EDUCACIÓN
El cierre de colegios expone a medio millón de niñas al matrimonio en 2020
Un informe de Save the Children estima que 500.000 niñas corren el riesgo de ser obligadas a contraer matrimonio infantil y que hasta un millón más queden embarazadas en 2020 como resultado de los impactos económicos de la pandemia. Este es el panorama.
No es fácil hablar de matrimonio infantil que todavía instalado como una institución en varias culturas del mundo. Su discusión es siempre controversial en algunos países del mundo. No obstante desde las Naciones Unidas se ha trabajado desde hace varios años para combatir esta situación, dado que el matrimonio infantil y las uniones tempranas tienen relación con otras vulneraciones de derechos humanos de niñas y adolescentes como los embarazos a temprana edad, que significan riesgos para la salud y la vida, y la deserción escolar, con todo el impacto que esto conlleva en sus proyectos de vida.
Sin embargo, los avances logrados se podrían ver seriamente amenazados con la llegada de la pandemia, que no solo ha obligado a cerrar las escuelas, sino que también agudizó la crisis económica de millones de familias en el mundo. Un nuevo análisis de Save the Children estima que 500.000 niñas corren el riesgo de ser obligadas a contraer matrimonio infantil y que hasta un millón más queden embarazadas en 2020 como resultado de los impactos económicos de la pandemia.
El aumento se suma a las anteriores tasas estimadas de matrimonio infantil, que anticipaban que 12 millones de niñas serían obligadas a contraer matrimonio este año. Si bien este aumento representa una estimación conservadora, marca un aumento significativo en las tasas de matrimonio infantil, y un aumento esperado en los embarazos adolescentes, seguido de deserción escolar.
“El aumento revertirá 25 años de progreso, en los que las tasas de matrimonio infantil disminuyeron”, dice Inger Ashing, directora Ejecutiva de Save the Children.
Según el documento presentado por la organización internacional con presencia en Colombia, se espera que hasta 2,5 millones de niñas más se casen en los próximos cinco años. Junto con los 58,4 millones de matrimonios infantiles que tienen lugar en promedio cada cinco años, esto equivale a 61 millones de matrimonios infantiles para 2025.
Las niñas del sur de Asia serán las más afectadas por el aumento del matrimonio infantil este año (191.000), seguidas de África Occidental y Central (90.000) y América Latina y el Caribe (73.400). También se espera que la práctica aumente en Asia Oriental y el Pacífico (61.000), Europa y Asia Central (37.200) y Oriente Medio y África del Norte (14.400).
El riesgo de embarazo adolescente en 2020 es más alto para las niñas de África Oriental y Meridional (282.000), seguidas de África Occidental y Central (260.000) y América Latina y el Caribe (181.000).
“La pandemia significa que más familias estarán en situación de pobreza. Lo que obliga a muchas niñas a trabajar para mantener a sus familias, a quedarse sin comida, a convertirse en las principales cuidadoras de familiares enfermos y a abandonar la escuela, con menores posibilidades de regresar que los niños”, explicó Ashing de Save the Children.
El cierre de escuelas a causa de la pandemia, que ha interrumpido la educación de 1.600 millones de niños y niñas, es uno de los temas que más preocupa. La experiencia durante el brote de ébola sugiere que muchas niñas nunca regresarán debido a la creciente presión para trabajar, el matrimonio infantil, la prohibición de que las niñas embarazadas asistan a la escuela y la pérdida de contacto con la educación.
Además, la ONU estima que se producirán dos millones de casos de mutilación genital femenina en los próximos 10 años como resultado de la pandemia, afectando principalmente a niñas menores de 14 años.
La directora de Save The Children hizo un llamado a los Gobiernos a tomar medidas para que el retroceso en la reducción del matrimonio infantil en el mundo por cuenta de la pandemia sea mayor: “No hay duda de que la pandemia ha empeorado las desigualdades de género existentes y se corre el riesgo de revertir los avances logrados con tanto esfuerzo durante las últimas décadas. No podemos, ni debemos, permitir que esta situación se agrave aún más”.
“Es hora de que los líderes mundiales se unan para proteger a una generación de niñas, para que no pierdan oportunidades de desarrollo y educación al igual que los niños”, concluyó Ashing.