Profesora enseñando a estudiantes en los primeros años.
Educación neuronal y cognitiva desde la primera infancia. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Educación

Desarrollo cognitivo y neuronal en la infancia: ¿qué se debería enseñar desde los primeros meses?

Estimular adecuadamente a los menores desde los primeros meses de vida puede ayudar al correcto desarrollo físico y emocional.

Redacción Educación
10 de julio de 2024

Estimular el desarrollo cognitivo y neuronal de los niños adecuadamente es una de las principales preocupaciones para los padres de hoy en día. Diversas investigaciones han demostrado que los primeros años de vida son determinantes para su desarrollo cerebral. De acuerdo con un estudio de la ONG Educo, durante esta etapa se forma hasta el 90 % de las conexiones neuronales.

Sin embargo, la mayoría de padres desconoce cómo estimular adecuadamente a sus hijos en esta fase tan crítica, lo que según la Unicef, además de afectar su desarrollo cognitivo, también impide su correcto desarrollo físico y emocional. Es crucial entender que, durante los primeros años de vida, el cerebro de un niño es muy maleable, lo que se conoce como plasticidad cerebral.

“Dicha plasticidad permite que las neuronas establezcan conexiones a una gran velocidad, creando una red neuronal que será la base para el aprendizaje y el desarrollo en todas las áreas”, asegura Marcela Agudelo, directora de admisiones del Vermont School de Medellín, el primer colegio antioqueño en implementar la metodología ‘Early Steps’ o ‘Primeros Pasos’, enfocada en la estimulación temprana.

Profesora enseñando a estudiantes en los primeros años.
La estimulación temprana para niños desde los 3 meses ayuda a impulsar el desarrollo neuronal y cognitivo. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Es en esta etapa cuando los niños son más receptivos a las experiencias y estímulos que moldearán su capacidad para aprender y adaptarse. La estimulación adecuada en esta fase temprana no solo mejora las habilidades cognitivas como el lenguaje y la memoria, también fortalece habilidades motoras y sociales, preparando a los niños para enfrentar desafíos futuros con mayor capacidad de adaptación y aprendizaje.

De acuerdo con Agudelo, “estimular habilidades motoras, de motricidad gruesa y de relacionamiento con el espacio” se deben enseñar desde los tres meses, ajustadas a cada etapa y caso. “Esto lo hacemos a través de diferentes actividades que van desde ejercicios de fortalecimiento muscular hasta juegos sensoriales, todo con el acompañamiento de los padres”, agrega.

Estas actividades no solo promueven el desarrollo físico, sino que fomentan la curiosidad y el aprendizaje activo. Además, es importante que los padres participen activamente en estas actividades, ya que su acompañamiento y apoyo son fundamentales para el desarrollo integral de los niños.

Además de estimular a los niños, también es esencial empoderar a los padres con información y recursos pedagógicos para que puedan seguir apoyando el desarrollo cognitivo de sus hijos en casa, asegura Agudelo. Fortalecer el vínculo entre padres e hijos y asegurar una continuidad en el aprendizaje es clave para que los niños alcancen su máximo potencial.

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Actividades como ejercicios físicos, juegos sensoriales y actividades de estimulación cognitiva, son clave en la primera infancia. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images/Image Source