¿Cómo enlazar la educación a las necesidades del mercado laboral? Expertos discutieron al respecto en el Foro ‘acceso y calidad: retos de la educación superior’

En medio del panel: ‘Del aula a la nómina’, los expertos y líderes del sector productivo señalaron los puntos claves en la hoja de ruta para reducir el desempleo en los jóvenes del país, que de acuerdo al Dane en la población de 15 a 28 años alcanzó el 19 por ciento durante el primer trimestre del año.

Para disminuir esta tasa el reto está en vincular a más jóvenes desde su formación académica a las demandas del mundo laboral, que según Rafael Arias, gerente de Educación y Empleo de la Fundación Corona, están en materia de habilidades socioemocionales como la resiliencia y adaptabilidad.

Arias agregó que la conversación sobre las competencias del mercado, debe ir más allá de la educación superior, teniendo en consideración la relevancia de programas de formación técnica, tecnológica y laboral.

Por su parte, Jorge Eduardo Londoño, director general del Sena, aseguró que hay dos sectores de la economía ignorados a los que hoy en día se les debe prestar atención desde la educación: la economía campesina y la economía popular.

Explicó que “la economía campesina está conformada por más de un millón y medio de familias dueñas de pequeños predios que llevan a nuestras mesas el 72 por ciento de lo que consumimos”, un sector que para él, será determinante en un contexto global atravesado por preocupaciones frente a la economía, seguridad alimentaria y el medio ambiente.

Es así que, para responder a las necesidades de la ruralidad, desde el Sena adelantan iniciativas como CampeSENA en beneficio de la población campesina, que de acuerdo con datos de la entidad, solo contaban con un acceso del 5 por ciento a las ofertas en programas técnicos y tecnológicos.

“Se trata de una población con una cosmogonía diferente a la de los que habitamos las ciudades. Cuentan con saberes ancestrales, desconocidos por la sociedad, como los que tienen los indígenas y las negritudes raizales y palenqueras”, aseveró Londoño sobre las particularidades del campesinado, que según él, “son acreedores de una lógica y cultura que hay que preservar a través de nuevas competencias que no se profundizaban y tienen impacto social”.

Sobre las conexiones entre educación y empleabilidad, Sonia Durán, gerente de Educación, Cultura y Productividad de Colsubsidio, enfatizó en que “es importante mirar la realidad de la productividad y analizar las necesidades de formación humana de las empresas”. Aseguró que desde Colsubsidio lo hacen a través de su Observatorio de Competitividad para ver de cerca cuáles son los tipos de formación que requieren los diferentes sectores.

“Es necesario bajar a cada región, a cada sector y a cada tipo de empresa para entender qué es lo que requieren esos sectores productivos”, dijo, haciendo énfasis en la tarea urgente de generar puentes que enlacen a los recién graduados de forma directa con las empresas.

Finalmente, los expertos concluyeron el espacio resaltando las oportunidades que hay actualmente para los jóvenes. Para Arias, “la diversidad de la educación postmedia, entendiendo toda su complejidad, es una gran oportunidad, siempre y cuando haya puentes y conexiones”. En cambio, Londoño, concluyó diciendo que “la oportunidad está en repensar los modelos de educación, en particular, para las poblaciones vulnerables”.