| Foto: Cortesía: Así Vamos en Salud

EDUCACIÓN

“El médico general y el profesional de enfermería tienden a desaparecer”

Augusto Galán Sarmiento, director de Así Vamos en Salud, habló con Semana Educación sobre el futuro de las profesiones en este sector. Aseguró que el Ministerio de Educación y de Salud deben planear de manera urgente un modelo de formación que apunte a las necesidades del país.

8 de octubre de 2019

Augusto Galán Sarmiento es cardiólogo de la Escuela Colombiana de Medicina y Magíster en Administración Pública de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard. Fue ministro de Salud durante el gobierno de Ernesto Samper y consultor del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. Hoy se desempeña como director de Así Vamos en Salud, un observatorio en el que varios expertos analizan y generan información sobre las políticas de salud en Colombia y sobre el talento humano necesario. 

De acuerdo con la organización, aunque el sistema de salud se transformó en 1993 y el perfil poblacional ha cambiado, el proceso de formación de médicos y enfermeras no se ha adaptado. Por eso, Semana Educación habló con Galán sobre el futuro de las profesiones en este sector, un tema que también se discutirá en el foro anual ‘Reforma Pendiente’ que se realizará hoy en el auditorio de la Cámara de Comercio de Bogotá (sede Chapinero).

Semana Educación: En todos los campos hay perfiles profesionales que están desapareciendo, ¿en el sector salud cuáles son? 

Augusto Galán Sarmiento: El desarrollo tecnológico y el cambio del perfil epidemiológico, es decir, de qué nos enfermamos y morimos en Colombia, nos ha orientado a que cada vez más tengamos médicos con especialización, algo que no ha sido la mejor decisión, porque esto ha llevado a que profesiones como el médico general y el profesional de enfermería, empiece a desaparecer. También hay otros, como las promotoras de salud, que antiguamente contribuían en la gestión y preservación de la salud de las comunidades de las zonas apartadas del país.

S.E.: Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud, ¿Colombia cumple con el número de profesionales de la salud por cada 10.000 habitantes? 

A.G.S.: La meta trazada por la Organización Mundial de la Salud a 2030 es de 44,5 profesionales de la medicina y la enfermería por cada 10.000 habitantes. En este momento Colombia tiene 36,3 a 2017. Vamos bien, sin embargo, tenemos un problema de distribución muy grande. Hoy, departamentos como Risaralda, Santander, Casanare, San Andrés y Providencia, Amazonas, y Bogotá cumplen por encima de 44. Todos los demás están por debajo de esa cifra y hay casos dramáticos como Chocó con una tasa de 18. Entonces, necesitamos lograr que las personas una vez formadas vayan a regiones en donde se les necesita y no estén concentrados en cuatro regiones del país.

S.E.: ¿Cree que tenemos menos médicos generales porque el mismo sistema de educación lo promueve?

A.G.S.: Esa es precisamente una de las cosas que necesitamos discutir, porque a lo largo de la historia la formación de los profesionales se ha dejado a la oferta y a la demanda del sector educativo y del mismo sector salud, sin una planeación clara a partir de un modelo que le apunte a las necesidades del país. Por ejemplo, en otros lugares más desarrollados forman en alrededor de 35 especialidades médicas. En Colombia tenemos 160 especialidades y subespecialidades, según algunas universidades. Entonces, tenemos una sobreoferta de especialistas y subespecialistas en áreas que posiblemente no necesitamos. 

S.E.: En universidades de Estados Unidos se dieron cuenta de que los médicos hacían especializaciones para tener mayor remuneración y así pagar sus créditos educativos. Por lo tanto, empezaron a ofrecer becas, para tener más médicos generales. ¿Usted cree el costo de esta carrera influye a que no existan tantos médicos generales en Colombia?

A.G.S.: Un médico generalista y un médico de familia son necesarios en la búsqueda de un buen modelo de atención. De hecho, esta es una de las grandes diferencias que tenemos con los modelos europeos, que tienen como el eje del equipo de salud al médico familiarista, y no al superespecializado en la última tecnología de la cirugía especifica. Y Colombia debe tender hacia allá y es uno de los temas que tendremos que tratar hoy. En ese sentido, nos puede estar ocurriendo lo mismo que a Estados Unidos, porque de hecho, nuestro proceso de formación está influenciado por lo que ha ocurrido en Norteamérica. 

 S.E.: Si no son especialistas, ¿qué profesionales necesita Colombia?

A.G.S.: Hoy nos enfermamos y morimos de manera semejante a países más desarrollados: enfermedades crónicas, de envejecimiento, cardiacas, coronarias, cáncer. De esa manera, necesitamos profesionales que contribuyan a la recuperación de la salud cuando se pierda por estas causas. Pero, por otro lado, tenemos unas zonas rurales que todavía no han hecho esa transición que tienen entre 12 y 14 millones de habitantes, y que requieren atención en salud sexual y reproductiva, de salud nutricional y seguridad alimentaria, que necesitan otro tipo de profesionales. 

Por otro lado, Colombia requiere una mejor salud mental. Por eso necesitamos tanto psiquiatras como psicólogos. Porque un tema es el manejo de la enfermedad mental y otro las causas, que pueden estar asociadas a condiciones relativas como el relacionamiento, la autoestima.