EDUCACIÓN
Estudio advierte sobre los riesgos del uso de tapabocas en los niños
Un estudio europeo indica que el uso de tapabocas en los niños podría exponerlos a niveles peligrosos de dióxido de carbono.
Desde que inició la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef aconsejaron a los gobiernos que no se debe exigir a los niños de 5 años o menos usar mascarillas: “Este consejo se basa en la seguridad y el interés general del niño, y en la capacidad de utilizar adecuadamente una mascarilla con una asistencia mínima. Puede haber requisitos locales para que los niños de 5 años o menos usen mascarillas, o necesidades específicas en algunos entornos, como estar físicamente cerca de alguien que esté enfermo. En esas circunstancias, si el niño lleva una mascarilla, uno de los padres u otro tutor debe estar en línea de visión directa para supervisar el uso seguro de la mascarilla”, explican.
Estas recomendaciones chocan con la situación en varias partes del mundo. Decenas de países han regulado que sea obligatoria en menores. Por ejemplo, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) aconseja que “todos los niños también deben llevar la mascarilla y sobre todo los que tengan enfermedades respiratorias”.
Esta semana se conoció un estudio que podría llevar a aquellos países que aún exigen tapabocas a los más pequeños a replantear esa medida, dado que es posible que los niños pequeños estén expuestos a niveles peligrosos de dióxido de carbono por el uso prolongado de los tapabocas durante el último año.
Un estudio dirigido por investigadores de Polonia, Alemania y Austria quería probar si hacer que los niños pequeños usaran tapabocas en las escuelas y otras áreas públicas podría haber hecho más daño que bien. Descubrieron así que algunos niños alcanzaban doce veces el límite aceptable de dióxido de carbono solo minutos después de haberse puesto la mascarilla.
Tendencias
El estudio, financiado por una organización benéfica alemana, también reveló una tendencia a que los niños más pequeños tuvieran niveles de dióxido de carbono mucho más altos que los niños mayores, por lo que la recomendación es que el uso de este elemento no se dé en niños pequeños.
Con solo 45 niños en el estudio no se puede sacar una conclusión definitiva, pero los investigadores resaltaron que cada niño participante del estudio registró al menos tres veces los niveles saludables de dióxido de carbono, lo que genera una tendencia que vale la pena comenzar a revisar.
En ese sentido, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, el uso de tapabocas no se debería dar entre los menores de 5 años, lo que iría acorde con los hallazgos del estudio.
En los niños de 6 a 11 años de edad, su recomendación solo se produce si existe una transmisión generalizada en la zona donde reside el niño; si no se puede garantizar el acceso a las mascarillas y la sustitución de las mismas en determinados entornos (como escuelas y los servicios de guardería); si no existe supervisión adulta adecuada e instrucciones al niño sobre cómo ponerse, quitarse y usar las mascarillas de forma segura; teniendo en cuenta las posibles repercusiones del uso en el aprendizaje y el desarrollo psicosocial, en consulta con los maestros, los padres /cuidadores o los médicos; o en entornos e interacciones específicos que el niño tiene con otras personas que corren un alto riesgo de desarrollar enfermedades graves, como es el caso de los ancianos y las personas con otras afecciones de salud subyacentes.
Entre tanto, aconsejan que los niños de 12 años o más lleven una mascarilla en las mismas condiciones que los adultos, en particular “cuando no pueden garantizar una distancia mínima de 1 metro de los demás y hay una transmisión generalizada en la zona”.
Además, recuerdan que cualquier niño que tenga síntomas que sugieran la presencia de covid-19 debe usar una mascarilla médica, “siempre y cuando pueda tolerarla”.