SEMANA SANTA

¿María era virgen?

La madre de Jesús es uno de los personajes de la cristiandad más venerados, pero ¿cómo se construyó su culto?

13 de abril de 2017
| Foto: wikimedia

La idea de la virginidad de María es pagana. En Grecia las sacerdotisas debían mantenerse vírgenes para adorar a Atenea, una diosa que contrario a la promiscuidad olímpica, mantenía su castidad. Nunca se había entregado a ningún dios ni hombre. En Roma, las vestales cuidaban que no se extinguiera el fuego sagrado de la ciudad. Su poder, según el historiador de las religiones MirceaEliade, se relacionaba con la virginidad. “Si una vestal faltaba a los deberes de castidad, era encerrada viva en una tumba subterránea y su compañero era entregado al suplicio”, afirmaba.

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Mientras tanto, la virginidad en Palestina no era una virtud perpetua. En la antigüedad, las mujeres judías no debían yacer con ningún hombre antes del matrimonio. El objetivo era, como en muchas civilizaciones de la antigüedad, mantener la castidad para que el marido fuera el primero con el que tenían relaciones. Todo para garantizar que el primogénito fuera hijo del esposo y no de otro. Dentro las tradiciones del judaísmo, nunca existió la costumbre de monjas ni sacerdotisas obligadas a mantenerse vírgenes. Roger Rosenthal experto en estudios judaicos sostiene que “la virginidad como virtud de por vida no tiene raíces hebreas”.

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Ser virgen durante y después del matrimonio no hacía parte del imaginario social,  histórico ni cultural de María. La inclusión en los Evangelios se dio por la influencia grecolatina en la que la virginidad sí era considerada una virtud religiosa. Así lo afirma el teólogo y experto en lenguas clásicas Fernando Muñoz. También sostiene Muñoz que la figura de María en las Escrituras es poco mencionada y no es más relevante que la de María Magdalena. En el Corán, por ejemplo, aparece más veces María, la madre de Jesús, que en la Biblia. 

En los primeros años del cristianismo, María no ocupaba un lugar central entre las creencias de los seguidores de Jesús. Así lo sostiene Fernando Muñoz. Solo desde el siglo IV, según el profesor de historia antigua de la Universidad de los Andes, Jaime Borja, el culto a María toma fuerza en Roma, porque se asoció con Isis, una de las deidades más veneradas de la ciudad. Incluso, la iconografía de Isis amamantando a Horus era muy similar a la de María con el niño Jesús. Lo mismo ocurrió con las otras representaciones cristianas: Jesús y los ángeles adoptaron formas paganas. Eso afirma la profesora de Historia Antigua de King´sCollege Judith Herrin en su libro sobre la historia de Bizancio.

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María en América

Sin embargo, según Jaime Borja, durante la Edad Media, María perdió el papel protagónico que había tenido en la Roma matriarcal. María se convirtió un personaje secundario, sumiso, y sin mayor relevancia. Después, la situación cambió durante la expulsión de los musulmanes de la Andalucía, y con la llegada de los europeos a América. En las batallas contra moros e indios, los soldados castellanos afirmaban que se les había aparecido María o Santiago, para cubrir con un manto sagrado sus batallas. Fue así, como muchos conquistadores, como Hernán Cortés, contribuyeron al culto de la virgen en América.

Por otra parte, según Borja, el culto mariano en América está relacionado con las estrategias evangelizadoras. Los sacerdotes usaron la veneración indígena a las diosas de la tierra y de la fertilidad, para convertirlos. María sustituyó a sus diosas. Cerca a Texcoco, en las ruinas del templo de Tonantzin, apareció casualmente la Virgen de Guadalupe. “Lo mismo ocurrió con la Virgen de Chiquinquirá y con muchas otras”. Así se formó en América la veneración a María, que en algunos casos, es más adornada y honrada que dios y que el mesías.

Sin embargo, la naturaleza de la virgen no estaba completamente definida en América. Por ejemplo, no había consenso entre las órdenes religiosas sobre la inmaculada concepción. Los franciscanos y jesuitas organizan procesiones con pendones y cantos para celebrar que María estaba por fuera del pecado original. Cuando la procesión se acercaba a una iglesia, salió a la calle un sacerdote dominico y les gritó “¿y, a dónde van esos idiotones?”, según cuenta el historiador Renán Silva en un artículo. El insulto del padre no fue un acto aislado, cuenta Silva: “cuando la procesión se acercó a la casa de los dominicos, no sonaron las campanas, ni salieron a recibirlos, como era costumbre en la época”.

Teólogos y el pueblo

Fernando Muñoz afirmó que no creía que ningún teólogo hoy creyera en la virginidad de María, ni en la inmaculada concepción. Sin embargo, las fuentes de la Iglesia Católica le afirmaron a esta publicación que María fue virgen antes del nacimiento, durante, y después de dar a luz. También aseguraron que había nacido libre del pecado original y que durante los 2000 años de historia cristiana, había sido siempre venerada por los creyentes y considerada como una madre. 

Y este mes, en el mes de la virgen y de las madres, habrá procesiones guiadas por sacerdotes para honrar a María. Muchos prenderán velas en su honor, y encenderán incienso, como antes lo hacían en Roma los devotos de la divina Isis. Otros cargarán una estatua de María a sus espaldas, como si todavía adoraran con flores y cantos a las diosas de la fertilidad.

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