EMPLEO
Cinco consejos para trabajar mejor
No se trata de trabajar más, sino de hacerlo de manera inteligente. Aprenda de optimizar su tiempo con estos sencillos pasos.
El ejemplo más claro de esto son esas reuniones eternas en las que se habló de todo pero no se decidió nada. Lo mismo pasa con las largas jornadas y la cultura del trasnocho. Sin embargo, es fácil y común caer en estas costumbres. Todo empleado ha tenido esa sensación de desgaste que llega al terminar el día: se la pasó todo el tiempo ocupado pero logró poco, y lo peor, todavía le falta mucho camino para terminar.
SEMANA Educación reúne cinco herramientas que lo ayudarán a ser más productivo en menos tiempo y le traerán beneficios a laborales y personales.
Tome descansos periódicamente
El cansancio mina la productividad y continuar trabajando así solo hace las labores más sencillas tomen más tiempo del necesario. Hay que aprender a reconocer estos puntos y hacer una pausa. En promedio, el cerebro humano puede estar concentrado durante 90 minutos y luego necesita de 15 minutos para ‘renovarse’. Si no dispone de tanto tiempo intente tomar descansos más cortos, pero igualmente frecuentes, y ocupe su tiempo en actividades que no le requieran tanta concentración. Si hay un parque cerca es una buena idea dar un paseo, estudios recientes han demostrado que el contacto con la naturaleza relaja la mente y le ayuda a funcionar mejor.
Priorice las tareas y haga una lista
Cuando hay mucho por hacer nadie sabe por dónde comenzar. Las listas de tareas pendientes son un hábito conocido de las personas eficientes. Así que la próxima vez que lo abrume la cantidad de trabajo tómese unos minutos para organizar lo que debe hacer desde lo más hacia lo menos importante. Ir cumpliendo las tareas le da una sensación de logro y de gratificación y en general una mejor organización. Haga una todos los días.
Aprenda a decir que no
No se trata de negarse a trabajar, sino de conocer las capacidades propias y asimismo los límites. Es decir, no se comprometa con algo que sabe que no podrá cumplir por quedar bien con su jefe. En muchas ocasiones las personas dicen que pueden hacer todo y al final hacen todo a medias, o incumplen con algunas tareas. Sea sincero y realista a la hora de evaluar cada labor, calcule y planee bien el tiempo y los recursos que necesita. Será un beneficio para todos.
Elimine las distracciones
Nadie es consciente de la cantidad de tiempo que pasa haciendo otras cosas que nada tienen que ver con el trabajo. Haga el experimento: sume cuántos minutos pasó hoy durante el trabajo leyendo la prensa, revisando sus redes sociales, entrando a su correo personal, chateando o haciendo llamadas personales. ¿20, 30 minutos? Ahora multiplíquelo, porque cada vez que estamos agotados o en un punto difícil del trabajo solemos recurrir a estas distracciones. Estas actividades hacen parte de la rutina y pueden hacerse en un tiempo de descanso organizado. Pero cuando se requiere concentración máxima y sostenida es mejor evitarlas. Guarde su celular, cierre las ventanas y programas que no necesite y durante un tiempo dele toda su concentración al trabajo.
Póngase metas de tiempo y prémiese
Es bien sabido que la gente trabaja mejor con límites de tiempo. Establezca los suyos y organice su trabajo alrededor de estos. Por ejemplo, póngase una meta de que en una hora al día –ojalá en la mañana- va a contestar y a enviar correos pendientes. Luego póngale hora de entrega a ese reporte en el que lleva trabajando toda la semana. Las metas pueden ser incluso de días, sobre todo si tiene mucho por hacer. No olvide premiarse: después de cumplir una meta tómese un café, vaya por un postre o tómese un descanso.