Cómo entender la crisis griega con ejemplos cotidianos

El mundo se encuentra afectado por la crisis griega. Los mercados presentan pérdidas, las monedas latinoamericanas, inclusive el peso, se devalúan y el Euro enfrenta un momento crítico. Sin embargo, es más el ruido que las explicaciones sobre lo que ocurre, pesan los aspectos políticos e ideológicos frente a un tema complejo. Así que SEMANA Educación le presenta una explicación de lo que votaron los griegos el pasado domingo en el referendo y por qué se llegó a esa situación, en cinco puntos.

1. Para ingresar a la Unión Europea y a la zona Euro, los países mediterráneos e Irlanda debieron desarrollar grandes infraestructuras y el Banco Central Europeo (BCE), otorgó grandes cantidades de dinero en créditos a España, Portugal, Irlanda, Chipre y Grecia. (es como cuando los bancos comerciales le ofrecen siete tarjetas de crédito a una persona que gana un millón de pesos.)

2. La corrupción en Grecia hizo que gran parte del dinero se perdiera, y el otro se fue a obras monumentales como organizar los Juegos Olímpicos en 2004. Grecia es un país que vive del turismo, la agricultura y la pesca, no cuenta con grandes fábricas o empresas, sin embargo los bancos alemanes y el FMI siguieron prestando dinero, así, los intereses de la deuda se dispararon. (Es como si el banco presta 50 millones de pesos, y en quince años se deben 200 millones, y se han pagado 70 millones)

3. La crisis europea de 2008, llega porque países como Grecia no tienen como pagar sus deudas, entonces el BCE otorga créditos adicionales para evitar que la crisis se extienda a otros países europeos, pero establece condiciones como privatización de empresas, recorte de empleos y bajas en salarios y pensiones. (Es como si el banco para que pague los 130 millones de pesos que debe del préstamo de 50 millones, le otorga otro crédito y le exige que venda su casa, su carro, y destine la mayor parte de su salario a pagarle a los bancos y no invierta en salud y educación).

4. Grecia no cumple los acuerdos y de nuevo los intereses aumentan, así que necesita un nuevo rescate. Los bancos le van a prestar a Grecia para que les paguen a esos mismos bancos y debe aumentar el recorte de gastos y despedir más empleados. Los griegos están agotados de la crisis, del desempleo, de la falta de oportunidades y votan en enero por un gobierno de izquierda (Alexis Tsipras) después de años de gobiernos de derecha pro-euro donde la deuda y la corrupción crecieron tanto.

5. El gobierno de Tsipras dice que le va a consultar al pueblo si aceptan más recortes y despidos para que les presten dinero o si se declaran en moratoria. La Unión Europea, los bancos y los medios presionan a los griegos para que voten Si, con la amenaza que si no lo hacen perderán sus ahorros, los bancos quebrarán y tendrán que salir del Euro, pero los griegos, en un acto de rebeldía, votan por el No.

¿Qué pasará ahora?

Los medios dicen que los griegos perderán, pero también lo harán, y mucho, la Unión Europea y el Euro. (Es como si bajo las amenazas de ser reportado en data crédito y quedar sin historial crediticio una persona le dice a los bancos que no pagará más intereses de la deuda.)

Si Grecia sale del Euro, que es lo más posible, volverá al Dracma, su moneda anterior, será difícil, la moneda será devaluada, no podrán comprar productos importados, pero es posible que el turismo se reactive al ser más barato visitar el país y los productos griegos sean más competitivos en las exportaciones.

Si Grecia sale de la zona euro, otros países como España, Irlanda, Italia o Portugal pueden ver el crecimiento de partidos políticos anti austeridad y el Euro podría llegar a su fin, junto a la política económica dirigida desde Alemania.

Lo que se viene son momentos decisivos para la unidad de Europa y del proyecto Euro. Por lo menos el domingo los bancos recibieron una lección: que las amenazas y la arrogancia no son la herramienta efectiva para lograr los objetivos, por eso, desde el domingo los bancos tienen tanto que perder en una torpe acción como lo que pueden perder los griegos de no llegar a acuerdos justos.