El lucrativo negocio de lo diplomas universitarios falsos

Pareciera que en la era 2.0 sacar un diploma falso es cada vez más fácil. En la red proliferan una gran cantidad de páginas web que ofrecen diplomas falsos por una módica suma. Basta con hacer una búsqueda rápida en Google para comprobarlo.

Son sitios como PhonyDiploma.com, DiplomaCompany.com o BuyaFakeDiploma.com que permiten la compra de títulos falsos. Incluso existe un sitio, BestFakeDiploma.com, cuya función es recopilar información de calidad del servicio de estas páginas y clasificar las mejores.

Según se anuncia, basta con entregar una suma de dinero cercana a los 100 dólares para obtener un diploma con sellos de la universidad que el comprador elija. Se llena un formulario con los datos personales, se especifica el título, la institución y las notas de clase, esto último si así lo desea el comprador. Y listo: como ordenar un vestido o un libro por catálogo online.

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“Vemos un retorno de esa tendencia hace tres años, ya que los sitios que venden falsos diplomas, nacidas en los años 2000, se han disparado”, reconoció a Le Monde Emmanuel Chomarat, fundador de la empresa VerifDiploma que verifica la autenticidad de diplomas universitarios.  

“Nuestro estimado es que hay unos 5.000 sitios de este tipo y, probablemente, el mismo número de agencias de acreditación falsas”, relató Allen Ezell, veterano del FBI en entrevista con la CBS. “No es por ser paranoico, pero están en todos lados”.

Otro de los problemas es que muchos de estos sitios son una estafa a pesar de que internet está lleno de testimonios que aseguran la efectividad de los mismos.

Según se presenta PhonyDiploma.com, “no hay nada ilegal en vender diplomas falsos con fines decorativos. Nosotros nunca usamos sellos de universidades reales, aunque nuestro diseño sea similar. Nunca falsificamos nombres originales, ni hacemos diplomas que podrían afectar la seguridad de nuestro país -Estados Unidos-”.

Este fenómeno se relaciona con las ‘fábricas de diplomas’ que existen en la red, instituciones no acreditadas que entregan diplomas por una suma de dinero. Estas generalmente otorgan el título como certificación de conocimientos adquiridos previamente para darle una apariencia de legitimidad. En otras palabras, tratan de acreditar determinadas competencias de sus clientes basándose en criterios cuestionables.

Estas compañías se disfrazan bajo una apariencia de legalidad, por lo que es difícil clausurarlas. No obstante, el gobierno estadounidense trata constantemente de cerrarlas bajo el argumento de crear organismos falsos para autoacreditarse o por engañar a sus compradores. Los especialistas aseguran que cada vez que cierran un sitio de estos, otro se abre instantáneamente.

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En 2015, el New York Times reveló que una empresa pakistaní había creado más de 370 sitios de internet de universidades virtuales con nombres muy similares a los de universidades reconocidas como “Barkley” o “Columbia”.

Por ejemplo, la Escuela Superior Robert de Sorbon (a semejanza de la reconocida universidad de Sorbona) ofrece doctorados por 550 euros (1.797.683 de pesos colombianos) que pueden pagarse en Bitcoins. Basta con entregar el dinero, rellenar un formulario y enviar una hoja de vida.

Incluso en eBay se encuentran varios diplomas falsos por precios tan bajos como 400.000 pesos.

Este fenómeno no le es extraño a Colombia. La página web de Tramitar S. A. se presenta como la empresa de diplomas falsos más grande del país con más de 900 plantillas de las principales instituciones educativas.  

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Según este portal, su equipo “nació en el año 2003 como respuesta a las necesidades de miles de trabajadores de toda Colombia que poseen los conocimientos necesarios para desempeñarse en cualquier campo, pero que no cuentan con los documentos que avalan su preparación”.

Estos títulos pueden costar entre 700.000 y 2.400.000 de pesos. Este último precio es el que deben desembolsar aquellos que también deseen adquirir el historial académico y la prueba Ecaes, según una investigación del periódico El País de Cali.

Los especialistas advierten contra este tipo de prácticas. La pena por falsedad de documento puede ascender a cuatro años de prisión, por lo que sale mejor evitar un problema penal que arriesgarse con un título falso.

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