El hombre con el coeficiente intelectual más alto es un fracasado

A Christopher Langan se le atribuye el título del hombre más inteligente del mundo. Su coeficiente intelectual es de 195 cuando el promedio está entre 90 y 110. Es incluso más alto que el del científico Charles Darwin, el ajedrecista Bobby Fischer y el físico teórico Stephen Hawking. Sin embargo, Langan, a diferencia de esta lista de hombres brillantes, nunca ha podido vivir de su inteligencia.

Ha pasado gran parte de sus 67 años de vida trabajando como obrero de construcción, vaquero, granjero y como hombre de seguridad en un bar de Long Island. A pesar de que Langan lleva 21 años trabajando en su Modelo del Universo de Cognición-Teoría, inspirado por su admirado Hawking, con el que cree que puede demostrar matemáticamente la existencia de Dios, nunca ha tenido éxito en la academia.

En un reportaje en The Baffler, una revista de análisis cultural, político y empresarial, aseguraron que Langan se cree un marginado por los académicos elitistas, al creer que sus estudios son rechazados por su falta de formación, más que por el hecho de que su modelo no sea precisamente científica u original.

^{Fotografía tomada de Wikipedia.}

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En la revista Esquire, el primer medio que dio a conocer a Langan como el hombre más inteligente de Estados Unidos en 2007, habló de su pasado y el contexto en el que creció, y que según él, incidió en su fracaso profesional.

Cuenta que desde muy pequeño su padrastro lo maltrataba hasta el punto de dejarle marcas en todo su cuerpo. En el colegio, sus compañeros de clases lo creían un monstruo por ser más inteligente que ellos. Y es que Langan comenzó a hablar a los seis meses de edad. "A los tres empezó a leer. Pasó del jardín a segundo grado, y comenzó su educación en tercero", se lee en el artículo The Smartest Man in America en Esquire.

Tenía solo 12 años cuando creyó que los débiles no sobreviven solo de astucia. Así que empezó a levantar pesas y se convirtió en un hombre rudo. “Cuando eres el más pequeño y el más inteligente, y llevas trapos, y vienes a la escuela con un labio grueso y todas estas marcas en ti, eres tratado como escoria por el resto de los niños. Simplemente decidí que ya era suficiente. Desarrollé mi fuerza, trabajé en la velocidad de mis manos. Aprendí a vencer a los niños que tenían el doble de tamaño. Me gané la reputación de ser un tipo duro”, le contó a Esquire.  

Pero sus músculos no eran lo único en su vida. En su adolescencia, la mayor parte de su tiempo lo usó para aprender por su cuenta sobre matemáticas, física, filosofía, latín y griego. Todo parecía indicar que le esperaba un futuro exitoso. Obtuvo una beca para ingresar a la universidad, pero no resultó. Langan culpa a una serie de eventos desafortunados.

Primero, asegura que llenó mal la solicitud por lo cual le fue denegada la primera beca. Luego, volvió a intentarlo, pero su carro se averió y no tenía dinero para repararlo.Tenía que caminar quince millas en la nieve todos los días para llegar a las clases o enfrentar el fracaso. Se fue por la segunda opción.

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La última vez que volvió a una universidad, fue con sus propios recursos, pero no estaba a gusto. “Ahí estaba, pagando mi propio dinero, tomando clases de personas que obviamente eran mis intelectuales inferiores. Hasta hoy, no tengo respeto por lo académico. Yo los llamo acadummies. Así que supongo que se podría decir que ese fue el final de mi educación formal ", dice.

_{^{Entrevista del director de cine Spike Jonze a Christopher Langan sobre su  Modelo del Universo de Cognición-Teoría.}}

Para el psicólogo, Malcolm Gladwell el éxito de una persona no solo depende de su inteligencia sino de múltiples factores. “Sin un título, Langan se dio cuenta de que no podía triunfar en el mundo académico. Ha escrito un montón de estudios sobre el origen del universo, pero nadie le toma en serio ya que no tiene estudios”, dice el psicólogo.

Por esa razón, muchos lo consideran un genio incomprendido. Sin embargo, otros simplemente lo ridiculizan, pues además de promover un modelo del universo que no ha sido probado por la ciencia, también deja en evidencia su carencia de inteligencia práctica, esa que se desarrolla a lo largo de la vida, y que marca la diferencia.