Especial_Universidades
Esta facultad de economía es la que obtiene los mejores puntajes en las Pruebas Saber Pro
Economía, Universidad de los Andes
Escogió Economía dos meses antes de graduarse del Liceo Cervantes, tras ver una serie de videos en YouTube sobre historia económica; así descartó ser abogado, matemático, físico o astronauta, este último el sueño de David Enrique Arboleda cuando era pequeño y vivía en Barranquilla.
Aunque reconoce que es ‘un cachaco encubierto’, se le detecta su acento costeño cuando hace énfasis en lo que lo emociona, es decir, la economía, la investigación y dictar clases. Se graduó el 8 de abril de este año y está cursando una maestría para luego hacer su doctorado y dedicarse de lleno a la docencia.
Mientras cursa su maestría, David trabaja como asistente de investigación con Leopoldo Fergusson, director del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede), de la Universidad de los Andes, en donde revisa un libro de teoría de juegos y prepara su tesis.
A sus 21 años, este economista reparte su tiempo entre la docencia, la investigación, su maestría, la lectura de novelas, las salidas con amigos y su novia, y los juegos de acertijos como el sudoku. Y es que le gusta resolver problemas, como los de la economía nacional.
Reconoce que la situación económica del país está complicada, aunque gran parte de las causas son factores externos. Señala que va a ser necesario “que nosotros nos reconciliemos con la situación en la que estamos, toca aportar para salir adelante, una reforma tributaria fuerte, y hay que mantener los programas sociales. Son momentos muy duros, se necesitan políticas impopulares”.
Destaca que la Facultad de Economía le ayuda a definir un marco de trabajo, le ofrece un set de herramientas con las que puede analizar el mundo. “Me di cuenta de que la economía no era hacer política monetaria, trabajar en un banco o hacer finanzas; la economía es una forma de pensar las cosas, de analizar los problemas e intentar desagregarlos en lo más básico, en la esencia de lo que son”.
La pilera le da para todo y sus resultados son notables, como cuando presentó las pruebas Saber Pro, en las que le fue muy bien pese a que tuvo que presentarlas tres veces porque la plataforma virtual en la que las alojaron se caía cada 30 minutos y le borraba lo que ya había contestado. Cambió el computador y logró terminar el estresante examen (por lo técnico), porque por conocimiento reconoce que “la universidad nos dejó muy bien preparados”.
Anota que falta un camino largo por recorrer para llegarle a la Colombia rural, y en materia ambiental “hay muchas problemáticas que siguen invisibilizadas y hay un montón de complicaciones que no entendemos del todo. La cuestión ambiental se va a volver fundamental en todas las carreras y siento que no hemos hecho el paso necesario para adaptarnos a eso, hemos hecho compromisos, cursos sobre Colombia ambiental y se han hecho esfuerzos por hacer proyectos sociales como Pa’lante Caribe, pero todavía nos falta”.