EDUCACIÓN
Cinco claves para prepararse para las Pruebas Saber
Semana Educación le expone estrategias para que obtenga buenos resultados en las pruebas del ICFES.
Cada año, cuando las Pruebas Saber se acercan, los estudiantes de undécimo, los profesores y los colegios se angustian. Para los jóvenes los resultados que obtengan definirán su futuro académico y profesional, porque "casi todas las universidades implementan las pruebas del Icfes como único criterio de ingreso”, sostuvo Alexis López, director del Centro de Evaluación de la Universidad de los Andes. Por otra parte, las clasificaciones por área y los rankings por colegio, publicados por los medios de comunicación, determinan para la opinión pública, cuáles son los colegios con mejor y peor rendimiento.
Entonces, para los jóvenes puedan acceder a las mejores universidades, y los programas que más les cautivan y a las becas e incentivos, es necesario obtener buenos resultados. Si quieren presentarse al corte de Ser Pilo Paga, deben demostrar en las Pruebas de Estado, que sus competencias están muy por encima del promedio nacional. Por ejemplo, en el último corte de Calendario A, el promedio nacional fue de 244.22, mientras que el corte para acceder a Ser Pilo Paga era necesario obtener, por lo menos, 318. La pregunta que se deben hacer entonces los jóvenes, padres y profesores, es ¿cómo prepararse para obtener buenos resultados en las Pruebas de Estado?
Así es que Semana Educación ha decidido, ofrecer un listado de cinco consejos para estar en buenas condiciones para obtener buenos resultados.
1. Para obtener buenos resultados hay que practicar, constantemente. Resolver cada día un alto número de preguntas tipo saber. La repetición sirve para reforzar las habilidades de comprensión de lectora y para habituarse al formato. No es necesario pasar largas horas frente a un cuadernillo (45 minutos diarios es suficiente). Algunos expertos consultados aseguran que es fundamental que la práctica sea rutinaria, y no de largas jornadas durante los fines de semana, para que haya un mayor nivel de incorporación. Desde luego, es importante que el ejercicio sea guiado y que exista un proceso de retroalimentación.
2. La práctica no puede estar aislada: es necesario vincularla con una intencionalidad. Cuando se practica hay que ser consciente que las pruebas miden competencias y componentes específicos. Desde luego, un principio para lograrlo es familiarizarse con la prueba: conocer las competencias que evalúa la prueba, desarrollar estrategias para contestarlas, identificar las partes de una pregunta. Entonces, cuando se resuelven las preguntas de práctica tipo saber hay que distribuirlas entre las diferentes facetas evaluadas, para fortalecer y habituarse a todos los aspectos.
3. La motivación es fundamental. Es muy común que los jóvenes empiecen cursos de preicfes con entusiasmo. El primer sábado se levantan con energías y asisten a las sesiones dispuestos para prepararse. Sin embargo, en muchas ocasiones las largas jornadas, que ocupan las valiosas mañanas de los sábados, terminan desmotivando a los jóvenes. Entonces, es fundamental que las estrategias adoptadas para prepararse sean suficientemente atractivas, para mantener el interés. Una interesante estrategia ofrecida por algunas aplicaciones, es el sistema de competencia, para medirse y compararse con los compañeros.
4. Medirse con frecuencia es una de las estrategias más exitosas. No basta con practicar, así sea rutinariamente o una vez por semana. Es una necesidad conocer cuáles son mis debilidades para tomar medidas, con refuerzos o más práctica. Así que para conocer mi proceso es útil acceder a diagnósticos que sirvan como fotografías del proceso de aprendizaje. Que permitan saber, por ejemplo, en qué competencias se ha avanzado, cuáles son las fortalezas y debilidades. La construcción de bases de datos, que arrojen resultados semanales, sirve para que los diagnósticos se actualicen constantemente.
5. Hay muchas formas de prepararse. Hay cursos presenciales o estrategias personales. Sin embargo, el uso de las herramientas tecnológicas puede potenciar el proceso de aprendizaje. Según Daniel Rincón, director de TutorYa, “La tecnología permite medirse y compararse con otros estudiantes, para aproximarse a las pruebas como si se tratara de un juego, de una competencia. Además, permite responder a las preguntas en tiempo real, conocer los resultados instantáneamente, y construir diagnósticos semanalmente. Lo anterior sirve para recibir una retroalimentación, para identificar los errores y guiar el proceso de aprendizaje”.