EDUCACIÓN
Educación virtual: 6 de cada 10 docentes cree que acompañamiento de padres ha sido regular
El 60 % de los profesores considera que el acompañamiento y apoyo de los padres a sus hijos durante el cierre de colegios debería mejorar, según un informe de La Javeriana.
El 14 de marzo del 2020 el Gobierno Nacional decretó el estado de emergencia nacional y, dos días después, el cierre de todos los establecimientos educativos del país.
Con esto, cientos de miles de escuelas y universidades en el mundo debieron cerrar sus puertas y adoptar, casi que de un día para otro, la virtualidad. Esto les ha acarreado grandes retos, como ajustar sus programas presenciales a este método sin que se perdiera la calidad y lograr hacer evaluaciones íntegras de los alumnos.
No obstante, esto no ha sido tarea fácil y muchos estudiantes añoran la presencialidad, dado que en el caso de Colombia, muchos no cuentan con acceso a internet y conectividad.
Por ejemplo, en el país el 63 por ciento de los estudiantes en educación media de colegios públicos no tiene acceso a internet ni computador en su hogar y solo un 9 por ciento de estudiantes en las zonas rurales manifestó tener un computador.
Tendencias
Bajo este escenario, los profesores tuvieron que encontrar nuevas metodologías y formas para llegar a los estudiantes y la educación no se interrumpiera por cuenta de la pandemia.
Buscando conocer cómo se adaptaron a esta nueva ‘normalidad’ de los colegios, el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana, en conjunto con distintas Secretarías de Educación, diseñaron y aplicaron una encuesta dirigida a docentes y rectores de colegios oficiales con el fin de identificar su situación en pandemia.
Esta encuesta fue de carácter voluntario, por lo cual sus resultados no son representativos de las Entidades Territoriales participantes. Sin embargo, las respuestas de los participantes permiten describir las formas en que la comunidad educativa se enfrentó al cierre de los colegios en el año 2020. Participaron 16 secretarías de Educación, 4.527 docentes y 905 rectores de 762 instituciones educativas oficiales.
Uno de los hallazgos que más llaman la atención es que con el cierre de colegios y el envío de material pedagógico a casa, muchos docentes sintieron que los estudiantes no estaban recibiendo el apoyo necesario en casa. 6 de cada 10 docentes manifestó que el acompañamiento de los padres de sus alumnos ha sido regular y puede mejorar.
Sobre la asistencia de los alumnos a las actividades pedagógicas, todos evidenciaron una disminución en la participación. Reportaron que solo 6 de cada 10 estudiantes asistieron a las actividades sincrónicas (en vivo) y 4 de cada 10 estudiantes participaron en las actividades académicas asincrónicas (guías físicas, talleres, tareas).
La razón principal de la inasistencia ó falta de participación sin importar la modalidad de las clases y actividades, fue la ausencia de Internet y conectividad. (Ver gráfico).
En ese sentido, el 40 por ciento de los docentes usó solo metodologías asincrónicas y el 10 por ciento solo sincrónicas.
Sin embargo, una proporción importante de profesores dijo no haber continuado con el proceso educativo debido al cierre de colegios. “El 27 por ciento de los docentes encuestados no continuó dictando clases (bajo ninguna modalidad de enseñanza) después del cierre de los colegios”, dice el informe.
Además, algunos que sí retomaron no lo pudieron hacer rápidamente debido a las barreras que puso la pandemia. Dos de cada 10 profesores manifestaron que tardaron más de un mes en volver a dictar clases. Asimismo, un 26 por ciento de maestros dijo que no continuó realizando evaluaciones durante el cierre de los colegios.
Es por esta razón, que desde distintos sectores se mantienen los llamados a abrir las escuelas, y mantenerlas así, sin importar la evolución de la pandemia dado que la evidencia ha ratificado que no son lugares que sean focos de propagación.
“Los cierres de escuelas deben ser un último recurso, deben ser temporales y sólo a nivel local en las zonas de transmisión intensa”, ha reiterado en varias ocasiones la OMS y Unicef en declaraciones conjuntas.