Jardín infantil de clases
Estrategias para una transición del jardín al colegio. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Educación

Del jardín al colegio: cinco estrategias clave para asegurar una transición exitosa durante esta etapa

Asegurar una transición positiva y efectiva permitirá el desarrollo integral de los niños, afirma una experta en educación infantil.

Redacción Educación
21 de agosto de 2024

La transición del jardín infantil al colegio representa un paso significativo en la vida de un niño, marcando el inicio de su vida escolar formal. Esta etapa es crucial para el desarrollo social, emocional y académico, ya que los pequeños comienzan a interactuar con otros niños de su edad, a seguir rutinas y normas, y a desarrollar habilidades básicas que serán la base para su futuro educativo.

“Los estudiantes enfrentan una variedad de desafíos cuando pasan de un jardín infantil al colegio y cada proceso es diferente para cada niño dependiendo de su personalidad, fortalezas y debilidades, su red de apoyo y entornos”, asegura Kristine Ertl, directora de Educación Infantil y Primaria de The English School.

De acuerdo con la experta, en términos generales, “los principales desafíos incluyen integrarse socialmente, manejar un equilibrio entre la escuela y el hogar, asegurar su bienestar emocional, asumir más responsabilidad en su aprendizaje, y fortalecer su independencia y autorregulación”. Es en este punto, de acuerdo con Kristine, en donde “los colegios tienen un rol fundamental, ya que es necesario que implementen estrategias que hagan de este proceso de transición para el niño una experiencia agradable y efectiva”.

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Asegurar una transición positiva y efectiva permitirá el desarrollo integral de los niños, afirma una experta en educación infantil. | Foto: Getty Images

Para asegurar una transición exitosa, Kristine comparte cinco claves esenciales que todo colegio debería considerar:

  • Trabajo conjunto entre el colegio y el hogar: De acuerdo con la experta, esto implica que ambas partes trabajen juntas para identificar y satisfacer las necesidades del estudiante, comunicar observaciones y estrategias, y ser flexibles y comprensivos. Esta relación se puede promover invitando a las familias a participar en talleres y actividades, compartiendo estrategias pedagógicas y respondiendo a las necesidades únicas de cada familia y niño.
  • Red de apoyo: La escuela debe tener una red de apoyo diversa, proactiva y profesional para anticiparse y responder a las necesidades de los estudiantes, afirma. Esto debe incluir maestros y profesionales en apoyo socioemocional, terapia ocupacional, terapia del lenguaje y apoyo académico en matemáticas, inglés y español, entre otras áreas.
  • Gestión de las interacciones sociales: “Después de la pandemia y con el impacto de la tecnología, las interacciones sociales se han vuelto más difíciles para las escuelas”, sostiene Kristine. Para la docente, es crucial que los colegios faciliten la creación de relaciones sólidas entre los estudiantes y enseñen valores como empatía, resiliencia y aceptación. “Durante los primeros días y semanas de clases, deben centrarse en construir comunidades inclusivas y fomentar relaciones entre pares, incluso más que en cumplir con el currículo académico”, enfatiza.
  • Adaptarse a las necesidades cambiantes de los niños: Debido a que cada generación es distinta y requiere un enfoque diferente, “los colegios no deberían aplicar las mismas estrategias cada año y esperar los mismos resultados”, sostiene. En este proceso, “los profesores deben escuchar a los niños y comprender sus necesidades reales. Aunque esto requiere tiempo y personal capacitado, vale la pena cuando los estudiantes están felices, adaptados y progresan en su aprendizaje y desarrollo personal”, asegura.
  • Fomentar las capacidades de adaptación y un estilo de vida equilibrado: Gran parte de esto no se puede hacer únicamente en el contexto escolar, por lo que es vital que los colegios fomenten las relaciones sanas de los estudiantes también con sus familias y orienten, cuando sea necesario, para que repliquen estas buenas relaciones tanto en el entorno educativo como fuera de él. Para ello, “los colegios pueden desarrollar talleres para apoyar a las familias, esforzándose por abrir las puertas a la comunicación tanto como sea posible”, concluye.

Estas estrategias son fundamentales para asegurar que el paso del jardín al colegio sea un proceso positivo y efectivo, donde cada detalle en el entorno escolar contribuye al desarrollo integral de los niños, preparando el camino para un futuro académico y personal exitoso.

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Los principales desafíos incluyen integrarse socialmente, manejar un equilibrio entre la escuela y el hogar, asegurar su bienestar emocional, asumir más responsabilidad en su aprendizaje. | Foto: Getty Images/Image Source