EDUCACIÓN
Del papel al ordenador, así ha evolucionado la producción cartográfica en el país en 85 años
En 1935 empezó a recrearse la historia de Colombia a través de cada uno de los mapas elaborados por la naciente sección de Cartografía del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
Hace 171 años inició la Comisión Corográfica, un proyecto encomendado por el entonces gobierno de la República de la Nueva Granada al ingeniero militar italiano Agustín Codazzi para realizar, entre otros, el primer mapa nacional de lo que hoy conocemos como Colombia.
Producto del trabajo de esta comisión y con la necesidad de contar con una institución encargada de levantar y mantener la cartografía del país, se creó en 1902 la Oficina de Longitudes y Fronteras, la misma que en 1935 dio paso al Instituto Geográfico Militar, el cual adoptó el nombre de Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) en 1950 como homenaje al cartógrafo italiano y a los 100 años del inicio de la Comisión Corográfica.
Precisamente, fue en 1935 cuando empezó a recrearse la historia de Colombia a través de cada uno de los mapas elaborados por la naciente sección de Cartografía del Instituto, que durante 60 años elaboró manualmente la cartografía básica del país, utilizando la destreza, técnica, habilidad y amor por su trabajo de los profesionales de la época. Reglas, lápices, rapidógrafos y mesas de dibujo fueron las herramientas que acompañaron a los mapas del IGAC hasta 1994.
Rollos de película fotográfica, equipos mecánicos, métodos topográficos convencionales, operaciones manuales de dibujo en planchas y procesos mecánicos para la obtención de los productos gráficos en el laboratorio fotográfico fueron los procedimientos que en su momento realizaron un gran aporte al desarrollo y la consolidación de la cartografía colombiana. Prueba de ello está en el patrimonio histórico del Instituto contenido en el Museo de Geografía y Cartografía y en los rollos análogos de aerofotografías.
Tendencias
La cartografía que produce el Instituto es básica y precisa, lo que significa que a partir de ella se pueden generar diversos análisis y mapas temáticos, como los ambientales, geomorfológicos, catastrales, de infraestructura, entre otros.
Adicionalmente, sirve para elaborar la información cartográfica necesaria para adelantar diferentes procesos de importancia para el país como el catastro, la planificación urbana y rural, el ordenamiento territorial, entre otros.
“Para entregarle un producto de gran calidad al país y que cumpla con todas las necesidades planteadas, es imperativo estar a la par con la tecnología. La forma de capturar y producir información cartográfica hoy es totalmente diferente a como se hacía años atrás. Ahora utilizamos aeronaves tripuladas acondicionadas con cámaras fotogramétricas digitales, incorporamos imágenes satelitales e imágenes aerofotográficas logradas desde aeronaves no tripuladas como drones, y apoyamos nuestro trabajo con modernos equipos computarizados digitales que garantizan la precisión y calidad del producto final”, explicó Dayana Beltrán, ingeniera catastral y geodesia del IGAC.
Toda esta información va dirigida a entidades del orden nacional y regional, tanto públicas como privadas, que adelantan procesos de planificación, catastro y ordenamiento territorial, así como para el público en general.
Atrás quedaron aquellas épocas de laboratorios fotográficos, procesos y dibujos manuales; las reglas, los lápices, los rapidógrafos y las mesas de dibujo dieron paso a sistemas digitales de alta eficacia y precisión.
Hoy, el IGAC y la cartografía que realizan los profesionales colombianos están a la vanguardia en el uso de tecnologías para la generación de productos cartográficos, gracias a una constante renovación de sus recursos y al permanente aprendizaje de técnicas que permitan enriquecer el proceso e incrementar la precisión.
“El Instituto cuenta con un proceso de validación que permite garantizar que todos los productos cartográficos generados en el país cumplan con la calidad exigida en las normas y estándares internacionales, pero simplificando y flexibilizando el proceso de producción para promover la innovación”, enfatizó Liliana Barrera, ingeniera topográfica del IGAC.