JUSTICIA

Condenan a exveedora del Gimnasio Castillo Campestre por muerte de Sergio Urrego

Rosalía Ramírez, exveedora del colegio, pagará una pena de 27 meses en su casa, luego de que aceptó haber sido cómplice en los tratos a los que fue sometido Urrego. Un paso más para que la cartera educativa le ponga el acelerador al tema de equidad.

1 de diciembre de 2016

El juzgado 39 de Conocimiento condenó a 27 meses de prisión a la antigua veedora del Gimnasio Castillo Campestre, Rosalía Ramírez, por su participación en los hechos de discriminación que presuntamente rodearon el suicidio del joven Sergio Urrego en 2014.

La condena se produjo luego de que Ramírez aceptó su participación en los hechos, al llegar a un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, y así lograr una rebaja de pena por los cargos de “discriminación” y “ocultamiento de pruebas”.

Como elementos materiales de prueba, la Fiscalía contó con la confesión que hizo la empleada del establecimiento educativo, según la cual al conocerse del proceso penal, se dio la orden de desaparecer los archivos donde reposaban los llamados de atención y sanciones contra Urrego por su comportamiento en el plantel.

“Se configuró el delito de discriminación, es clara la tipicidad, la culpa y la conducta por no permitírsele que desarrollara su personalidad de manera libre y la negación a una ayuda profesional por parte de un psicólogo”, anotó el fiscal durante la audiencia en la que fue avalado el preacuerdo.

Ramírez, que aceptó los cargos, podría declarar contra la exrectora de la institución, Amanda Azucena Castillo, y la psicóloga Ivonne Cheque, quienes presuntamente participaron en los actos de discriminación y ocultamiento de varias evidencias; entre ellas, los memorandos que le fueron entregados a Urrego por incumplir el Manual de Convivencia y unas actas en las que quedaba constancia de la asistencia del estudiante al psicólogo por su condición sexual.

Así mismo, el ente acusador inculpó formalmente a Castillo y a Cheque por los delitos de “discriminación”, “falsa denuncia” y “ocultamiento de pruebas”. Según la Fiscalía, la exrectora y la psicóloga discriminaron a Urrego por su orientación sexual y condujeron al joven a cometer suicidio.

Sergio Urrego se quitó la vida el 4 de agosto de 2014, en el centro comercial Titán Plaza de Bogotá. Se presupone que las causas fueron las presiones por parte de las directivas del colegio por ser homosexual. Su muerte ha sido objeto de debate en la opinión pública y la controversia ha sido defendida por la madre del joven y colectivos de defensa de derechos de la comunidad Lgbti.

Lo cierto es que la nueva ministra de Educación, Yaneth Giha, tendrá que poner este caso como ejemplo para ponerle la lupa al tema de discriminación en las aulas y equidad de género. Según la Corte Constitucional, luego del suicidio de Urrego, le ordenó al Ministerio, a través de una sentencia, revisar y ajustar los manuales de convivencia de todos los colegio de Colombia para evitar discriminación sexual en las instituciones educativas y hacer respetar la diversidad y los derechos humanos, con el objetivo de no repetir casos como el de este joven.

Bajo la dirección de Parody, la cartera educativa le puso el acelerador al tema y comenzó a diseñar algunas estrategias para poder cumplir con el dictamen del alto tribunal. Entre estas estrategias estuvieron las controvertidas cartillas de educación sexual que nunca se distribuyeron en las instituciones educativas y terminaron sirviendo como herramienta para promover mensajes de desinformación y en una multitudinaria marcha liderada por los sectores más conservadores de la sociedad.

Hay que recordar que el plazo para cumplir con lo que la Corte dijo sobre los manuales de convivencia ya se venció. Para agosto de 2016 faltaban analizar los documentos en casi un 80%, lo que significa que el Ministerio tendrá que volver a poner sus esfuerzos en este tipo de temas.