EDUCACIÓN
Bogotá supera la segregación educativa
Aunque entre los retos está la jornada única, el bilingüismo y el acceso a educación superior, el principal objetivo en Bogotá está enfocado en reducir las brechas entre jóvenes de diferentes condiciones socioeconómicas.
Semana Educación dialogó con los secretarios de Educación de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Lo hizo para conocer cómo pasarán del discurso de las propuestas a los programas y realidades concretas para el sistema educativo de estas capitales en los próximos cuatro años. Los planes de desarrollo, en los que trabajarán en este primer semestre, servirán de hoja de ruta general. Y el capítulo de educación desempeñará un papel protagónico.
La nueva secretaria de Educación, Edna Bonilla, tiene pleno conocimiento del sector en la capital y hace un par de años fue aspirante a rectora en la Universidad Nacional.
Por eso dice tener claras las prioridades en educación para Bogotá. Bonilla tiene muchos objetivos y metas al frente de la Secretaría. Sin embargo, es enfática en señalar que su máximo sueño es reducir las brechas en educación: “Que la oferta pública sea atractiva para cualquier persona. Los colegios públicos están centrados en Ciudad Bolívar, Bosa, Suba, y no hay en otras localidades ¿Por qué no todos tienen la opción de estudiar en un colegio público y cuentan con la certeza de que es una institución de calidad?”, se cuestiona.
En ese sentido, considera que el principal problema de Bogotá es la segregación: “Hay que escuchar más a los jóvenes, a los maestros. Hay que hacerlos partícipes del Plan de Desarrollo”. Por ese motivo adelantaron una gran jornada pedagógica distrital, en la que todos los niños, niñas y jóvenes de colegios públicos y privados, e incluso de universidades, propusieron la ciudad que quieren y que sueñan a partir de un cuento: “El propósito fue resignificar y recoger sus voces, recomendaciones y expectativas en la definición del Plan de Desarrollo y del Plan Sectorial de Educación”.
Dentro de esos planes son muchas las aristas en las que buscan trabajar, por ejemplo, el incremento sustancial de la jornada única: “Tenemos una cobertura del 17 por ciento, y los estudios demuestran que un indicador que dispara la calidad es la jornada única”. Por tal razón plantearon como objetivo aumentar la cobertura a 40 por ciento, pero examinando profundamente el enfoque de esta estrategia. “Hay que analizar cómo está organizada esa jornada única; si tenemos a los niños ocho horas en el colegio y les damos más de lo mismo, no hacemos la diferencia”.
Además, en Entornos Escolares Seguros, estrategia complementaria de Jornada Única, la meta es establecer 20 espacios de ese tipo antes del 30 de junio. “Ya tenemos identificados 100 para impactar”, dice Bonilla.
De otro lado, en Bogotá hay 16 colegios públicos en proceso de acreditación, y uno de los criterios es el bilingüismo. Por ello, un reto primordial será concentrarse en el 15 por ciento de establecimientos educativos que aún se hallen en clasificación C y D, y centrar la meta en aumentar el porcentaje de instituciones con clasificación en A y A+.
En educación superior, la funcionaria señaló que el principal problema es que la tasa de absorción general es muy baja en Bogotá: de los colegios privados, el 58 por ciento pasa a la educación superior, mientras que de los colegios públicos solo lo hace el 38 por ciento.
“Esa cifra es dramática. Tenemos que darles herramientas a los estudiantes. Marché con ellos el año pasado y las consignas eran educación. En la Universidad Nacional son aceptados entre el 7 por ciento y el 11 por ciento, ¿qué pasa con los demás?”.
Así, se proponen otorgar durante los cuatro años 20.000 cupos nuevos universitarios gratuitos para población vulnerable. “2.500 los tomaría la Universidad Distrital, y el resto se lograría con alianzas y convenios con instituciones privadas”.
También aseguró que se creará la Agencia de Educación Superior antes de finalizar el año: “Con ella queremos revisar cómo están funcionando los fondos para unirlos, tener mucho más músculo financiero y trabajar de manera articulada con las universidades”. Finalmente, en materia de calidad, plantea ofrecer a 5.000 profesores un apoyo de hasta 70 por ciento en sus estudios de posgrado en universidades de excelencia.