REVISTA
“Tú y tu cursito de universidad online”
La virtualidad en la educación superior es una realidad en el país. Sin embargo, surge un nuevo paradigma porque todavía no se pueden descifrar todos sus alcances.
Cada vez es más fuerte la incorporación de las tecnologías de la información y comunicación en el día a día. Ningún proceso está exento del uso de algunas de estas herramientas y la educación no es la excepción. Y es que el uso de de las TIC en las aulas está tomando mayor relevancia y se está convirtiendo en una oferta más.
De hecho, la presencia de las TIC en las instituciones ha llevado a que los procesos de enseñanza y aprendizaje se replanteen. Muchos han llegado al punto de cuestionarse si es necesario estar presente en un aula para aprender. Y todo por cuenta de la existencia de las famosas “aulas virtuales”, espacios online de aprendizaje que acortan distancias y engrandecen el conocimiento.
Aunque existen detractores sobre este modelo; para un país como Colombia, caracterizado por su extensión territorial y zonas de difícil acceso, las poblaciones tienen la oportunidad de acceder a la educación. La pertinencia de esta metodología parece una ayuda caída del cielo, pues hay que tener en cuenta que en el país, sólo el 30% de los jóvenes hacen la transición del colegio a la educación superior, de ese porcentaje el 9% pertenece a sectores desfavorecidos de la sociedad, así lo afirma la OCDE en un estudio del 2016 de revisión de políticas titulado “La educación en Colombia”.
Es así como la virtualidad en la educación superior se convierte en una herramienta para eliminar los obstáculos de acceso en los jóvenes de regiones apartadas y de escasos recursos. Y es que la ampliación de programas de aprendizaje a distancia puede contribuir para remediar los desbalances regionales del país. Los beneficios del aprendizaje a distancia incluyen una posibilidad de ampliación, cobertura y costos de presentación relativamente bajos, así también lo sustenta un estudio de Virtual Educa llamado "La educación superior a distancia y virtual en Colombia: nuevas realidades". No obstante, se debe garantizar a los jóvenes que tienen acceso a este tipo de educación la misma calidad que en programas presenciales.
Colombia, en comparación con otros países de la región está rezagada en los esfuerzos por explotar el potencial de la educación a distancia. Sin embargo, “la matrícula en cursos por internet aumentó un 76% entre 2011 y 2013, en comparación a un aumento del 12% en programas presenciales durante el mismo período”, dice Carlos Lugo Silva, jefe de Innovación Educativa del Ministerio Nacional de Educación.
Según Virtual Educa en su estudio, un aprendizaje combinado, en donde los alumnos combinan la modalidad virtual con la presencial, puede ser especialmente eficaz en situaciones como la de Colombia, donde los estudiantes pueden carecer de competencias de autonomía en el estudio. “Los nuevosmodelos de educación superior a distancia que prevalecerán en las próximas décadas estaránbasados en las nuevas tecnologías que combinan el conocimiento con las telecomunicaciones”, afirma la organización en un apartado de su estudio.
La tecnología entonces permite que un profesor dicte de manera virtual una materia a millones de estudiantes. Una de las tendencias que ha crecido en los últimos años son las MOOC´s, (por sus siglas en inglés Massive Open Online Course). En este campo Colombia ha venido cada vez más evolucionando y las universidades del país están dictando clases por medio de este sistema.
“Lo virtual no es para todo el mundo. Los jóvenes todavía quieren interactuar. Pero una persona que ya tiene un pregrado y trabaja, pero quiere profundizar sus conocimientos, puede estar interesada. Este avance se está dando en maestrías y doctorados”, afirma César Tulio Ossa, director de Educación Continua de la Pontificia Universidad Javeriana. “Hay que aprovechar la tecnología en los procesos de aprendizaje. Esa es una de las ventajas de la educación virtual, que se adapta a las necesidades. Tiene que haber un cambio en la didáctica y en la metodología”, dice.
Lo cierto es que la Universidad Javeriana ha logrado un mayor cubrimiento gracias a su departamento de Educación Continua. “La universidad con tan solo tres cursos contó con 21.000 estudiantes. Creamos uno llamado Finanzas Personales, en donde tuvimos cerca de 8.000 inscritos de 74 países; y en otro titulado Ética de la Felicidad, tuvimos una demanda de 3.000 personas”, cuenta Ossa. Las personas no tienen que pagar por estos cursos, excepto si se quieren certificar. Estos cursos están dirigidos para las personas que no pueden acceder a la educación. De hecho, el 54% de los inscritos solo cuenta con secundaria, el 60% son mujeres y el promedio de edad es 29 años.
Y como el caso de la Javeriana hay otras universidades en el país que se han lanzado a incursionar en el campo de las aulas virtuales. En este contexto está la Uniminuto que gracias a su presencia promueve formas innovadoras de acceso y servicio. Según cifras presentadas por Marelen Castillo, vicerrectora general académica de la institución, cuentan con un total de 120 programas de formación técnica, tecnológica, universitaria, especialización, maestría y maestría en convenio. En estos 120 programas, en el primer periodo del 2016 se presentaron 107.417 estudiantes, de los cuales 69% fue en la metodología a distancia que combina tutoriales presenciales.
Sin embargo, nace un paradigma para todos los actores dentro del sistema educativo. Tanto para el Gobierno, como institución que debe garantizar el acceso a la educación de calidad y que debe cuestionarse si la educación virtual tiene el impacto que deben generar sus acciones. El Politécnico, Nueva Granada, San Buenaventura, Uniandina entre otras universidades han comenzado a desarrollar la formación online tanto en cursos de extensión como en la titulación de programas de pregrado y posgrado. La calidad es el reto que viene detrás de ellos, para hacer de la educación virtual un proceso exitoso de alto impacto.
Las ciifras de la educación virtual en Colombia
Según el Ministerio de Educación la demanda de este tipo de educación aumentó un 500% entre 2012 y 2015, pues pasó de haber 12.000 estudiantes a 65.000.
De igual manera, el Ministerio asegura que la oferta de programas virtuales ha crecido alrededor del 300% en el mismo periodo, pasando de 122 a 487 en todos los niveles formativos.
Así mismo, cerca del 40 por ciento de los colombianos que estudian en esta modalidad lo hacen bajo la metodología Ilumno, una red de instituciones educativas de América Latina que reúne a 14 universidades y más de 300.000 estudiantes de la región.
Por otro lado, el mayor porcentaje de demanda está en los estudiantes entre los 25 y 35 años de edad, que por diferentes motivos no pueden desplazarse a una universidad para asistir de manera presencial.
Según el Observatorio de Empleabilidad del MEN, el campo laboral para personas con educación virtual está entre el 88 % y el 90%, una cifra significativa.
Este artículo hace parte de la edición N°18 de la revista Semana Educación. Para informarse más sobre lo que pasa en educación en Colombia y en el mundo suscríbase aquí.