ENTREVISTA

Director de Colfuturo responde a críticas de deudores

Jerónimo Castro habló sobre la situación que viven algunos de los deudores de la de la fundación por la subida del dólar.

10 de mayo de 2016
Jerónimo Castro, director de Colfuturo. | Foto: Semana (Leon Dario)

Tras la publicación por parte de Semana Educación del caso de uno de los beneficiarios de Colfuturo que no puede hacer frente a la deuda que contrajo con la fundación, son muchos otros los que han acudido a esta publicación para expresar sus opiniones al respecto.

Unos aprovecharon para mostrar su inconformidad con la política de la entidad de tasar la ayuda en dólares, otros para exponer su malestar ante la negativa de los directivos de brindarles una solución que se ajuste a sus necesidades.

También están los beneficiarios que han querido ponerse del lado de Colfuturo argumentando que, en todo momento, entendían los riesgos de firmar por un crédito-beca. E incluso están los que se mostraron agradecidos con la oportunidad que la fundación les brindó.

Tras la polémica suscitada por el artículo, la entidad se puso en contacto con este medio para dar su versión de lo que ahí se registró. Esta es la entrevista con Jerónimo Castro, director de Colfuturo.

Semana Educación: ¿Qué opinión le merecen las quejas de algunos becados de Colfuturo sobre la modalidad de crédito que ofrecen?

Jerónimo Castro: Cada persona es totalmente libre para decidir si Colfuturo es un buen mecanismo o no. Nosotros no tenemos la capacidad de saber si una persona que quiere hacer un posgrado va a tener la capacidad de asumirlo. No hay un ejercicio paternalista de definir si el proyecto que quieres hacer tiene sentido o no, o le va a ir bien o no. No lo sabemos, pero aun así lo apoyamos. Si uno quiere estudiar en el exterior a día de hoy y le cuesta el doble debería pensar si le vale la pena irse.

S. E.: ¿Y sobre los que opinan que tasar el crédito en dólares y no en pesos es una gran desventaja para ellos?

J.C.: Colfuturo tiene que girarle a las universidades y estudiantes por fuera en dólares y euros, no en pesos; así mantenemos la capacidad de giro. Tasar en pesos hubiera sido una pérdida en el número de estudiantes que podemos ayudar, porque la plata que te recibimos una vez se gradúan y regresan es para girárselo a los estudiantes que están todavía allá. Si el flujo no se paga no podemos girar a los casi 3.000 estudiantes que están fuera. Para nosotros es mucho mejor una situación de revaluación porque los estudiantes pueden pagar, y nosotros podemos sostener a los que están en el extranjero.

S. E.: ¿Por qué la ayuda que brinda Colfuturo está concebida como un crédito y no como una beca?

J. C.: Si tú montas un programa con una beca total, hay una capacidad de beneficiarios límite. Los logros académicos se convierten en el criterio de selección, y quienes vienen de familias más privilegiadas tienen una ventaja natural mayor porque pueden movilizar más recursos propios. Cuando creas un programa muy generoso, quitas el incentivo a las personas para que compitan por ayuda por fuera.

S. E.: Una de las condiciones para que parte de la deuda se condone es volver al país. ¿Tiene sentido, más ahora, en plena crisis de devaluación del peso?

J. C.: Se llama solidaridad intergeneracional. Recibo un beneficio y es justo que una parte lo devuelva a la sociedad.  A la enorme mayoría de las personas que regresan les va muy bien salarialmente porque el techo que tenían profesionalmente lo rompen.

S. E.: Parte de los deudores que nos han contactado aseguran lo contrario, que les resulta complicado encontrar un trabajo bien remunerado.

J. C.: Algunas de las personas que se van son muy jóvenes, así que sus primeros trabajos no están bien remunerados y les cuesta regresar. Otro problema es que el grupo que hemos apoyado es más vulnerable. Es decir, tienen orígenes familiares más débiles económicamente.

Además, hay un analfabetismo financiero: las personas no entienden cómo funciona una deuda, la condonación, el tema de la devaluación. Es gente que no tiene ese manejo cuantitativo para hacer esos análisis.

S. E.: Si, pero esa falta de conocimiento financiero se debería se superar con un buen asesoramiento y brindando información pertinente a la hora de contratar un crédito con ustedes…

J. C.: En todo el proceso, hay unos simuladores donde tú vas construyendo tu presupuesto. Les vamos llevando de la mano sobre cuánto le cuesta la manutención, etc. Luego hay un simulador de la cuota, de lo que queda por pagar. Nosotros informamos bien a nuestros estudiantes, pero es una generación de personas que no leen, que no entienden lo que quiere decir tomar una deuda.

S. E.: ¿Se están tomando medidas para tratar de atenuar la situación que viven muchos deudores que no pueden hacer frente a la deuda?

J. C.: Nosotros no podemos sentarnos con una persona y decirle “oye, yo no te voy a cobrar”. No podemos cambiar las condiciones porque tenemos un reglamento. Por ejemplo, la parte de los recursos que van a ser condonados no son nuestros, son de Colciencias y hay unos contratos con ellos.

Estamos buscando la manera para que un esquema de devaluación no afecte a los estudiantes. Pero es tremendamente complejo, porque no son recursos que salgan de un cofre del que tenemos control, sino que es la combinación de muchos recursos.

S. E.: Algunos afectados por la deuda nos indicaron que ustedes tienes una clausula en el contrato por la que si, alguno de ellos inicia acciones legales, parte de la deuda no se le condona.

J. C.: En los 15 años que llevo al frente de Colfuturo, ningún becado ha iniciado acciones legales contra nosotros. Tienen todo su derecho a utilizar todos los recursos legales. Si nos vencen en un juicio y estamos equivocamos, corregimos. A veces son errores de ellos, otros nuestros, pero nosotros somos cero represalias. Si hiciéramos eso no duraríamos: somos transparentes y serios.

PARA EL DEBATE

¿Qué opinión le merecen las declaraciones del director de Colfuturo? Deje su comentario en nuestro twitter @SemanaEd y @JuliaAlegre1