EDUCACIÓN
Fecode advierte que, aunque profesores estén vacunados, “no volverán a clases”
Según el gremio de maestros, la vacunación de todos los profesores del país “no es suficiente ni para el Gobierno, ni los jóvenes ni los docentes”, y reitera su llamado por el cumplimiento de “condiciones básicas”.
Luego de que el Ministerio de Salud expidiera el decreto 777 de 2021 en el cual el Gobierno nacional ordena retomar la presencialidad en todos los colegios del país, voceros del sindicato de maestros, Fecode, continúan exigiendo “condiciones mínimas básicas” para volver a clases.
Según Nelson Alarcón, directivo de Fecode, si bien “los docentes son los más interesados en volver a la presencialidad, se requieren unas condiciones básicas, esperamos que se puedan dar y concertar en cada una de las regiones”.
El líder gremial dijo que la vacunación de todos los profesores del país “no es suficiente ni para el Gobierno, ni los jóvenes ni los docentes”, y reitera su llamado por el cumplimiento de “condiciones básicas, como lo ha determinado el sector salud”.
Entre otras, una de las condiciones que Fecode pide cumplir es la prestación del servicio de agua potable en los colegios. “El 25 % de las sedes de las instituciones educativas no tiene ningún tipo de agua. Estamos hablando de 9.351 instituciones educativas pública con más de 43.000 sedes”, declaró Alarcón en la emisora Blu Radio.
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Además, explicó que “donde haya las adecuaciones, claro que sí, hay que regresar. Nosotros no es que no queramos volver. El Gobierno no ha querido escuchar”.
En respuesta, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, dijo que los docentes que no acaten la orden del regreso a la presencialidad deberán explicar sus razones, pero se podrían iniciar actuaciones administrativas en su contra.
La funcionaria explicó que el docente “tiene que iniciar un proceso con la Secretaría de Salud, que se llama actuaciones administrativas. Si es un tema de salud, no ha recibido la vacuna, recibirá la atención, pero por las demás razones tiene que asumir las responsabilidades”.
Frente al avance de la vacunación de docentes, en Bogotá se estima que el próximo martes 8 de junio estará listo el proceso de todos los maestros. “Esta es una buena noticia que surge del resultado de un trabajo conjunto para la priorización de las maestras, maestros y la comunidad educativa en esta nueva etapa de la vacunación. Es un paso gigantesco que demuestra el compromiso que tenemos con la educación y con cada una de las familias de la ciudad”, dijo la secretaria de Educación de la capital, Edna Bonilla.
También en el tema de infraestructura hay avances. Buscando que los colegios pudieran invertir en su infraestructura, el Ministerio de Educación dispuso de $400.000 millones para que las instituciones educativas pudieran cumplir todos los protocolos de bioseguridad. Sin embargo, más de seis meses después la ejecución de esos recursos ha sido a paso de tortuga dado que en lugar de que ya estén invertidos en la infraestructura escolar, hoy las entidades territoriales han ejecutado menos del 41 % de ese monto.
El poco avance en materia de infraestructura hizo que los docentes se mantuvieran en su posición de no a la presencialidad por el temor a un contagio, teniendo en cuenta que en el gremio docente casi la mitad de los más de 320.000 trabajadores están por encima de los 55 años, lo que los hacía una población de riesgo.
Con la llegada del año escolar en 2021 el panorama no cambió mucho, Fecode se mantuvo en su posición y el regreso de estudiantes se siguió dando a cuentagotas. A la fecha, de 9,7 millones de estudiantes de colegio en Colombia, solo el 15 % están con clases presenciales, entre tanto, la mayoría de estudiantes permanecen con educación a distancia, lo que es un riesgo no solo para la calidad sino para la deserción.
En 2020, 243.801 estudiantes desertaron del sistema educativo, cifra que para varios expertos podría ser mucho mayor, dado que en el país se mide cuántos alumnos dejan el colegio con la tasa de deserción intraanual, que corresponde al porcentaje de estudiantes que en el transcurso del año se desvincularon de colegio sin terminar el curso al que se matricularon.
Por esta razón es que el panorama es mucho peor dado que la cifra abarca solo a estudiantes que oficialmente se desvincularon del sistema, más no aquellos con los que los docentes perdieron contacto y probablemente no están estudiando, aunque no hayan reportado la novedad.