegas, por una adecuada promoción de cultura de pago. Con ese precepto el Icetex acompañó el proyecto impulsado por los usuarios y que se convirtió en la Ley 1886 de abril de 2018, con la cual se eliminó el cobro prejurídico y un espacio con voz y voto en la Junta Directiva para los usuarios, algo a lo que se opuso el Gobierno según Herrera y Torres.
La causa de los usuarios del Icetex aún no termina. La administración de 4 billones de presupuesto anual con una modalidad de contratación directa en la mayoría de su ejecución, es para Daniel Torres un escenario propicio para la corrupción: “La naturaleza jurídica del Icetex le permite a sobreponerse a los entes de control; los jóvenes llegaremos a poner un pare y promover condiciones adecuadas para los dolientes”.