Educación
Disminuyen matrículas en universidades públicas mientras hay repunte en privadas; ¿a qué se debe?
La crisis no solo se evidencia en las instituciones públicas, sino en entidades como el Sena.
En los últimos años, la educación superior en Colombia ha experimentado cambios notables, especialmente en el sector privado, al tiempo que las instituciones públicas han enfrentado desafíos significativos. A pesar de las políticas del Gobierno nacional para aumentar la cobertura y ofrecer matrícula gratuita, los resultados han sido menos alentadores de lo esperado.
Entre 2021 y 2023, el sistema de educación superior colombiano solo creció en 50.000 estudiantes, una cifra que está muy por debajo de las expectativas gubernamentales, de acuerdo con un reciente informe del Sistema Nacional de Información de Educación Superior (Snies).
La implementación de la política de ‘Matrícula Cero’ y otros subsidios no han logrado revertir la tendencia negativa en el sector público. De las 74 instituciones de educación superior (IES) públicas, 39 reportaron una disminución en su matrícula, destacando el estancamiento en el sector, de acuerdo con el Snies.
Para el 2023, las universidades públicas reportaron una matrícula de 2.475.833 estudiantes, un incremento modesto del 0,4 por ciento respecto al año anterior, lo que posiciona la tasa de cobertura en un 55,38 por ciento%. Esta tasa de crecimiento plantea dudas sobre la viabilidad de alcanzar la meta gubernamental de una cobertura del 60 por ciento al final del cuatrienio actual.
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El Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) experimentó la mayor disminución en el número de estudiantes, con una baja de 31.839 alumnos entre 2022 y 2023. Otras instituciones públicas que también reportaron pérdidas incluyen la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y la Universidad Nacional de Colombia, con reducciones de 3.218 y 1.788 estudiantes, respectivamente.
En contraste, el sector de las universidades privadas ha mostrado un panorama más positivo. La Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) lideró el crecimiento con 28.146 nuevos estudiantes, contribuyendo significativamente a un saldo positivo en el sector universitario en general. En total, las universidades públicas y privadas ganaron 11.924 nuevos alumnos durante el periodo.
Las universidades privadas han logrado mantenerse a flote e incluso crecer gracias a estrategias educativas en la oferta de programas y marketing. Instituciones que ofrecen programas cortos, técnicos, virtuales y con una amplia presencia nacional han sido las más beneficiadas.
La Universidad Manuela Beltrán (UMB) es un ejemplo de este fenómeno, con una ganancia de 1.168 estudiantes entre 2022 y 2023, situándose entre las diez universidades privadas con mayor crecimiento en el país.
“La UMB ha apostado por programas educativos que responden a las demandas actuales del mercado laboral, lo que la ha hecho especialmente atractiva para los estudiantes que buscan una formación que les permita insertarse rápidamente en el mundo laboral. Además, ha desarrollado plataformas virtuales que facilitan el acceso a la educación a distancia, ampliando su alcance a nivel nacional e internacional”, asegura la institución educativa.
El caso de la Universidad Manuela Beltrán no es único, pero sí representativo de una tendencia más amplia entre las universidades privadas en Colombia. Instituciones como la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto), Asturias Corporación Universitaria (Uniasturias) y la Fundación Universitaria del Área Andina también han registrado crecimientos significativos, en parte gracias a su capacidad de adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado educativo.