EDUCACIÓN
Efecto pandemia: al menos 26.000 estudiantes de colegios privados pasaron al sector público
Por la crisis económica, miles de familias tuvieron que cambiar a sus hijos de institución educativa.
Cuando llegó la pandemia al país el año pasado, y con ello una aguda crisis económica en miles de familias, la Confederación Nacional de Padres de Familia, principal asociación en el país, alertó que un 80 % de las familias no estaban en capacidad de pagar la pensión del colegio o jardín debido al cierre de la economía.
El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana indagó sobre el fenómeno de los traslados de estudiantes de colegios privados a oficiales en el marco de la pandemia, evidenciando como una cantidad importante de estudiantes del sector privado. Lo primero que hay que tener en cuenta es que los colegios públicos albergan casi el 80 % de los alumnos de todo el país, es decir, casi 8 millones de estudiantes.
Como la información sobre el traslado de estudiantes de instituciones educativas del sector privado al sector oficial no es abierta al público e, incluso, el Ministerio de Educación Nacional no la tiene aún consolidada (o al menos no públicamente), el LEE solicitó directamente los datos a las 96 Secretarías de Educación del país, pero solo recibió respuesta de 33.
Aunque las respuestas no consolidan una muestra representativa, sí son datos preliminares que indican cambios notorios en la composición de las instituciones educativas. Al procesar la información, el LEE encontró que 26.521 estudiantes en las 33 Secretarías de Educación han realizado el cambio de colegio privado a uno oficial en el contexto de covid-19.
El informe destaca a Barranquilla (con 4.148 traslados), Bucaramanga (3.573 traslados) y Cartagena (3.462 traslados), como las secretarías que reportaron mayor cantidad de traslados de estudiantes al sector oficial (de las 33 secretarías que respondieron).
Así mismo, el Laboratorio analizó tres posibles efectos que podrían traer estos traslados sobre la educación de los niños, niñas y adolescentes: el primero es que el ingreso de una mayor cantidad de estudiantes a las sedes educativas oficiales podría implicar un aumento en el número de estudiantes que, en promedio, debe atender cada docente de la sede.
Lo anterior podría llevar a una reducción en los niveles de calidad de la educación y, en algunos casos, la infraestructura podría ser insuficiente.
Según análisis de datos de 2019, el número de estudiantes por salón –en promedio– es mayor en las sedes oficiales, con respecto a las no oficiales (30 vs. 20). Además, para 2018, la proporción de estudiantes por docente era de 18 en las sedes educativas oficiales y de 15 en las privadas.
Con base en esos datos, es fundamental que se acompañe esta migración de estudiantes con un aumento de los recursos por parte de las secretarías a las instituciones de educación oficiales, con el fin de atender una mayor demanda y no afectar la calidad de la educación.
En segundo lugar está lo que podría llamarse el “efecto de pares”, que, según estudios internacionales, los nuevos estudiantes pueden transmitir parte de sus conocimientos a los nuevos compañeros de colegios oficiales, por vía de la interacción. En contraste, también podría darse el efecto de empezar a tener un menor rendimiento académico.
El tercer efecto que pone sobre la mesa el LEE es el impacto psicoemocional que podrían generar estos cambios de colegio para los estudiantes, que implica un cambio de ambiente de estudio, de profesores, de compañeros, de metodologías de enseñanza. Para ello, los analistas sugieren el fortalecimiento de los cuerpos de asistencia psicoemocional en los colegios.
Luz Karime Abadía, codirectora del LEE, hizo un llamado de atención para que “tanto a nivel nacional como local se haga una buena medición de este fenómeno y se identifique a los nuevos estudiantes que ingresan al sistema oficial de manera que puedan ser acogidos en las instituciones educativas con altos estándares de calidad”.