EDUCACIÓN
ICESI: una universidad que da pasos de gigante
En el último mes, el ranking mundial QS, que cataloga las mejores universidades del mundo, trajo una sorpresa para Colombia. La Universidad Icesi, que solo cuenta con un campus en Cali y no más de 8 mil estudiantes, figuró por primera vez en el escalafón. Su rector, Francisco Piedrahita, cuenta qué están haciendo.
La consultora internacional en educación superior Quacquarelli Symonds (QS) publicó hace poco el ranking mundial que cataloga cuáles son las mejores universidades del mundo. En este ranking se ha vuelto habitual que aparezcan universidades colombianas como la Universidad de los Andes, la Universidad Nacional de Colombia y la Pontificia Universidad Javeriana.
Sin embargo, en esta última edición dos universidades entraron por primera vez: la Universidad Pontificia Bolivariana y la Universidad Icesi de Cali. La primera se ubicó entre el rango de 551-560 y la segunda entre el rango de 701-705.
Para analizar qué está haciendo esta universidad, Semana Educación habló con Francisco Pidrahita, quien se ha desempeñado como rector de esta institución desde 1996 y la ha llevado a dar un cambio cualitativo en su desempeño.
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Semana Educación: ¿Qué está haciendo la Universidad Icesi que le ha permitido ingresar a los rankings internacionales y tener algunos de los mejores puntajes en las Pruebas Saber Pro?
Francisco Piedrahita: El ranking es un reconocimiento de lo que venimos haciendo hace mucho rato. Llevamos 20 años trabajando con un proyecto educativo muy sólido, cada vez más elaborado y completo, que abarca desde el diseño de unas competencias y unos valores que queremos fortalecer en los estudiantes, con un sistema de evaluación muy completo y único. Los preparamos en distintas áreas para la vida en general como pensamiento lógico, crítico y comunicativo, la ciudadanía, el trabajo en equipo, pero también con competencias propias de cada profesión. Y algo muy característico de Icesi, que llamamos las estrategias de aprendizaje activo. Es una filosofía pedagógica que adoptamos hace 20 años en donde el estudiante es el centro de la clase y de su aprendizaje.
S.E.: ¿Cómo logran conectar a estudiantes y profesores con esas estrategias de aprendizaje activo?
F.P.: Tenemos una especialización en docencia universitaria a la que invitamos gratuitamente a todos los profesores de la universidad. Además, tenemos el Centro de Recursos de Aprendizaje, que trabaja con los profesores para mejorar su capacidad docente. La pedagogía y la psicología educativa han avanzado muchísimo en el último siglo y nosotros queremos que nuestros profesores trabajen con esos conocimientos y esas habilidades para que impacten mejor a los estudiantes.
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S.E.: ¿Cómo están haciendo para que sus estudiantes se ubiquen tan bien y con salarios por encima del promedio?
F.P.: Ese Proyecto Educativo Institucional que mencionaba termina con el programa de desarrollo profesional, que se encarga de hacer la transición a la vida laboral. Trabaja con ellos tres semestres seguidos. El primero es para aprestamiento, reconocimiento de habilidades e inclinaciones profesionales, así como preparación para hacer una hoja de vida, una entrevista y etiqueta. Luego, en el segundo semestre se hace un matchmaking. Yo le llamo "celestinaje" pues la universidad hace de Celestina para unir opciones de práctica con intereses de los estudiantes. Hay visitas de organizaciones a la universidad, ferias de empleo, envío de hojas de vida, etc. La práctica es acompañada tanto por el jefe como por profesores para reflexionar sobre la experiencia. Alrededor del 35 por ciento de nuestros estudiantes se quedan en el lugar de las prácticas y al resto la Universidad les ayuda durante un año para la ubicación laboral.
Con respecto a los salarios hay una combinación de elementos. Ellos traen talentos y habilidades de entrada. La idea de la universidad es potenciar eso y ayudarlos a ubicar en el mejor lugar para ellos. Yo creo que nuestra metodología de aprendizaje activo enseña a autogestionarse. Lo que dicen muchos jefes es que nuestros muchachos son más independientes, más autónomos y más propositivos.
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S.E.: Hay personas que están diciendo que en Colombia las carreras deberían ser más cortas. Usted ha sido un crítico de esto, ¿por qué?
F.P.: Yo creo que en Colombia necesitamos de todo. No todos estamos para hacer ciertas cosas. Aquí alguien hablaba de una pirámide invertida, pues tenemos muy poca formación de calidad para técnicos y tecnólogos, y muchísimos profesionales de todos los niveles de calidad. Lo que yo creo es que deberíamos tener menos profesionales y más técnicos, para que todos sean de muy buena calidad. Por eso creo necesaria la universidad de calidad, con programas sólidos y completos, que formen los futuros profesionales en distintas disciplinas, ya sea para ser líderes de organizaciones, otros para trabajar en el Estado, los gobiernos, el sector judicial, para ser científicos, académicos, médicos, abogados, etc. El país necesita gente con muy buen nivel de formación integral que solo da la universidad. Los que dicen que las universidades están por acabarse están totalmente despistados.
S.E.: Muchos de los críticos de la duración de las carreras en Colombia justifican esto asegurando que en Estados Unidos y Europa las carreras son más cortas. ¿Qué piensa de esto?
F.P.: No se puede reducir esa duración solo porque en Estados Unidos y en Europa las carreras son más cortas. Mis argumentos han sido básicamente dos: Primero, porque los jóvenes en Colombia llegan, en promedio, más jóvenes, inmaduros y mucho menos preparados académicamente. Tanto en Estados Unidos como en Europa la educación escolar dura, al menos, un año más; y todos esos países nos aventajan, por mucho, en las pruebas PISA.
Segundo, en estos países los jóvenes no reciben títulos profesionales al obtener sus primeros grados universitarios. En Colombia graduamos profesionales, que por unos pesos compran unas tarjetas que los acreditan como tales y pueden ejercer su respectiva profesión. En Estados Unidos, por ejemplo, para ejercer profesiones como Contaduría, Arquitectura, Psicología, Ingeniería, Derecho, Medicina, Odontología, Veterinaria, etc. se requieren estudios de posgrado y, normalmente, exámenes de certificación posterior.
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Ahora hay un argumento que, en mi opinión, es demoledor. Recientemente se ha conocido un artículo publicado en el prestigioso Journal of Public Economics, por la economista Carolina Arteaga. En ese artículo, ella prueba, rigurosamente, cómo la reducción de un año en programas de estudio de la Universidad de Los Andes ha perjudicado económicamente a los egresados de Economía y de Administración.
*La Cumbre, que este año tendrá lugar el 18 y 19 de septiembre en Ágora Centro de Convenciones en Bogotá, se ha convertido en el espacio más importante del sector educativo para reflexionar lo que se está haciendo y lo que debe hacerse para lograr que la educación sea la oportunidad que hace todo posible.
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