EQUIDAD DE GÉNERO
En las ingenierías, Colombia pierde el año en igualdad de género
Un reciente informe detalla la diferencia que existe en cifras entre hombres y mujeres en estas facultades.
De acuerdo con el documento presentado por la Fundación Universitaria Salesiana, de las más de 13.000 personas que se graduaron en los últimos 5 años, solo el 25 % (3.250) son mujeres.
El informe también afirma que tan solo en Bogotá la cifra de mujeres que estudian una ingeniería corresponde al 14 % del total de matriculados. No obstante, expone que las mujeres que estudian estas carreras tienen un 95 % más de posibilidades de encontrar trabajo en los primeros seis meses luego de que se gradúan, mientras que las mujeres en otros pregrados tienen una inserción laboral entre el 43 % y el 60 %.
En el ámbito salarial, según el Servicio Público de Empleo (SPE) y el Observatorio Laboral para la Educación (OLE), aquellas que recién se gradúan de ingenierías tienen sueldos mensuales de aproximadamente $2.800.000, mientras que las mujeres que estudian otras carreras que no son STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), pueden ganar entre $1.200.000 y $1.800.000, con máximo un año de experiencia.
De acuerdo con la Fundación Universitaria Salesiana, estos datos corresponden principalmente al análisis y cruce de la información que suministran el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), el Observatorio Laboral para la Educación del Ministerio de Educación, el Sistema Público de Empleo y la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI).
Tendencias
Según este informe, en los últimos tres años se ha reducido la brecha entre hombres y mujeres que estudian ingenierías en el país; sin embargo, la distancia entre cifras sigue siendo amplia. Así lo confirma la Unesco, que afirma que solo el 30 % de las mujeres escogen actualmente este tipo de carreras.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la Fundación Universitaria Salesiana, Camilo Navarro, asegura que “en este momento las mujeres encuentran varias barreras que les impiden participar en estas disciplinas, entre ellas los prejuicios y los estereotipos de género que tienen gran influencia al momento de elegir qué profesión estudiar”.
Según el Snies, entre 2015 y 2020 el 87 % de las mujeres que estaban cursando un pregrado se distribuían entre carreras como psicología, trabajo social, licenciaturas, microbiología, enfermería, ciencias económicas, derecho y medicina. Esta variedad en la preferencia laboral de las mujeres tiene, de acuerdo con Navarro, un impacto importante en la empleabilidad y el rango salarial de su primer empleo, ya que podrían tener más y mejores ofertas laborales en sus áreas de menor interés.
Un ejemplo de lo anterior puede ser la brecha que existe entre la demanda y oferta de profesionales en temas de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). “Se estima que para 2025 tendremos un déficit de 42.000 ingenieros e ingenieras”, asevera Navarro.
De hecho, según el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC), las mujeres que ingresan al segmento digital en el mercado laboral tienen salarios más competitivos que en otras industrias, llegando a ganar un sueldo mensual de más de $6.000.000 con cinco años de experiencia.
Las cifras aumentan con timidez
De acuerdo con el último reporte del OLE, de 2010 a 2019 y por núcleo básico de conocimiento, la ingeniería administrativa tuvo más mujeres graduadas que hombres, con 2.281 egresadas frente a 1.466 egresados. Lo mismo sucedió en la ingeniería industrial (3.106 y 1.682), ambiental (16.030 y 9.889), biomédica (1.491 y 1.320) e ingeniería química (6.169 frente a 4.674).
En contraste, la mayor brecha de género en 2019, en cuanto a número de graduados, se presentó en ingeniería civil, donde se titularon 1.822 hombres y 850 mujeres.
Asimismo, las ingenierías que presentan mayor desigualdad de género por egresados son ingeniería eléctrica (90,06 %), mecánica (86,8 %), electrónica y de telecomunicaciones (82,57 %). Le siguen, ingeniería de sistemas e informática con 73,05 % e ingeniería civil con 53,35 %.
Esta brecha es alimentada también por estereotipos machistas que inducen a las mujeres a permanecer en áreas de menor requerimiento físico, por ejemplo, porque se piensa erróneamente que no son fuertes o no deberían estar en cargos técnicos.
“Un ejemplo de esto son los marcados estereotipos en los juguetes, pues suelen relacionarse los videojuegos y la tecnología desde edades tempranas al género masculino”, señala el presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, Germán Pardo, quien añade que en algunas labores como la dirección de obra es común escuchar comentarios sobre la supuesta incapacidad de una mujer para tomar decisiones y realizar tareas “con la misma efectividad que un hombre”.
Pardo también considera que aunque se percibe un avance en la erradicación de estos estereotipos que minimizan las habilidades de una mujer por el simple hecho de ser mujer, aún no se han eliminado del todo y es necesario que esto cambie.
¿Cómo está el panorama en las universidades?
El informe de la Fundación también expone un sondeo por las principales academias del país, donde se evidencia que en la Universidad de los Andes, por ejemplo, la población total de estudiantes de ingeniería en los últimos 10 años se ha mantenido alrededor de las 5.000 personas, y de estas solo el 33 % son mujeres.
En la Javeriana hay 2.783 estudiantes de ingenierías, y solo 861 son mujeres. En esta institución, afirma el documento, ninguno de sus siete programas activos de esta área académica tiene una predominancia de mujeres, situación que se repite en la Distrital, donde de 5.194 estudiantes de ingenierías tan solo 1.287 son mujeres.
Por último, en la Escuela Colombiana de Ingeniería, el total de estudiantes asciende a 4.230, y solo 1.367 son mujeres.