EDUCACIÓN
¿Es realmente bioseguro que los niños vuelvan a las aulas? Esto dice nuevo estudio
Aunque muchos padres temen el regreso de sus hijos a las aulas, un estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos evidencia que las escuelas son espacios seguros siempre y cuando se mantengan ciertas medidas.
Para los niños es muy importante que los colegios abran sus puertas por su salud mental y aprendizaje, pero realmente también lo es para toda la comunidad.
La vida cotidiana depende de que los chicos vayan a clase mientras los padres trabajan; por eso, en las últimas semanas una prioridad tanto del Gobierno como de las autoridades locales ha sido el regreso de los niños a las aulas tras seis meses.
En algunas regiones ya se han visto las primeras imágenes de niños en colegios y jardines que han aplicado el modelo de alternancia, sin embargo esta no es una generalidad, dado que la situación de la pandemia impide que regresen los estudiantes a las aulas en las principales ciudades del país.
A esto se le suma el temor que tienen los padres de familia de enviar a sus hijos a los colegios.
Lo más leído
Un reciente estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos podría darle un parte de tranquilidad a los padres que tienen miedo de enviar a sus hijos.
De acuerdo con la CDC, las escuelas que practican el distanciamiento social, el uso de máscaras y otras precauciones no han experimentado una rápida propagación del nuevo coronavirus, no obstante, precisa que se deben evitar las actividades deportivas en interiores.
“Como muchas escuelas han reabierto para recibir instrucción en persona en algunas partes de EEUU e internacionalmente, se han reportado casos de covid-19 relacionados con la escuela, pero ha habido poca evidencia de que las escuelas hayan contribuido de manera significativa a aumentar la transmisión comunitaria”, escribieron investigadores en el Journal of the American Medical Association.
“La preponderancia de la evidencia disponible del semestre escolar de otoño ha sido tranquilizadora en la medida en que el tipo de propagación rápida que se observó con frecuencia en las instalaciones de convivencia o lugares de trabajo de alta densidad no se ha informado en los entornos educativos de las escuelas”, señalan.
En tal sentido, se indica que los datos sugieren un camino a seguir para “mantener o regresar parcial o completamente a las clases presenciales”.
“Todas las medidas de mitigación recomendadas en las escuelas deben continuar”, afirman. Estas medidas incluyen el uso general de máscarillas, mantener la distancia física adecuada y los modelos de asistencia híbridos para limitar el hacinamiento.
Otras incluyen aumentar la ventilación de la habitación y ampliar las pruebas para identificar y aislar rápidamente a las personas infectadas asintomáticas.
Así mismo, se considera importante “tomar medidas para reducir la transmisión comunitaria y limitar las actividades relacionadas con la escuela, como la práctica de deportes en interiores o la competencia, que podrían aumentar el riesgo de transmisión”.
Los investigadores analizaron estudios y datos de escuelas estadounidenses en Misisipí, Carolina del Norte y Wisconsin, así como escuelas en países de Europa.