EDUCACIÓN
El aula del futuro en solo una mano
Un emprendedor colombiano creó TOMi, un dispositivo que él ha definido como “el iPhone de los maestros”, ya que tiene en un solo lugar todos los elementos para tener un aula de clases de última tecnología.
Juan Manuel Lopera creció en un barrio difícil en la época en que Medellín era la ciudad más violenta del país y Colombia la insignia del conflicto ante el mundo. A los 12 años lo sorprendieron escondiendo un arma blanca en su mochila y en castigo tuvo que pasar las vacaciones encerrado estudiando.
Su profesor de matemáticas sabía que si no se enfocaba terminaría en malos pasos, tal y como les ocurrió a muchos de sus compañeros. Por eso, le dio un consejo que le cambió la vida: le sugirió a su mamá comprarle un computador. Ella, con mucho esfuerzo, se lo consiguió y este se volvió su herramienta de trabajo y su ventana al mundo.
En las madrugadas tenía conexión gratuita a internet gracias a un programa de EPM y de ese modo este emprendedor y autodidacta empezó a llenar sus noches de todo el conocimiento que pudiera procesar. Así se convirtió en un exitoso emprendedor. Con menos de 30 años inventó Kkatoo, un sistema de llamadas telefónicas automáticas que hoy usan los principales bancos del país.
Luego inventó el sistema que lee, califica y genera informes de los exámenes tipo Icfes; y finalmente desarrolló E-Kampus, un campus virtual en el que cualquier persona puede simular ser un empresario.
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Por ese espíritu emprendedor, la publicación MIT Technology Review lo galardonó en 2017 como el innovador colombiano del año de menos de 35 años. “Hace 15 años vendí mi primera empresa por 1.000 millones de pesos. Nada de lo que yo he hecho hubiera sido posible de no ser por un docente que estuvo a mi lado”.
Por eso, Juan Manuel quería ir más allá y brindarles a esos maestros, que tanto marcaron su infancia, un producto que revolucionara el aula de clase. Ese sería el primer destello de Aulas AMiGAS, una empresa que diseña herramientas digitales para facilitar el ejercicio académico de los profesores.
El éxito central de Aulas AMiGAS es su producto estrella, TOMi, un pequeño dispositivo que rompe la barrera de acceso a internet en las escuelas sin conexión y permite a los profesores convertir cualquier muro o superficie en un tablero interactivo.
TOMi permite impartir lecciones educativas con realidad aumentada y convertir cualquier tablero en una superficie táctil, “son múltiples las posibilidades; con este pequeño aparato, un docente puede hacerle seguimiento a cada estudiante, calificar evaluaciones, ver en qué parte del programa académico van, hacer una clase completamente interactiva”.
Lopera explicó que TOMi ha sido diseñado para imitar lo que hizo Apple con el iPhone, que integró un teléfono móvil, reproductor de mp3, GPS, computadora, todo en un solo dispositivo, por lo que se volvió fácil de dominar incluso para los tecnófobos más acérrimos. “Con TOMi, los profesores que usualmente no son muy amigos de la tecnología lo van a usar y a adoptar muy fácil (...) Es el iPhone de los maestros, tienen en un dispositivo que cabe en una mano todo para tener un aula de última tecnología a pesar de las limitaciones de conectividad”.
El dispositivo se puede conectar a un televisor o pizarra inteligente, o simplemente proyectar en una superficie blanca, “TOMi se puede utilizar para presentar contenido atractivo en cualquier contexto de aula, no importa si no hay conexión a internet, ya que fue diseñado para funcionar en lugares sin conectividad”, precisa.
“Muchas veces los maestros estaban usando la tecnología que les entregaban una vez y luego la volvían a poner en la caja y nunca la volvían a usar. Pero sabemos que a los maestros les encanta usar TOMi porque tenemos 7.000 de ellos pagando de su propio bolsillo, eso nunca sucede en América Latina y es porque es funcional para nuestro contexto”, agrega Lopera.
El dispositivo cuesta alrededor de 500 dólares y para acceder al contenido en la plataforma hay tres niveles de suscripción: gratis, estándar (9 dólares al mes) y prémium (30 dólares al mes). La empresa comercializa principalmente sus productos en las autoridades locales de ciudades y municipios. Pero si un profesor quiere comprar TOMi de su propio bolsillo, tiene la opción de combinar el dispositivo y el contenido en una suscripción mensual.
Es tal el éxito de TOMi que la empresa de Lopera ya ha firmado convenios con los Ministerios de Educación de Guatemala, México, El Salvador y algunas secretarías de Educación nacionales. “Solo en Colombia se han hecho más de 250.000 sesiones de estudio”, explica.
Desde su lanzamiento hace casi tres años, TOMi, que ya ha tenido varias etapas de mejora, ha podido incorporar a 18.000 profesores y 144.000 estudiantes en América Latina.
Es tal el impacto positivo del invento de Lopera que Qatar Foundation decidió incluirlo dentro de su programa Wise Accelerator, en el cual lo ayudarán a llevar a TOMi a otro nivel y a muchas más personas. “El programa proporciona sesiones de entrenamiento, tutoría, participación en eventos de Wise y el acceso a una red de potenciales socios, donadores e inversores en el campo de la educación”, explica Lopera, quien precisó que es la primera vez que una iniciativa colombiana es escogida por el líder mundial en innovación educativa.